Con la publicación de Succión, La Cúpula sigue recuperando toda la obra de ese genio del cómic underground llamado Dave Cooper. Hace unos meses tuvimos la ocasión de volver a disfrutar de Escombros. Ahora podemos leer esta novela gráfica, que vio la luz originalmente en la editorial Fantagraphics en 2004, y que en su momento fue nominada a los prestigiosos premios Harvey.
Cooper es un autor menos prolífico o popular que otros como Charles Burns, Peter Bagge o los Hermanos Hernández. No obstante, a título personal lo considero más interesante debido a lo poco convencional de sus obras donde el surrealismo imperante nos invita como lectores a realizar verdaderos viajes psicotrópicos sin la necesidad de tomar ninguna sustancia o microdosis como diría Enrique Bunbury.
Succión comienza con la llegada de Basil a un mundo totalmente nuevo, desconocido y hostil. Las metáforas visuales son extremadamente explícitas en los primeros compases de una novela gráfica con la que su autor juega al despiste. Echando un vistazo rápido al primer pliego de páginas podríamos pensar que estamos ante un tebeo mudo. Nada más lejos de la realidad, puesto que esta forma de narrar la historia dejando todo el peso a las imágenes no deja de ser una analogía más de los primeros años de los seres humanos.
Ahora bien, una vez presentado un poco el universo de succión comienza el verdadero viaje. Ese trayecto de la vida donde el sexo va adquiriendo una importancia cada vez mayor incluso de manera involuntaria como podrá comprobar el pobre Basil. A través de una serie de personajes estrafalarios que, a través de sus parafilias, servirá para presenciar una completa radiografía de la parte más oscura de la naturaleza humana. Ese lado donde el egoísmo o la mezquindad campan a sus anchas.
Dave Cooper es un provocador nato. En sus obras siempre trata de transgredir a la vez de contar una historia que requiere un esfuerzo por parte del lector para poder hacerse una imagen completa de la compleja entropía que, en este caso, plantea en las páginas de Succión.
Estamos ante un cómic que se devora en un santiamén. Una rapidez cuya principal obsesión es mostrar el frenesí constante al que debe enfrentarse Basil. Un personaje que de golpe y porrazo debe asimilar una trayectoria vital donde el fracaso y el desengaño son los principales pilares.
La obra está salpicada de un sentido del humor tan burdo, explícito o soez que, probablemente, pueda resultar ofensivo a mucha gente. También hay hueco para experimentos más sutiles donde la libre interpretación de lo que sucede puede hacer que nuestra opinión de succión pueda variar notablemente.
El trazo caricaturesco, que me recuerda al Matt Groening más independiente, se me antoja perfecto para toda la pléyade de personajes y lugares que conoceremos en Succión. Prestad atención a los mencionados fragmentos mudos porque Cooper se muestra completamente desatado en ellos.
En resumidas cuentas: Succión es un enfermizo viaje a través del trágico despertar sexual de un chaval al que todo le viene grande.
Os dejo con la definición general de Succión. Leed el tebeo y sacad vuestras propias conclusiones porque yo cada vez que pienso en este Succión de Dave Cooper, me abordan nuevas ideas.
Succión:
- Extracción de una cosa, generalmente un líquido, aspirándolo o absorbiéndolo con la boca o con un instrumento.
- Absorción de algo, especialmente de un líquido o un gas.