Es la hora de las tortas!!!

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Tales of suspense presenta Ojo de Halcón y Soldado de Invierno

Tales of suspense presenta Ojo de Halcón y Soldado de Invierno
Guion
Matthew Rosenberg
Dibujo
Travel Foreman
Tinta
Dick Foreman, Travel Foreman
Color
Rachelle Rosenberg
Formato
Rústica con solapas, 120 páginas
Precio
12 €
Editorial
Panini. 2018
Edición original
Tales Of Suspense 100-104 USA

Hasta hace bien poquito, Marvel estaba atravesando uno de los momentos creativos más bajos de su historia. En los últimos tres o cuatro años, la editorial ha sacado la segunda Imperio Secreto, la tercera Saga del Clon, la segunda Civil War, la quinta Secret Wars (bajo cuyo paraguas se recuperaron cabeceras como Futuro Imperfecto, Dinastía de M, La saga de Korvac y un buen puñado más). Además, la calidad de estas secuelas (salvo en el caso de las Secret Wars de Hickman, que son posiblemente la mejor historia que hemos leído con ese título) es, cuando menos, discutible. Si a esto le unimos que antiguos grandes espadas de la editorial como Brian Michael Bendis, Mark Millar o Jonathan Hickman han partido en busca de pastos más verdes y que Jeff Lemire centra su producción en Dark Horse, Image y Valiant, teniendo una presencia testimonial en Marvel, el panorama para la editorial de Nueva York pintaba bastante oscuro.

Así que a Marvel no le ha quedado más remedio que dedicarse a buscar talentos nuevos, y parece que la cosa les está funcionando. Uno de sus grandes descubrimientos es Donny Cates, que aunque lleva cinco años publicando profesionalmente, no explotó hasta el año pasado. con las aún inéditas en España God Country, Redneck o Babyteeth. Otro es Saladin Ahmed, el autor del premiado Rayo Negro. Y en este grupo podemos meter también a Matthew Rosenberg, autor de las recientes La resurrección de Fénix, Kingpin y el Tales of Suspense que hoy nos ocupa.

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Tales of suspense

Tales of suspense fue una cabecera genérica surgida en 1959, en los últimos tiempos de Atlas Comics antes de convertirse en Marvel. En esta serie debutaron personajes como Iron Man (en el número 39), la Viuda Negra (en el 52), Ojo de Halcón (en el 57, inicialmente como villano), y aquí tuvo su primer serial regular durante la Era Marvel el Capitán América. Duró 99 números, entre enero de 1959 y marzo de 1968, convirtiéndose en su número 100 en Captain America. Desde entonces, la cabecera ha sido recuperada en tres ocasiones, para dos one shots en 1995 y 2005 y para los números incluidos en este tomo.

Dietario rojo

Uno de los múltiples momentos absurdos de Imperio Secreto (acabaríamos antes citando los aciertos de la saga) fue la innecesaria muerte de la Viuda Negra. Muerte que, con la película en solitario del personaje en camino, sabíamos que antes o después cogería la puerta giratoria de la vuelta a la vida. Y alrededor de la muerte de la Viuda gira precisamente este Dietario Rojo.

La historia, coprotagonizada por dos personajes diametralmente opuestos, sigue una de las estructuras más clásicas de las historias de team-up comiqueras. Dos personajes que están investigando, cada uno por su lado, un caso. Llegan a encontrarse cara a cara, tienen un encontronazo y deciden colaborar a partir de ese momento. Clásica es también, y vista en un millón de buddy movies, la diferencia entre las personalidades de los protagonistas. El Soldado de Invierno, silencioso y oscuro. Ojo de Halcón, bocazas y desenfadado.

La línea de investigación que les lleva a ambos a colaborar es que alguien está matando a ex peces gordos de la desmantelada Hydra, y todo indica que quien lo está haciendo es la Viuda Negra. Pero Natasha está muerta, ¿no? Todo el mundo vio como la mataba el Steve Rogers nazi, ¿no? Entonces, ¿por qué su modus operandi está por todas partes detrás de todo este rastro de cadáveres?

Dietario rojo es una entretenidísma historia de acción, con un tono de comedia desenfadada en algunos momentos, y sus dosis justas de thriller y de misterio. Es una historia perfectamente cinematográfica de la que podrían tomar nota los responsables de Marvel Studios para presentar un Ojo de Halcón que realmente pudiera interesar en pantalla.

En el plano gráfico, Travel Foreman hace un trabajo más que correcto. Distanciándose del estilo superheroico que domina la mayoría de las publicaciones de la editorial -viendo su historial, probablemente ni quiera ni pueda hacerlo- tiene un toque alternativo que hace de Tales of suspense una cabecera más fresca de lo habitual, una lectura diferente. Por cierto, si alguien tiene en la cabeza su trabajo en Animal Man, dejemos claro que Foreman firma aquí unos tebeos mucho más convencionales de lo que hizo en la serie de DC.

tales of suspense pagina

Los autores

Matthew Rosenberg, no confundir con el periodista del New York Times galardonado con un Pulitzer, empieza su primera miniserie, 12 reasons to die, en 2013 para Black Mask Studios. Dos años después entra en Marvel, y uno de sus primeros trabajos es el tie in de Civil War II dedicado a Kingpin. En 2017 se encarga de las series de Kingpin (otra más), Mapache Cohete y Guerreros Secretos, llegando a ser uno de los pilares en los que se asienta la editorial en 2018 después de Fresh Start, encargándose de las series limitadas de La resurrección de Fénix, Hombre Múltiple, Nuevos Mutantes y Tales of suspense, y de las regulares de Punisher y Astonishing X-Men.

Uno de los primeros trabajos relevantes  de Travel Foreman fue la serie limitada dedicada al Doctor Spectrum, spin off del Escuadrón Supremo de Joe Michael Straczynski. Posteriormente se le vio acompañando a David Aja en la espectacular El inmortal Puño de Hierro, pero su trabajo más espectacular hasta la fecha es el relanzamiento dentro de los Nuevos 52 de DC de Animal Man ilustrando los textos de Jeff Lemire, en una etapa que recuerda en tono y estética a la de Jamie Delano y Steve Pugh con algún trazo que trae a la memoria a Larry Stroman.

En resumen…

Dietario rojo no es una historia de superhéroes, por mucho que sus protagonistas sean habituales del pijameo. Es una historia de espías, más deudora del tono y el estilo de Ed Brubaker en Capitán América, etapa en la que debutó el Soldado de Invierno, que de Imperio Secreto, de cuya conclusión toma su punto de partida. Y como historia de espías funciona a la perfección, con personajes de moral ambigua, con planes por debajo de planes y con lealtades difusas. Si lo que buscas es un tebeo puramente superheroico, quizás no sea la mejor de las elecciones, aunque tiene su buena ración de escenas de acción y sirve para cerrar (más o menos) alguno de los cabos sueltos que quedaron después del Imperio de Hydra.

Pero si te llama la atención ese tipo de cómics más negros que hace Marvel de vez en cuando pero te alejaste de Imperio (hiciste bien, por otro lado), no pases de largo. Todo lo que necesitas saber de aquella saga para comprender esta historia está resumido en este tomo. En ningún momento te quedarás con la sensación de que no sabes de qué te están hablando. Es más, no leer este tomo implicaría perderse una historia muy sólida, totalmente autocontenida, y que además sirve como una primera de contacto, si aún no has leído nada suyo, con un guionista con potencial para convertirse en una de las futuras grandes estrellas de Marvel.