Aunque en los USA se puede encontrar otros títulos como Backstagers o Fence, en España el sello Boom! Box no es demasiado conocido. Boom! Box es una subdivisión de Boom! Studios con un tono juvenil además de un cierto aire vanguardista. Hasta la salida de Slam! The next jam por nuestros lares, de este sello sólo nos había llegado alguna historia de Leñadoras y la anterior entrega de Slam!, pero Fandogamia se pone manos a la obra para traernos esta segunda miniserie recopilada en un tomo.
Así pues, Slam! The next jam continúa las cosas donde los dejamos y los sucesos del final del tomo anterior marcan la premisa inicial de esta historia, con las consecuencias en el día a día de nuestras protagonistas. Con Dodo (Maisie) lesionada y Knockout (Jennifer) expulsada de la liga, nuevos horizontes se abren para ambas en los dos ejes centrales de Slam!: sus vidas y relaciones personales y el roller derby, pilares que a su vez están íntimamente ligados entre sí.
De algún modo, en Slam! The next jam permanecen todos los ingredientes que tuvimos en el primer tomo: el mensaje de empoderamiento y sororidad, los personajes bien caracterizados y con su propia historia que contar, el roller derby como hilo conductor de la superación y amistad… sin embargo, también tenemos una cierta pérdida de frescura, tanto en el concepto, como en los personajes. Si bien era obvio que no era un tebeo dirigido a señores cuarentones, la energía de Slam! abría la posibilidad de disfrute para todos más allá de tu sexo, edad o interés por el roller derby. Tal vez en esta ocasión tengamos un exceso de énfasis en el mensaje de superación que agrava el tono divertido que caracterizaba a Slam! Del mismo modo, esta segunda entrega cierra aún más el foco en el roller derby, que hace primar su propiedad de eje vertebrador omnipresente por encima de su contenido simbólico. Slam! es una de esas ideas que funciona mejor cuanto menos explicas y quizá ahondar en detalles no le sienta especialmente bien.
Tampoco ayuda el cambio de dibujante. Marina Julia (Leñadoras, Hora de aventuras) carece de la potencia y la habilidad caracterizadora de Veronica Fish. Cada personaje ya no es tan único y arrollador como lo era en la primera entrega y el tebeo no se mueve con la misma viveza y solidez. Tampoco es que observemos ninguna carencia grave en Marina Julia, pero cuando partes de una premisa como la de Slam!, sencilla y directa, la fuerza con la que te llega la historia se sitúa incluso por encima de lo que te cuenta la misma y ahí la labor del dibujante es crucial. Julia es correcta donde Fish era arrolladora.
Tal vez lo mejor de Slam! era su franqueza y falta de aristas. Detenerse en ello o añadir ruido le hacen un flaco favor, que deriva en una pérdida de fuelle. Slam! The next jam sigue conservando unos personajes interesantes, una trama bien construida y un buen puñado de ideas que transmitir, pero queda ensombrecida por el empuje con el irrumpía en la primera miniserie.