Llevaba tiempo diciendo que la fórmula del rincón superheroico de The CW estaba empezando a agotarse. La necesidad casi patológica de presentar una nueva serie casi cada año estaba empezando a saturar el Arrowverso, y aunque haya series que mantengan el nivel (o incluso estén muy por encima del que tenían en su primera temporada, como Legends Of Tomorrow), la sensación general es de que la cosa ya empezaba a cansar, por mucho que el crossover anual siga siendo de visionado casi obligatorio. Las últimas temporadas de Arrow fueron bastante plomizas, Flash lleva tiempo sin emocionar, Batwoman no termina de despegar por mucha inspiración que tenga en los cómics de Greg Rucka… Pero el problema no era que las series de televisión basadas en personajes DC no funcionen. El problema es que las series de Greg Berlanti han encontrado una fórmula que funciona (¿funcionaba?) y siguen con ella en piloto automático. La prueba de que aún se podía hacer algo interesante es que la llegada del canal de streaming DC Universe nos ha dado dos de las mejores series de televisión superheroicas que hemos visto en mucho tiempo: Doom Patrol y Titans. Swamp Thing tuvo unos oscuros problemas económicos que llevaron a su cancelación prematura, pero la serie del elemental verde también tenía su punto. Así que había curiosidad por lo que podía salir de Stargirl.
Los nombres implicados en esta serie ya nos hacían concebir una cierta esperanza. El creador de la serie es el mismísimo Geoff Johns, y toma como partida un cómic escrito por él mismo: Stars and S.T.R.I.P.E., la serie coprotagonizada por Courtney Whitmore y Pat Dugan, aunque con ciertas licencias. Tenemos también implicado a Greg Berlanti, que, aunque esta serie esté fuera del Arrowverso, es una figura que controla el medio como pocos y puede aportar su valiosa y eficaz experiencia, y a James Robinson, como productor y como guionista. Los nombres de James Robinson y Geoff Johns nos traen a la mente una de las mejores series que ha editado DC en lo que va de siglo: JSA, y se hace notar en este piloto.
La serie arranca con un flashback a diez años atrás, para mostrarnos la última batalla de la Sociedad de la Justicia de América, el grupo de héroes de la Edad de Oro que desapareció, derrotados por la Sociedad de la Injusticia, y vemos la muerte de quien funciona como líder del grupo en esta escena, Starman, que antes de cerrar los ojos deja claro que el legado debe seguir adelante. Y a estas alturas, los fans de la DC clásica ya tenemos los pelos de punta.
Sí, cierto, el personaje que sale en esta escena no es Ted Knight, es Sylvester Pemberton, que fue Star Spangled Kid, pero la sonoridad del nombre de Starman es mucho mejor y queda más coherente con la idea del legado planteada al arranque de la serie.
Evidentemente, el piloto, único capítulo visto hasta ahora mismo, es una presentación del tono y los personajes que iremos viendo a lo largo de esta primera temporada. Courtney Whitmore, nuestra protagonista, es una chica de 16 años, huérfana desde niña, que se muda al pueblecito de Blue Valley con su madre y su nuevo marido, Ted Dugan, y con el hijo de éste. El cambio de ambiente en plena adolescencia y la necesidad de empezar de cero en un nuevo instituto donde todas las relaciones sociales ya están definidas le da un punto de partida un tanto amargo al personaje a partir del que iremos evolucionando en próximos capítulos. La sensación que dan los poco más de cincuenta minutos vistos es que tendremos un híbrido entre una serie de instituto (el tono es notablemente más juvenil y luminoso que el de las demás de DC Universe) y una de superhéroes. Vamos, un Titans meets Hannah Montana.
En este entorno y totalmente por azar, Courney encuentra la vara cósmica de Starman que su padrastro, que resulta ser el sidekick del Starman original, guarda en el sótano de su nueva casa. Una vara que reacciona a su futura nueva portadora, planteando ciertas preguntas sobre su difunto padre, y que Courtney utiliza como válvula de escape. Por cierto, la vara en cuestión es un objeto inanimado pero con una muy simpática personalidad. Recuerda, en cierto modo, a la alfombra de Aladdin. La versión animada, que la otra nunca ha existido.
De momento, y teniendo sólo un capítulo emitido, es pronto para opinar. Pero de lo que sí hemos visto, nos queda claro que los cómics de DC son mucho más que una simple inspiración, lo cual no sorprende teniendo a uno de los pilares de la editorial como showrunner de la serie. También tenemos una pareja protagonista que, aunque acabamos de empezar a ver relacionarse, puede dar momentos bastante divertidos. Y un nivel visual muy cuidado. Mis miedos tenía de que S.T.R.I.P.E. fuera a parecer un transformer chungo… y oye, que queda muy bien. He visto películas estrenadas en cine menos resultonas que este piloto.
¿Recomendable, entonces? Yo diría que sí. Vale, ha habido series cuyo piloto ha resultado prometedor y han terminado resultando plomizas, pero en Stargirl tenemos un equipo creativo detrás que, como mínimo, conoce al detalle el producto que adapta, y una cadena que ya ha dado en la diana en dos ocasiones. Puede que las películas basadas en el Universo DC no terminen de arrancar, pero en televisión es la reina indiscutible. Así que si te llama la atención un producto juvenil con un tono más cercano a Shazam que a Batman v Superman pero con muchísimo cariño a la DC más clásica, Stargirl te puede dar más de una alegría.