Hace tiempo, más del que me gustaría reconocer, era divertido leer cómics. Sí, de verdad. Hasta te reías. No todo era un intento sesudo de volver a definir a los superhéroes, había aventuras, historias épicas y sencillamente el género estaba menos viciado.

Entonces llegaron Art Baltazar y Franco para demostrar que todavía podía hacerse sonreír a la gente con los tipos de capas. En esta ocasión recogiendo a Superman como su juguete para crear su viñetas y dejar que la comedia fluya.

Pero no es un Superman en concreto (algo que además cobra más sentido en plena Convergencia) es sencillamente Superman, tiene un poco de todos. Él y el resto de personaje, esto es Superman y su familia así que Superboy y Supergirl también están presentes, además de sus mascotas (¿recordáis? Antes había), juntos con otros muchos elementos reconocibles del pasado y el presente (e incluso del futuro).

No solo del mundo del cómic, no, también hace aparición detalles de las míticas películas de Christopher Reeve que hacen que esta lectura sea todavía más amena. Además de dejar muy clara una cosa, no es un tebeo para niños.

Sí, los niños pueden leer y se divertirán muchísimo, eso que nadie lo ponga en duda, pero la cantidad de referencias y guiños solo pueden pillarse con un buen bagaje de tebeos a la espalda. Un total acierto por parte de los autores que al igual que Pixar han logrado crear un producto para adultos camuflado como algo para críos.

¿Cómics divertidos? Ahora tenéis la oportunidad de encontraros de nuevo con ellos.