Llegamos al final del spiderevento de la temporada. Han sido cinco meses, tanto en la edición en castellano como en la original, plagados de ideas loquísimas, de acción, de versiones de Spiderman de todo pelaje y de mucha inspiración en el evento original. ¿Y ha merecido la pena? Bueno. Depende de lo que estuvieras esperando de esta serie.
Spidergedón ha terminado siendo una historia en cinco frentes distintos (sí, lo del circo de cinco pistas nos viene a la cabeza), de los cuales han visto la luz en esta miniserie cuatro de ellos, uno por serie limitada original. Recapitulando, hemos tenido por aquí Spidergedón (el meollo principal contra los Herederos, dirigido por Otto Octavius, el Spiderman Superior), Spider Force (con Kaine y su equipo intentando evitar que los Herederos resuciten a Solus), Spider Girls (con la investigación de unos pergaminos arácnidos proféticos que pueden tener la clave de la derrota de los Herederos) y los últimos números de Spectacular Spiderman (en los que tenemos el enfrentamiento entre Peter Parker y Morlun, ayudado por Miles Morales y Jonah Jameson). No consideramos un frente la serie limitada Bóveda de arañas, por ser meras presentaciones de personajes olvidados y/o nuevos, y queda fuera de la serie limitada de Panini los números de Spider Gwen, que se van al tomo con el que arranca su nueva serie regular, Ghost Spider, de la que hablaremos en breve.
Terminada la lectura de Spidergedón, ha sido exactamente lo que nos estaban ofreciendo desde el principio: Spidermanes contra Vampiros parte II. La originalidad es prácticamente nula, limitándose a alguna sorpresa puntual, como tener a Octavius de líder del bando arácnido en lugar de a Peter Parker o a cierto personaje convertido en el Capitán Universo. Pero, en general, la sensación que nos deja es “mas de lo mismo”.
Más de lo mismo, sin duda. Llevamos diciendo desde que este evento vio la luz que en ningún momento pretende ocultar su condición de secuela clarísima de Universo Spiderman, pero también hay que reconocer que Christos Gage demuestra tener un oficio envidiable, y que ojalá se prodigara más por el cómic mainstream. Gracias a su labor en este evento, se ha ganado un puesto en la oficina arácnida, al frente de la serie Superior Spider-Man, reutilizando y desarrollando, como ha hecho en estas páginas, conceptos creados por Dan Slott.
La verdad es que Gage consigue a lo largo de los personajes utilizados aquí representar una buena parte de los diferentes enfoques que ha tenido Spiderman a lo largo de la historia. Tenemos héroes clásicos, tenemos antihéroes, tipos maduros, adolescentes, versiones oscuras, humorísticas… prácticamente cualquier lector de cualquier época de Spiderman encontrará un personaje aquí al que coger cariño. Y sí, hay lectores que tienen cariño a Kaine. Tenemos, quiero decir. Además, prácticamente todos los personajes principales tienen su momento protagonista. No, los presentados en Bóveda de arañas no. Aunque alguno de ellos pueda tener su interés, no dejan de ser personajes de relleno, y su labor es poco más o menos hacer bulto en escenas de esas con spidergente en cada rincón de la página.
La sensación final que nos ha dejado Spidergedón es que es un exploit sin complejos del evento original para aprovechar el tirón comercial de la fabulosa Spiderman: Un nuevo universo. Muy buen desarrollo de personajes y unas buenas dosis de acción palomitera de lo más entretenida, pero no tiene suficiente chicha como para que pase a la historia del personaje. Eso sí, si eres de ese tipo de lector que se lo pasa como un enano viendo un puñado de versiones alternativas del mismo personaje -yo lo soy-, Spidergedón tiene la cantidad justa de fanservice para hacerte pasar un rato de lo más entretenido.
