Cullen Bunn es un autor que salió prácticamente de la nada y ya con su primera obra, The Damned, llamó la atención de todo el mundo. Tanto fue así, que la mismísima Marvel empezó a encargarle trabajos tan solo un par de años después de su primer trabajo profesional, y poco después DC puso en sus manos Batman y Superman. Con el tiempo, su prestigio se ha acabado diluyendo, pero sigue teniendo en su haber títulos tan recomendables como Magneto, Harrow County y, por supuesto, El Sexto Revólver, la obra con la que se ganó la fama que ha tenido a lo largo de la última década y media.

El Sexto Revólver es un curioso batiburrillo de géneros, que mezcla el terror sobrenatural con el western con un tono de aventuras para dar un resultado que podría estar a medio camino entre las películas de Indiana Jones que menciona en la introducción John Layman (Chew) y la expansión Undead Nightmare del fantástico juego Red Dead Redemption. En este primer volumen, Bunn nos presenta la historia de seis legendarios revólveres místicos que otorgan a sus portadores poderes más allá de la posibilidad de disparar balas, y que juntos proporcionan el acceso a una cámara que nadie sabe exactamente qué encierra en su interior pero todo el mundo quiere. Y, por supuesto, tenemos varias facciones detrás de ellos, con todo tipo de alineamiento moral que nos encontramos en historias de estas características. Tenemos a Becky Moncrief, la buena persona que se ha visto arrastrada a esta historia sin buscarla. El pistolero misterioso con pasado turbio, Drake Sinclair. El pícaro, Kirby Hale. Y, por supuesto, el mal encarnado, Oliander Bedford Hume, un General del Ejército Confederado tan malvado que ni siquiera es capaz de quedarse muerto.

Lo que tenemos en este primer tomo es una historia hecha con una receta infalible: carismáticos personajes buenos y malos, pero también varios entre medias, misterios, planes a largo plazo, escenas de acción para darle ritmo de vez en cuando a la historia, una sensación de épica y de que hemos visto muy poquito de lo que hay por delante, y el tradicional viaje del héroe de nuestra protagonista. Sí, quizás nos suene a conocido el esquema que sigue, pero estamos ante una historia que funciona con un ritmo más que correcto: ideal para atrapar al lector.

El dibujo de Brian Hurtt es un curioso contrapunto al guión de Cullen Bunn. Mientras que el género principal en el que podríamos englobar esta historia es el terror -el western no deja de ser una ambientación aquí-, el dibujo de Hurtt tiene un toque cartoon que de primeras puede resultar un tanto chocante, pero le pilla a la perfección el tono opresivo a la historia en los momentos en los que ésta los necesita. Funciona en los momentos más siniestros, en la caracterización de personajes y en las escenas de acción, todo lo que esta historia necesita para fluir de forma correcta. Quizás en las primeras páginas pueda parecer que el estilo de Hurtt no es quizás es más apropiado para El Sexto Revólver, pero al cerrar el tomo nos ha dejado claro que es una elección perfecta.

La edición de Norma de este volumen incluye el primer tomo (de seis) de la edición Deluxe de Oni Press, que comprende los once primeros números de la serie, reeditados en los dos primeros volúmenes en rústica, además de más de setenta páginas de extras, entre las que se incluyen un relato en prosa, bocetos, diseños de personajes, ilustraciones para la propuesta original de la serie y el proceso creativo detrás de varias portadas. La única modificación que ha hecho la editorial española del volumen original es el tamaño: mientras que la edición en castellano es tamaño cómic book estándar, el Deluxe es más cercano al tamaño Absolute.

Si la idea de una fusión de géneros como el western y la fantasía sobrenatural te resulta atrayente, no lo dudes: El Sexto Revolver es un cómic que está hecho para ti.