Oscar Martín lleva acompañado del personaje de su propia creación, Solo, desde hace veinte años. Comenzó como un ejercicio de evasión, más que un intento de sacar adelante una serie, que autoeditaba y que gracias a su popularidad fue dando saltos de calidad de las casi ediciones por fotocopias hasta ediciones más cuidadas. En 2009 la editorial Ominiky Ediciones, que aquí se encarga de la maquetación y rotulación, siguió publicando nuevas aventuras del personaje, ya en color y con las series Historias Caníbales, Los Supervivientes del Caos o Crónicas Salvajes. Aprovechando el vigésimo aniversario, Martín ha realizado este reboot, redibujando la serie original y corrigiendo algunos errores narrativos que ha aprendido a lo largo de su carrera en este tomo que ahora edita Panini, Solo: Mundo Caníbal.
La historia está ambientada en un mundo postapocalíptico, donde se nos presenta a Solo, una rata de aspecto antropomórfico, que se dedica a cazar para alimentar a su familia. Un día, tras llegar a casa después de buscar sustento, encuentra que su mujer y sus hijos han desaparecido. Poco después se enfrenta a un grupo de monines (un ejército de monos también antropomórfico, como todos los animales que salen). Investigando un poco, descubrirá que los monines secuestran a las mujeres rata para llevarlas a los humanos, que tienen un espeluznante destino reservado para ellas. En otra de las aventuras que se incluyen en el tomo, Solo rescatará a un cachorro de perro de caza (Basset Hound) al que alimentará y enseñará a defenderse por sí mismo.
El trabajo de Oscar Martín es espectacular. Si ya lo era en sus primeros dibujos allá por 1997, cuando trabajaba para Disney y dibujaba la serie de animación de Tom y Jerry, con el paso del tiempo, su técnica se ha ido depurando hasta resultar una delicia para la vista. Es un dibujo que bebe mucho de la animación, y especialmente del estilo Disney, algo que le sucede también a Juanjo Guarnido con su Blacksad, obra con muchos puntos en común con esta Solo, aunque aquí los animales antropomórficos conviven con los humanos y se supone que son el producto de un supuesto accidente.
La ambientación es muy heredera de Mad Max, de la clásica, la del 79… con ese mundo árido en el que los árboles son algo del pasado y todas las razas conviven intentando alimentarse de aquellos a quien consigan matar (de ahí lo de Mundo Caníbal). Pero además, Martín va dando volumen a su mundo a través de ciertas razas de animales o monstruos, y dotando a esta obra de una lucha entra clases luchadoras que lo hace aún más interesante. Así, tenemos a los gusanos, que salen de la tierra solo cuando huelen sangre; los solitarios, temibles cazadores muy bien entrenados y a los que es mejor evitar; los cachocarnes, unas mezclas de hiena y oso de gran tamaño; o los moradores de la oscuridad, enormes monstruos que suelen esconderse en cavernas.
Si algo me gusta del dibujo es su expresividad, no solo por esos rasgos faciales que consiguen que un animal tenga una expresión humana, y que es tan típica de la animación, sino porque cuando hay movimiento y sobre todo en las escenas de acción o las peleas, las dibuja muy bien. Cuando Solo o cualquiera, caen al suelo, ves perfectamente la inercia que llevaban gracias a esos dibujos en los que ves cómo todo el peso del cuerpo hace que choquen contra el suelo o cualquier otra cosa.
La trama está bien llevada, va mostrando cada vez más en su primera mitad, y tiene el tono adecuado para este tipo de historias tan pesimistas en un mundo en el que hay muy poco sitio para la esperanza. La segunda mitad sí la he visto un poco más sin un rumbo aparente, y además concluye de un modo inesperado.
Sí me gustaría dar un pequeño tirón de orejas a Ominiky por su rotulación. Este tomo contiene bastantes erratas, que es algo que para un tomo de esta calidad y precio no se debería haber tomardo a la ligera. Para los que somos muy tiquismiquis con esto, puede llegar a sacarnos de la historia y deberían haber revisado mejor el producto final.
Al final del tomo se incluyen una serie de extras que le dan mucho más valor al tomo. Oscar Martín va presentándonos algunas páginas originales y nos explica lo que ha cambiado, cómo ha rediseñado algunas escenas, cómo ha corregido algunos fallos narrativos y ver ese antes-después resulta muy interesante. Además, se incluyen fichas de las clases de monstruos/animales y un epílogo del propio autor, así como las portadas originales de las grapas de 1997.
En definitiva, Solo: Mundo Caníbal.
Oscar Martín recupera y rebootea su obra original con unos dibujos fabulosos. Nos hace volver a este mundo postapocalíptico donde conviven animales antropomórficos con humanos y nos deja con ganas de más. Nos deja con ganas de conocer más tipos de animales, más clases luchadoras, de disfrutar en definitiva de un mundo que aunque bebe de muchas referencias conocidas, tiene una personalidad potente y personal. Ojalá Panini pueda seguir recuperando más material o hacernos soñar con ver más material nuevo. Sin duda, el autor y el personaje lo merecen. Comenzó en octubre con Los Supervivientes del Caos y ahora trae Mundo caníbal, esperanzas podemos tener…
Os recuerdo, que tenemos un pequeño vídeo de la presentación de la exposición de originales de esta obra en esta entrada.
Lo mejor: El apabullante dibujo de Oscar Martín, su expresividad y su potencia.
Lo peor: Las erratas tipográficas.
Para los que añoráis al personaje de Solo. Para seguidores de Martín. Para los que gustan del buen tebeo español.