Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Spirou y Fantasio Integral 2. Franquin.

Spirou y Fantasio Integral 2. Franquin.
Guion
Franquin.
Dibujo
Franquin.
Formato
208 páginas a color. Tapa dura. 22x30 cms.
Precio
29,50 euros.
Editorial
Dibbuks.. 2018.

Saludos, mis queridos lectores. Ay, qué cansado estoy hoy. Acabo de llegar de Palombia y estos viajes tan largos a mí me matan. Pero lo importante es que he podido sacar muchas fotos de Fantasio y Spirou “cazando” marsupilamis. Y se las he llevado a Dibbuks, que las ha recopilado en este Spirou y Fantasio Integral 2 que reseñaremos hoy.

Seguimos con la publicación de integrales de Spirou. Con este segundo tomo entramos de lleno en la época Franquin. Se siente a gusto con el personaje, le dejan hacer. Quizás no son los mejores de su producción, los más conocidos y leídos, pero el autor ya pone ante nuestros ojos lo que está a punto de llegar.

La edición incluye 12 páginas hablando sobre el autor, la obra y contándonos detalles y curiosidades. Como siempre, me ha sabido a poco. Ya que estamos en medio de una edición completa, el formato es el mismo de los demás tomos, claro. Recordémoslo: Tapa dura, a todo color, 22×30 centímetros. En este caso tendremos 208 páginas.

Como opinión personal de coleccionista vicioso, he de reconocer que la decisión de Dibbuks de poner el lomo de cada tomo en un color diferente y liso me parece acertada por dos motivos: quedan bien en la estanteria y es más facil diferenciar los tomos. Pero claro, me imagino los 16 tomos que tendrá la colección formando una única ilustración y babeo. Como os decía, opiniónes de coleccionista vicioso :-).

Tenemos en esta ocasión tres álbumes creados entre 1950 y 1952: Hay un brujo en Champignac, Spirou y los herederos y Los ladrones del marsupilami.

Spirou

Empecemos con la historia, con los guiones de Franquin. Se acaban aquí las historias cortas, los chistes pensados para un formato de revista, de leer y olvidar. Tenemos  historias largas, que hacen referencia unas a las otras. Podríamos considerar que Spirou y los herederos no dejan de ser tres historias cortas unidas por un hilo común; pero a su vez presagia la siguiente historia, que puede ser considerada su continuación. Tal vez aquí tengamos el punto exacto del cambio de modelo.

Y sobre todo tenemos personajes de largo recorrido. Veremos aparecer aquí al conde ese de las setas, dejad que coja aire, un tal Pacôme Hégésippe Adélard Ladislas, toma ya. O a Zantafio, primo malvado de Fantasio (Zantafio, Zorglub… si, parece que  Franquin le tenía cierta manía a los personajes que empiezan con Z :-)). O a ese alocado alcalde de Champignac. Y al marsupilami, por supuesto.

Una de las grandes ventajas de esta seire para el lector español es que Franquin no abusaba de los juegos de palabras que tanto gustan a los guionistas y lectores franceses. El humor está más enfocado a la acción, a los diálogos, a las situaciones divertidas o absurdas. Pero también es un humor muy deudor de las películas cómicas de los años 20 y 30.  Esos personajes corriendo, pasando de una acrobacia a otra, tropezando o escurriéndose por el suelo…Solamente faltan tartas en las caras :-).

La parte visual de este humor nos lleva directamente a hablar del dibujo. Hay, quizás, una pega que ponerle al dibujo de este Franquin. Y es que todavía no es la preciosidad de dibujo que será cuando los personajes se asienten.

Estamos acostumbrados al Conde, al Fantasio de la época más clásica. En comparación y visto 60 años después, el dibujo parece algo tosco, poco trabajado. Esto se nota sobre todo en los vehículos. La pasión de Franquin por dibujar coches precisos y reconocibles no regala modelos que a día de hoy se ven raros y envejecidos.

Pero claro, no podemos culpar al Franquin de 1950 que dibujaba bólidos de carreras precisos de que parezcan extraños para el lector de 2018, acostumbrado a los vehículos de Fórmula 1.

Si nos fijamos en los paisajes, en el movimiento o en la acción; tenemos a un Franquin que sabe perfectamente lo que hace.  Y esos edificios. Oh, esos edificios. Sin caer en el dibujo recargado, pero huyendo del edificio estandar y sin personalidad, el autor alcanza un precioso y magistral término medio.

Adoro los edificios de Franquin.

Y no nos olvidemos de un juego del autor con los lectores. En medio de la acción dibujada y narrada, tenemos pequeñas historias, breves escenas que pasan desapercibidas en el momento de leer pero en las que reparamos cuando terminan o llegan a su conclusión. Podemos estar concentrados en el interrogatorio a la esposa de un sospechoso y no darnos cuenta de que Spip ha desaparecido y le han pasado cosas hasta que volvemos a verlo unas viñetas después.

Spirou

Ahí es donde vemos el arte  del narrador.

El tomo incluye a lo largo de sus páginas diferentes portadas de los álbumes y de la revista Spirou, así como dibujos y bocetos a página completa. Y para terminar hay una entrevista a Franquin, obra de un periodista de la revista Spirou, un tal Fantasio.

No quisiera terminar sin mencionar a Lorenzo F. Diaz, que ha traducido estas historias. Recordemos que los traductores hacen un buen trabajo cuando no notamos que estamos leyendo una traducción. Y en este caso no hay nada que nos saque de la historia.

¿Por qué leer Spirou y Fantasio Integral 2?

Acción, aventuras y comedia. Apto para lectores veteranos o recién llegados. Entramos en el periodo clásico de los personajes. La maravillosa edición de Dibbuks. Esa carrera de coches clásicos de los años 50.

¿Por qué no leer Spirou y Fantasio Integral 2?

No lees cómic europeo. Para iniciar a jóvenes lectores en el personaje quizás no es el tomo más adecuado.