Se dice a menudo que en el cómic superheroico norteamericano, las series regulares protagonizadas por supervillanos no suelen funcionar. Algún intento ha habido a lo largo de los últimos sesenta años, pero habitualmente en series limitadas o en colecciones regulares que son canceladas tras una corta cantidad de números. Pero claro, el cómic británico no es el norteamericano, aunque compartan idioma y ciertos rasgos temáticos comunes. Los hijos de la pérfida Albión no tienen problemas en convertir a un villano en el protagonista de una historia, y eso es precisamente lo que tenemos entre manos hoy: Spider es un delincuente que quiere convertirse en el rey del crimen. Un fascinante personaje con el que Dolmen inaugura la línea Albion, dedicada a recuperar clásicos del cómic del Reino Unido.
Spider es un personaje de aspecto siniestro y un tanto alienígena cuyo objetivo vital es crear un imperio criminal para cometer crimen a una escala como nunca ha soñado el hombre, según declara en una de sus primeras apariciones. Para ello, se va haciendo con los servicios de un grupo de delincuentes a sus órdenes, entre los que destacan el revienta cajas fuertes Ray Ordini y el inventor Professor Pelham en el papel del tradicional científico loco. Las historias de Spider tienen una mezcla de géneros bastante identificable. Tienen un toque de historias de ladrones de guante blanco, con sus planes imposibles para cometer el delito de turno. También es apreciable una cierta influencia de las historias de 007, que debuta en el cine tres años antes de la primera aparición de Spider, con los gadgets científicos que Q le suministraba a James Bond y aquí podemos identificar en la pistola que lanza telarañas, el gas somnífero o el no explicado medio por el que Spider es capaz de trepar por paredes verticales. Y también hay pinceladas cifi aquí y allá que nos podrían recordar al también británico Doctor Who, con androides, antiguas civilizaciones y un coche volador que podría recordarnos a la TARDIS.
Spider fue publicado originalmente en la revista semanal Lion, en entregas de entre dos y cuatro páginas, entre 1965 y 1969. Al principio de cada entrega se hace un pequeño resumen de los acontecimientos previos de cada historia serializada. Pasadas las primeras páginas, de presentación, cada entrega empieza con un cuadro de texto cuya primera frase es siempre «Spider era un genio criminal que usaba su fantástico equipo para tejer su propia telaraña». Y en un buen puñado de entregas se hace referencia a que el gas con el que Spider paraliza a su antagonistas es inofensivo. Quizás por ello, la lectura de una sentada de este tomo puede hacerse un poco repetitiva en momentos así, pero también es cierto que el ritmo trepidante de las historias, la imaginación que tienen y el fascinante dibujo de Reg Bunn, que tiene un cierto horror vacui, hacen que aunque repetitiva la lectura no se haga pesada en ningún momento. Pero sí que es recomendable dosificarla.
El material que tenemos en este tomo abarca el primer año de la serie y fue reeditado en el tomo The Spider’s Syndicate of Crime de Rebellion a principios de 2021. Es de suponer que el resto del material irá siendo reeditado en tomos sucesivos y que iremos teniendo la edición de Dolmen según vaya avanzando la edición original.
Spider es una creació de Ted Cowan al guion y Reg Bunn al dibujo, pero a partir de la tercera historia, Cowan es sustituido por Jerry Siegel, el cocreador de Superman, el único autor implicado en esta serie que ha tenido auténtica fama fuera del mercado británico, pero que a decir verdad ya la traía de antes.
La edición de Dolmen sigue fielmente la del tomo editado por Rebellion, actual propietaria de los derechos del personaje que entró en el mercado del cómic con la compra de 2000AD en el año 2000. En la edición española tenemos la portada de Chris Weston para la edición especial inglesa en tapa dura, con cuatro páginas de artículos sobre la historia del villano y sus creadores. Pero la edición que tenemos aquí tiene varios extras adicionales y exclusivos: quince portadas de las primeras ediciónes en castellano de este material. Así, aparece aquí la portada de Spiderman contra el Dr. Misterioso (sí, de verdad se llamó así), editada por Vértice en 1967, y varias de Spider el hombre araña, una segunda edición de 1968 también de Vértice. También hay varias portadas de Hora T , de Editorial Bruguera, donde sus historias fueron serializadas a partir de 1975 como El hombre araña. Las portadas de Vértice son de Rafael López Espí, y las de Bruguera, de Antonio Bernal.
Una vez más, hay que aplaudir el esfuerzo de Dolmen en la recopilación de grandes clásicos del cómic que quizás no han tenido suficiente reconocimiento con la calidad que tienen. Así, en los últimos tiempos hemos podido disfrutar de Pobre Lampil, Bobo o Pumby. Spider es la primera entrega de un nuevo sello editorial en el que se recuperarán títulos como El Imperio de Trigan o Zarpa de acero, según ha anunciado la editorial en su canal de youtube. Si la calidad del material y de la edición en castellano está a la altura de lo visto en este volumen inaugural, el sello Albion va a ser una compra fija.