El presente año 2023 está siendo muy movidito en Panini Cómics. La editorial ha estrenado un buen número de formatos de tipo y condición. Desde los lujosos Obras Maestras Marvel y Marvel Gallery Collection, hasta otros más económicos y populares del tipo de Marvel Saga TPB o la flamante nueva Biblioteca Marvel. En un punto intermedio tendríamos la línea Marvel: la colección completa dedicada a recuperar tebeos de todo tipo como Peter Porker, Power Pack o, la que nos ocupa, Spider-Man 2099.
La línea 2099 de Marvel comenzó a publicarse en 1993. En aquella época, Marvel y DC habían perdido buena parte de su monopolio en las listas de ventas por culpa de la pujante Image Comics que, con sus portadas llenas de brillitos, coloreado por ordenador y demás trucos de artificio daba la sensación de ser mucho más moderna que sus rivales. En el seno de la Casa de las Ideas necesitaban un revulsivo, por lo que el editor Tom DeFalco dio un golpe sobre la mesa creando esta nueva línea editorial. Y es que, si Image era moderno, ¿qué podía ser más moderno que toda una serie de colecciones ambientadas en el futuro lejano de la editorial?.
De esta manera Spider-Man 2099 llegó al mercado junto con Muerte 2099, Punisher 2099 y Ravage 2099 (personaje sin encarnación “pasada” escrito por Stan Lee). De golpe y porrazo, mientras que en el Universo 616 los mutantes lo estaban petando de lo lindo a la vez que Spider-Man comenzaba a languidecer, o la línea Héroes Marvel era bastante mediocre (con la salvedad de Hulk de Peter David), los lectores tendrían la ocasión de disfrutar con toda una serie de colecciones que partían de cero.
No obstante, el fantasma del estrepitoso fracaso del Nuevo Universo de Jim Shooter todavía dolía en el seno de la editorial. Por ello, con la intención de no repetir algunos errores del pasado, recurrieron a autores de prestigio. Para Spider-Man 2099 se contrataron los servicios del mencionado Peter David, que atravesaba uno de sus mejores momentos creativos. Él fue el responsable de crear a Miguel O`Hara y todo su entorno.
Peter David tomó la mejor decisión posible con respecto a Miguel, pues su personalidad sería completamente opuesta a Peter Parker. Este Spider-Man 2099 es un completo narcisista, es egoísta, algo mezquino y consiguió sus poderes de manera trágica al volverse, de manera involuntaria, adicto a una droga ilegal. Sí existe cierto paralelismo con el trepamuros que todos conocemos a la hora de decidir que usaría sus dones para proteger a los inocentes en la medida de lo posible. Por fortuna, no tenemos un equivalente al Tío Ben. Aquí el culpable (por llamarlo de alguna manera) fue una nueva versión de un villano clásico cuyos horribles actos hacen que Miguel se plantee muchas cosas.
Estamos ante un material mucho más influyente de lo que pudiera parecer. El Cabeza de Red del futuro (aunque su máscara bebe de la herencia étnica del protagonista y está inspirada por la festividad del Día de los Muertos mexicana) no dispone de lanzarredes mecánicos, él mismo segrega sus redes de manera orgánica. Tampoco se pega a las paredes “porque sí”, sino que usa sus garras y espolones, que surgen debido a la sustancia que ingirió para tratar de curar su adicción. Ambos elementos fueron lo suficientemente llamativos para que Sam Raimi los aplicase a su versión del héroe que nos ofreció en su recordada trilogía.
Sin dejar de hablar de Peter David, he de decir que me parece asombrosa la capacidad que tiene para crear un mundo desde cero, incluyendo un buen número de secundarios que darán bastante que hablar. La novia de Miguel es un poco neurótica, su hermano no para de preocuparse, su madre está chalada y su jefe es una suerte de Norman Osborn todavía más megalomaníaco. Por no mencionar, la IA del apartamento de Miguel, que seguro que nos dará más de una sorpresa (la coña con la Tía May es impagable). Es flipante cómo, en apenas unas pocas páginas y unos cuantos diálogos, cada personaje queda perfectamente definido.
Otro detalle que me gusta de la colección de Spider-Man 2099 es que el futuro que presenta no tira de tópico para mostrarnos un mundo post-apocalíptico. Estamos ante una estructura de grandes urbes donde la desigualdad social que vivimos actualmente no hace otra cosa que acrecentarse, debido a los avances tecnológicos (vamos, lo que mismo que va a pasar con la realidad). Puede que estas megaciudades beban un poco del Juez Dredd de 2000 AD, con un cuerpo de policía bastante expeditivo gestionado por el Ojo Público, una suerte de Gran Hermano que todo lo ve.
Pero más que lo que cuenta, me gusta más lo que no cuenta. Las pequeñas pistas que van quedando diseminadas a lo largo de las páginas: ¿Por qué colapsó la llamada Edad Heroica?, ¿A qué es debido que Thor tenga un culto y una legión de chalados que lo alaban denominándose a sí mismos como “Thoritas”? Sospecho que alguna de estas cuestiones será respondida en el crossover “La caída del martillo” que, si todo va bien, será publicado de manera integral en un futuro volumen.
No me olvido de la parte artística. Rick Leonardi realiza uno de los mejores trabajos de toda su carrera, empezando por el diseño del nuevo traje de Spider-Man. Su narrativa deja con la boca abierta en las numerosas escenas de acción que nos encontramos a lo largo de este tomo. Da gusto ver la manera en que mete tantos personajes, edificios o detalles en cada viñeta y la claridad y frescura con que son representados. No se me ocurre un mejor artista de la época para ilustrar las palabras surgidas del procesador de textos de Peter David.
En definitiva, Spider-Man 2099 es una serie que merece mucho la pena. El equipo creativo se las ingenia para que la esencia “clásica” del personaje sea palpable a la vez que le da una vuelta de tuerca a todos los tropos establecidos en la mitología arácnida, bravo.
Cabe destacar que el material que Panini recopila en esta primera entrega de Spider-Man 2099: La colección completa nunca se había reeditado en España desde que Fórum publicó el material en grapa allá por los años noventa. Espero que las ventas acompañen porque me he quedado con ganas de más.
La edición de Panini incluye extras como bocetos de alguna portada y páginas interiores, anuncios de la época o cubiertas de la revista publicitaria Marvel Age.