Tras el éxito de Leñadoras (en la que sustituyó como guionista a Noelle Stevenson), su webcomic Supercakes , pero sobre todo la reciente Snapdragon , donde ya fue autora completa, Kat Leyh vuelve con Sirenas borrachas , una novela gráfica dirigida a lectores algo más adultos que la anterior, pero aún jóvenes. De hecho la anterior fue editada en el sello Astronave y aquí ya directamente con el de Norma Editorial, lo cual da una idea de que no tiene un toque tan infantil… y ahora sabréis por qué.
Y es que Sirenas borrachas cuenta la historia de Tooth, Pearl y Eez, tres sirenas aficionadas al licor que encuentran en barcos o cae al fondo marino que, tras quedarse sin el líquido que tanto les gusta, deciden realizar un hechizo con el que poder hacerse pasar por humanas y hacer buen acopio de alcohol. Tras habituarse un poco a las costumbres humanas y pasar varios días de farra, se dan cuenta de que la vuelta al mar no es tan fácil como pensaban, porque no saben cómo romper el hechizo que las mantiene en forma humana.
Leyh se saca de la manga una mezcla de La sirenita con Terminator , aderezado de un poco de El hombre de California , y nos trae una historia tremendamente divertida y fresca, a pesar de las muchas referencias que se nos pueden venir a la cabeza. Las tres sirenas son tres jóvenes fiesteras, con sus impulsos y sus imperfecciones que las hacen absolutamente identificables con cualquiera de nosotros. Tooth es la fortachona del grupo, Pearl rellenita y Eez delgada y con tatuajes por el cuerpo, la experta en magia del grupo… y la más frágil de las tres amigas. En la tierra conocerán a Vivi, una camarera de corazón noble, probablemente demasiado hospitalaria, que las conoce en el bar que da nombre al cómic (aunque el original sería Sirenas sedientas) y las ayudará a sobrevivir.
La obra comienza con las típicas escenas de malos entendidos a la hora de vestir, acostumbrarse al sistema económico y pagar por lo que se consume, y mantener unas normas mínimas de convivencia. Pero a partir de ahí es, probablemente, donde la obra gana en interés, porque mientras Eez sigue investigando la manera de romper el hechizo, Pearl y Tooth intentarán trabajar para ganarse la vida y no aprovecharse de la hospitalidad de Vivi. Ahí es donde la obra adquiere madurez y no se deja arrastrar por la inercia de la fiesta y las borracheras, sino que muestra que la vida es mucho más que andar de bar en bar.
El dibujo de Leyh es muy divertido, con un estilo cartoon, sencillo, con un trazo limpio y un uso del color digital con paletas muy satinadas que funcionan muy bien con los ambientes playeros veraniegos y los bares iluminados con fluorescentes y neones. Se nota que viene del webcomic, y por momentos recuerda un poco a ese tipo de publicaciones digitales. Es un dibujo tremendamente dinámico y que funciona con el tono de comedia que tiene la historia.
En definitiva, Sirenas borrachas es un cómic muy divertido, apto para todas las edades, aunque a partir de la adolescencia, por su contenido de abuso de alcohol, y la impulsividad de sus protagonistas, que más de una vez las mete en discusiones, peleas y todo tipo de situaciones poco recomendables para los niños. XD. Destaca por lo potentes que son sus personajes, las situaciones tan divertidas que se plantean, a pesar de que podríamos haberlas visto en historias de un corte similar, y por el arco evolutivo que tienen las chicas tras su paso por tierra firme, aprovechando así la obra para algo más que un entretenimiento de usar y tirar, y consiguiendo calar más en el lector.
Lo mejor: Lo divertida que resulta. Personajes reales (a pesar de ser sirenas), con sus imperfecciones y cuerpos poco habituales en cualquier historia de ficción.
Lo peor: En algunos momentos se echa en falta un poco más de detalle en el dibujo.