Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Sinalma: Hambre

Sinalma: Hambre
Guion
Stefano Vietti
Dibujo
Ivan Calcaterra
Color
Andres Mossa
Formato
Tapa dura. Color. 22x30 centímetros. 80 páginas
Precio
17,10 euros
Editorial
Panini Comics.

Saludos desde el infierno de la guerra fantástico-medieval, mis queridos lectores. Hmmm, ahora que me fijo, estáis todos muy saludables. Parecéis tiernos y jugosos y… y quizás he estado leyendo demasiado el Sinalma: Hambre, de Bonelli y Panini.

Con guión de Stefano Vietti y dibujo de Ivan Calcaterra, se nos ofrece una nueva desventura del pobre Ian durante su época de mercenario. Coloreada por Andres Mossa, veremos una historia de crueldad, hambre y desesperación sin esperanza.

Éstas no son las aventuras de Perceván.

Con un tono y unas escenas que nos harán pensar más de una vez en esta otra historia, veremos de nuevo los lados sucios y despiadados de la guerra. Como muchos otros antes y después que él, decía Napoleón que un ejército se mueve por su estómago. Hasta al más duro de los bárbaros le gusta comer todos los días. Y cuanto mayor es un ejército o más se prolonga una guerra, más se deterioran las lineas de comunicación y de logística. A la vez que son cada vez más necesarias. Llega un momento en el que alimentarse del terreno ya no es posible. Terreno lleno de civiles, por otro lado.

Y llega el hambre.

Os haré un adelanto. Los grupos de mercenarios hambrientos raramente se quedan esperando sentados a que lleguen las provisiones…

La historia principal irá de esa búsqueda de alimentos en una tierra devastada por las langostas de la guerra. Pero no solamente veremos hambre. Veremos muerte de personas, muerte de inocentes, muerte de soldados, muerte de ilusiones… Y tal vez esa muerte del idealismo, de la ilusión, de la esperanza, sea lo más duro de esta historia.

No hay nada peor que un alma rota.

No hay prótesis para eso.

Tras la lectura de este segundo tomo me queda una sensación curiosa. En esta serie tenemos historias cortas, puntuales. Con más o menos tramas mezcladas pero rápidas de leer y sencillas de digerir. ¿Es esto bueno o malo? Acostumbrados a que todo o casi todo lo que pasa en la serie madre tenga un impacto en el mundo y en la enorme historia que vemos crecer poco a poco, estas historias sueltas se nos hacen pobres. Pero a la vez, eso hace que sea más fácil y sencillo para un lector meterse en la serie.

Estamos ante una decisión de los autores de cambiar el ritmo. ¿Por qué lo digo? Porque aunque sean historias sueltas, atemporales; no se olvidan del mundo de Ian. Aunque sacando la magia podríamos estar ante un tebeo sobre la Guerra de los Treinta Años; nos encontramos tambien menciones a la hermana del héroe y sus conocimientos de ingeniería.

No es que se hayan olvidado del entorno, es que han decidido no usarlo.

El dibujo continúa siendo sucio y confuso. Sin detallar demasiado los detalles. Un dibujo que no anima a detenernos en él, sino a leer de forma rápida. Ya os dije que estas historias se leen volando. No es que no haya detalles o ambientación. Todo está ahí. Pero el color ayuda a enmascararlo todo, a que sea necesaria una relectura para fijarnos  en las piedras del puente, las armaduras de los soldados…

La edición del tomo se completa con una selección generosa de bocetos. Grandes, detallados y variados. Unamos a esto dos entrevistas, una al guionista y otra al dibujante. Esto debería saciar nuestra hambre de material extra por un tiempo.

La traducción es obra de Tayra Lanuza.

Antes de terminar, quisiera deciros (sin destripar nada) que la escena de la cabaña me ha parecido brutal a todos los niveles. La historia. El dibujo. La sensación con la que te deja…

¿Por qué leer Sinalma: Hambre?

La historia es completamente creible. Le sacas la parte mágica y estás en la Europa de las guerras de religión. Los extras.

¿Por qué no leer Sinalma: Hambre?

Te gusta pensar que hay algo bueno en el ser humano. Quieres mantener esa idea.