Sortilegios y malas artes
Era una realidad diferente aquella que vio nacer los cuentos que alegremente denominamos hoy de hadas mientras en mente fijamos la imagen de alguna princesa Disney, un gnomo veterinario o unos fuegos fatuos saltarines. Unos cuentos cuyo destinatario principal no queda claro que fuese el adulto a prueba de...
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