Hay algo matando niños, Once & Future, Solo los encontramos cuando están muertos o Siete Secretos son cuatro ejemplos de series de autor actuales que lo están petando y cuyo denominador común es que son publicadas por Boom! Studios. La editorial, fundada en junio de 2005, ha ido ganando posiciones con el paso de los años hasta convertirse en uno de los sellos independientes más interesantes (y rentables) de Estados Unidos. De hecho, suyo es el tebeo más vendido de la presente década: el primer número de BRZRKR.
Este clima favorable ha propiciado que Tom Taylor haya vuelto al cómic indie del que surgió con The Deep (con serie en Netflix y todo), y ello tras una década fraguando su nombre en Marvel y DC en títulos como Injustice, Iron Man Superior, Escuadrón Suicida, Nightwing o La Era Oscura. Para esta ocasión se acompaña de Daniele Di Nicuolo, dibujante de la casa que había despuntado por su dinámico estilo en diversas colecciones de la franquicia de los Power Rangers.
Siete Secretos. Elevando todo al once
Juntos han creado esta pequeña locura que responde al nombre de Siete Secretos y que ha resultado ser uno de los tebeos más locos, absorbentes y divertidos de lo que llevamos de año. La premisa es muy sencilla: Tenemos una organización que se dedica a proteger siete secretos ancestrales desde hace miles de años. Por cada secreto, que va guardado en un maletín, hay un custodio y un guardián, lo que hace un total de catorce personajes protagonistas. Luego tenemos a los buscadores, que, pues eso, buscan los secretos con un fin todavía por definir.
Entre este maremágnum de guerreros nos encontramos a Caspar, un joven cuyo destino quedó marcado desde su misma concepción. Caspar será el eje sobre el que el guionista de Siete Secretos vertebra toda la trama, sirviendo también de excusa para narrar flashbacks de su formación e ir salpimentando toda la historia de pequeños detalles sobre la misteriosa corporación encargada de proteger los misteriosos maletines
Con un aire que parece sacado de una novela de James Bond pasada de rosca, las conspiraciones, las traiciones y la acción no decaen ni un solo momento, convirtiendo la lectura de este primer volumen de Siete Secretos en toda una montaña rusa de la que, una vez te has subido, no puedes bajar hasta haber terminado con él.
Si digo que Siete Secretos es un tebeo marca de la casa Taylor seguro que ya os podéis imaginar por dónde van los tiros. A saber, un buen número de personajes, cada uno con sus motivaciones e intenciones, que quedan perfectamente retratados al cabo de un par de páginas (resultando nada confuso para el lector). También están asegurados los cliffhangers de infarto, las sorpresas y los giros argumentales que te dejan con el culo torcido. En definitiva: todo lo que ha ido aprendiendo durante los años que pudo hacer y deshacer a su antojo en el Universo DC: en Injustice o DCesos.
La descarga de adrenalina que Tom Taylor insufla a los textos de Siete Secretos es plasmada a la perfección por Di Nicuolo en unas planchas espectaculares que beben mucho del Shonen manga, con unas composiciones plagadas de planos verticales y perpendiculares cuyas escenas de acción parece que van salirse del papel. También es destacable la rica variedad de expresiones faciales que lucen sus personajes, con algunas muecas exageradas más propias de un estilo cartoon. Un gustazo para la vista, vaya.
Si os gustan las historias de espías típicas y atípicas (Siete Secretos lo tiene todo), las películas de acción o el manga de peleas y aventuras vais a disfrutar mucho con esta cabecera. Yo desde luego ya me estoy mordiendo las uñas esperando la siguiente entrega, que fue confirmada por Planeta Cómic ayer mismo. ¡Contando los días!
