Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Spriggan 1, de Hiroshi Takashige y Ryouji Minagawa

Spriggan 1, de Hiroshi Takashige y Ryouji Minagawa
Guion
Hiroshi Takashige
Dibujo
Ryouji Minagawa
Formato
Blanco y negro con, 8 páginas a color, 308 páginas. Tamaño: 15x21
Precio
12,95 €
Editorial
Panini Comics. Diciembre 2021

Los aficionados al manga estamos viviendo una verdadera edad dorada en estos momentos. La industria del cómic japonés goza de mejor salud que nunca y a las decenas de novedades que hay cada mes debemos sumarles un buen número de reediciones de obras míticas publicadas en el país del sol naciente en los 80 y los 90. Series como Akira, El puño de la estrella del norte, Captain Tsubasa, 3×3 Eyes, Dragon Quest o, la colección que nos ocupa, Spriggan vuelven a las librerías en una edición más definitiva que la anterior e incluso, en algunos casos, completa por primera vez.

spriggan

Este sería el caso de Spriggan, de Hiroshi Takashige y Ryouji Minagawa. Publicada originalmente entre 1989 y 1996 en la revista Shônen Sunday, contó con una primera intentona de publicación en España en el lejano año 1993. Por aquel entonces el manga estaba empezando a despuntar por estos lares. No obstante, el mercado nacional no estaba todavía preparado (o por lo menos le costaba abrazar el cambio) para el formato tomo japonés, por lo que se solían publicar las series en grapa o prestigio, como venía haciendo Viz Media en Estados Unidos. A menudo las traducciones partían de la versión americana y rara vez se contrastaba con el texto original.

De esta manera se publicó la miniserie de tres números de 48 páginas titulada Striker: El guerrero blindado, que no era otra cosa que Spriggan. Han tenido que pasar casi treinta años para poder disfrutar de esta serie de manera completa en forma de colección de ocho tomos dobles con páginas desplegables a color publicados por Panini. Que Netflix estrene este año una nueva serie animada (Spriggan ya contó con un filme animado en 1998) ha ayudado bastante.

Spriggan. Acción a raudales

La premisa de Spriggan es sencilla. Conoceremos la historia de Yu Ominae, un estudiante de 16 años que forma parte de las fuerzas especiales de la corporación Arcam, que se dedican a proteger el mundo de organizaciones malvadas que quieren conquistar el planeta, sirviéndose para ello de la ayuda de artefactos místicos perdidos a lo largo de la historia del hombre. Para cumplir con su misión, Yu usará las habilidades que le proporciona el Spriggan, un traje que potencia su fuerza, velocidad, resistencia…

spriggan

Como podréis deducir, Spriggan es un shonen de manual. Un tebeo repleto de acción que repite la consabida fórmula de ir de un lado a otro como si fuera una gymkana a escala planetaria. A la vez, seremos testigos de combates con enemigos de un nivel de poder mayor al anterior. Y tiene pinta de que será así hasta su conclusión.

¿Esto hace que Spriggan sea un mal tebeo? Para nada. Pero debemos ser conscientes que el tipo de obra que nos vamos a encontrar es hija de su época. Estamos ante un manga realizado por unos autores que estaban al comienzo de sus respectivas carreras. Otro aspecto que se resiente un tanto son los chistes de profundo calado machista que, vistos hoy en día, resultan bastante rancios. No son nada que no se haya visto en series como Ranma, Dragon Ball o Chicho Terremoto (donde las bragas de una mujer son objeto de culto fechista), pero, de nuevo, prefiero avisar para que luego no haya alguien que se tire las manos a la cabeza.

spriggan

Quitando estos detalles, la historia de Hiroshi Takashige se lee de manera fluida, enganchando por la hábil mezcla de elementos provenientes de géneros tan dispares como la ciencia ficción, romance (culebrón para adolescentes, que no olvidemos que el prota tiene 16 años), el Henshin Hero o el Super Sentai. Resulta muy interesante ya que, al menos en este primer volumen, los objetos que deben rescatar o proteger vienen de mitologías o religiones muy dispares entre sí, lo que hace de Spriggan un manga muy atractivo que, pese a la repetición de esquemas a la hora de solucionar los conflictos, puede ofrecer una variedad de escenarios nada desdeñable.

También es destacable el atractivo dibujo de Ryouji Minagawa que, habiendo debutado solo un año antes con la serie Heaven, demuestra un trazo sólido y dinámico, especialmente en las abundantes escenas de peleas.

En definitiva, Spriggan es una obra con potencial, pero hasta que no lea un par de tomos más no me veo capaz de ir haciéndome una opinión completa sobre la misma. Si os gustan los mangas con aroma a clásico que sean trepidantes y la mar de entretenidos, no esperéis más porque seguro que os gusta.