Saludos, queridos lectores. Nos vamos hoy a la Europa de las guerras religiosas del barroco para hablar sobre un tebeo dedicado a Miguel Servet. Doy por supuesto que a todos os suena el nombre, aunque no sea más de saber que tuvo el no muy deseable destino de ser quemado como hereje por dos Iglesias cristianas diferentes.
Esto no es un espoiler, sino un hecho histórico conocido. Y que marca todo el guión y la historia que Javier Marquina nos presenta en este nuevo tomo de Serendipia.
La historia se centra en las teorías religiosas y filosóficas de Servet y sus enfrentamientos con otras corrientes de interpretación. No es que necesitemos ser un Padre de la Iglesia para seguir la historia, pero tener algún conocimiento de teología cristiana básica ayudará a que no nos perdamos.
Os dejo un enlace por si os sirve de guía para seguir la trayectoria de Servet.
Bueno, vamos al asunto que me despisto más que leyendo un tratado teológico en latín. No os descubro la pólvora si os digo que hay muchas formas de enfocar una historia sobre Historia. El autor ha escogido la de centrarse en la parte de la vida de Servet por la que es más conocido (creo que también descubrió la circulación de la sangre en los pulmones o algo así :-)) y esa es la parte de las disputas teológicas.
Esto hace que el tebeo no sea para todo el mundo. La historia avanza lenta y despacio, a través de la vida de Servet.
Pero nos equivocaríamos si pensáramos que estamos delante de una historia «de gente hablando».
A lo largo de estas páginas veremos a Servet haciendo cosas, teniendo conversaciones, comiendo. Pequeños detalles que crean escenas que a su vez hacen que la obra no sea un enorme vistazo al pasado desde el poste de la hoguera o la lectura de uno de sus libros.
Incluso tendremos espacio para el humor. Aunque sea un humor de tipo algo negro. Por ejemplo ese estudiante de medicina que se desmaya al ver una disección.
Y aprovechando que hablo de los detalles, aprovechemos y pasemos a hablar del dibujo.
El trabajo de Peñuelas me ha recordado a una función teatral. O una de esas películas de contrastes y emociones desbocadas. sin llegar a decir que es una obra expresionista, si es cierto que tiene algunos de los rasgos de ese estilo.
Saltaremos de una narrativa convencional a viñetas donde el personaje parece estar hablándonos directamente a nosotros. Pasaremos de páginas narrativas con pequeñas viñetas y cuadros de texto a arriesgadas panorámicas con picados y contrapicados. Todos estos recursos ayudan a contarnos la historia de una forma que no se hace lenta ni monótona.
Y los detalles. Detalles como ver comer a los personajes mientras debaten sobre teología. Que se puede ser teólogo y a la vez gustar de la buena mesa.
Pasemos a hablar de la edición. Tenemos un precioso mapa de Europa Occidental en ambas guardas. A color. Con sus barcos y delfines saltando dibujados en el mar. Un mapa que da gusto ver.
Tenemos también nueve páginas de un dosier histórico, obra de la pluma de José Luis Corral Lafuente. El efecto entre el color del texto y el fondo de la página nos hace pensar en los libros del siglo XVI.
Por último hay una página que nos recuerda el origen como campaña de Verkami de esta obra. si, el listado de los mecenas que participaron.
Os comento también una cosa que quizás sea una idea loca mía. Pero diría que la portada es una mezcla del logotipo de Serendipia y de la estatua que hay dedicada a Servet en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.
No quisiera terminar esta reseña, queridos lectores, sin comentaros una curiosidad que he descubierto al documentarme para comentar este tebeo. Si, usamos parte de nuestro tiempo libre en documentarnos en vez de leer aún más tebeos.
¿Recordáis que comentamos que al pobre Servet lo quemaron dos veces, una en efigie y la otra matándolo? Realmente fueron tres veces. Porque allá por la Segunda Guerra Mundial el gobiernoo francés de Vichy cogió una estatua suya y la fundió…
¿Por qué leer Servet?
Aprendes de forma sencilla las razones por las que Servet fue condenado y ejecutado. La edición está muy cuidada.
¿Por qué no leer Servet?
Los diálogos pueden necesitar de ciertos conocimientos filosóficos y religiosos previos. No deja de ser un tebeo donde vemos quemar vivo a un hombre…