Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Stormwatch (Los Nuevos 52)

Cuando el Imperio Romano conquistaba un pueblo nuevo, integraba sus divinidades dentro de su propio panteón. Así, Cibeles, procendente de Frigia, o Mitra, de Persia, pasaron a formar parte de la religión oficial del Imperio. DC Comics hace algo bastante similar. Periódicamente, ha ido adquiriendo editoriales más pequeñas e integrando sus personajes en la continuidad oficial. De esa forma, tenemos a Plastic Man o los Blackhawk, de Quality comics, a Shazam, de Fawcett Comics o a Blue Beetle y el Capitán Atom de Charlton Comics. La última adquisición sonada fue la línea Wildstorm de DC en 1999, que acabó integrada con el resto del Universo DC con motivo de Los Nuevos 52.  Así, en The Ravagers, spin off de los Titanes, aparecían Fairchild y Warblade, Helspont se ha pasado por las series de Superman, Grunge ha salido en Superboy, y ha habido series regulares de Voodoo, Grifter y, los que hoy nos ocupan, Stormwatch.

stormwatch

 

Seamos sinceros, el interés de la serie original de Stormwatch era bastante limitadito. La única excusa para leerla era que fueras fan del estilo Jim Lee de alguno de su millón de clones. La idea «original» es que Stormwatch era el grupo de superhéroes oficial de la ONU, y estaba formado por (dejadme tirar de wikipedia…) Batallion, Hellstrike, Winter, Fuji y Diva. Personajes legendarios todos ellos, como podéis ver. El único interés que acabaría teniendo esta serie sería la presencia de Weatherman, un tal Henry Bendix, que el guionista de los últimos números del primer volumen de la serie (un tal Warren Ellis, no sé si a alguien le sonará) aprovecharía para pegar un cambio de estilo y de alineación que haría que el nuevo grupo no tuviera nada que ver con el original más allá del nombre. Y en menos de dos años, ni siquiera eso. Cerrado el primer volumen de la serie, fue lanzado un segundo que duró menos de un año. El equipo creativo, Warren Ellis y Bryan Hitch, merecía un relanzamiento por todo lo alto. Y así nació The Authority, con la alineación que todos conocemos, Jenny Sparks, Apollo y Midnighter, Hawksmoor, Engineer, Swift y El Doctor.

Pasa el tiempo, con autores mejores y peores (por aquí estuvieron Mark Millar, Frank Quitely, Ed Brubaker o Dustin Nguyen, pero tambien Robbie Morrison y Dwayne Turner), y llega Flashpoint. Y un nuevo universo unificado. Y The Authority aparece en él… pero retomando el nombre original de Stormwatch.

stormwatch 4

La primera gran sorpresa fue la integración de un personaje clásico del Universo DC como el Detective Marciano en el grupo. La segunda, el guionista. Paul Cornell, guionista de una de las historias más recordadas de Doctor Who, el capítulo doble Human Nature/The Family Of Blood, no es una persona ajena al mundo de los cómics, pero sí que está bastante alejado del estilo macarra que tenía la Authority original, aunque sería sustituido por Paul Jenkins y después por Peter Milligan tras el primer arco argumental. Y la tercera, el tono, bastante más cercano a Planetary, otra serie del catálogo de Wildstorm, con conspiraciones sobre conspiraciones y oscuros dirigentes en la sombra.

La alineación que tenemos en esta última encarnación del grupo toma como base la clásica de The Authority, cambiando a Jenny Sparks por la encarnación del espíritu del nuevo siglo, Jenny Quantum, prescindiendo de Swift y del Doctor y añadiendo al Detective Marciano y a tres personajes nuevos: Adam Uno, un Benjamin Button que lleva siglos en el grupo, Harry Tanner, la Eminencia de las Espadas, llamado a ser un antagonista recurrente, y Proyeccionista, una controladora de información.

Se juega en la serie con el pasado del Universo DC, haciendo que Stormwatch sea la versión actual de los Demon Knights, también de Paul Cornell, convertidos en una versión a lo Planetary de la Liga de la Justicia, retocando conceptos que no necesitaban ser retocados. Así, el Transporte es ahora El Ojo de la Tormenta, una nave Daemonita con bastante mala baba (lástima que no le dieran más chicha a este tema) controlada por Engineer. En lugar de estar en la Sangría, está en el Hiperespacio. No se nos cuenta la formación de este grupo, pero sí el fichaje de Apollo y Midnighter… que siguen siendo homosexuales pero no pasan de una atracción mutua. Parece que lo de tener personajes gays casados con una hija adoptada está bien en Modern Family, pero para los superhéroes mainstream es un poco demasiado.

Los cuatro tomos publicados por ECC de esta serie no están mal. Suenan a algo ya conocido, pero siendo una adaptación de un cómic tan transgresor como fue en su día The Authority, quedan algo desangelados. Como muy blanquitos. A ver, que son una lectura agradable, pero dejan, al menos a los que leímos los tebeos originales, un regusto ciertamente nostálgico, sabiendo que esto podía haber sido más de lo que ha acabado siendo… o quizás no. Cuando trabajas para una editorial independiente tienes más libertad creativa que en la sección para todos los públicos (o algo) de un gigante empresarial. Quizás si se hubiera lanzado bajo el sello Vertigo…

(Nota: La serie duró originalmente hasta el número 30, y los cuatro tomos de ECC abarcan hasta el final de la etapa de Peter Milligan en el número 18. No busques, de momento, los doce restantes. Hubo cambio de equipo creativo -el cuarto guionista en año y medio, la inestabilidad creativa fue uno de los grandes males que tuvo esta colección- y el nuevo encargado, Jim Starlin, no llegó a pillar el tono de la serie. No los he leído, pero por lo que me ha comentado gente que sí lo hizo, fue uno de los trabajos menos inspirados en la carrera de este autor que, habitualmente, no pincha. Y teniendo en cuenta que el tomo 4 fue publicado hace ya casi tres años, apostaría por que los números que faltan no verán la luz.)