Es la hora de las tortas!!!

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Senda de X, de Simon Spurrier y Bob Quinn

Senda de X, de Simon Spurrier y Bob Quinn
Guion
Simon Spurrier
Dibujo
Bob Quinn
Color
Javier Tartaglia
Precio
17 €
Editorial
Panini Comics. Diciembre 2021
Edición original
Way of X 1-5 y X-Men: The Onslaught Revelation

Ya han pasado varios años desde que Jonathan Hickman revolucionara el panorama mutante con las dos miniseries de Dinastía y Potencias de X (incluso dedicamos un podcast al asunto). En sus páginas vimos nacer muchísimos conceptos. Tantos, que en un principio incluso daba la sensación de que la franquicia del homo superior podría llegar a engullir a toda la línea editorial, que se salvaba gracias a servir de departamento de I+D de la división cinematográfica. Uno de los aspectos que más llamó la atención fue el hecho de que los mutantes ya no podrían morir como tal. Y sobre eso versa esta Senda de X.

Senda de X. Un problema de fé

La muerte ya no es un problema. Esta frase tan grandilocuente es no menos cierta porque, gracias a los protocolos de resurrección los mutantes de Krakoa, han alcanzado la inmortalidad. Sin embargo, ¿qué implicaciones morales puede tener esto para alguien tan religioso como Rondador Nocturno?

way of x

El bueno de Kurt Wagner siempre ha mostrado su catolicismo sin pudor. De hecho, este aspecto del personajes era llamativo porque no dejaba de ser una muestra de la rica diversidad que siempre ha acompañado a los mutantes desde la Segunda Génesis de Chris Claremont. Fue el patriarca mutante quien decidió ir un paso más allá, al ordenarle como sacerdote en su segunda venida al título. Más tarde, el infame Chuck Austen ahondó en sus convicciones religiosas y desde entonces han sido una constante.

Senda de X arranca de manera potentísima con Kurt dirigiendo a un grupo de mutantes jóvenes en una misión. En el transcurso de la misma los adolescentes se burlan de una compañera porque nunca ha sido resucitada y esta termina forzando su asesinato, que es grabado en vídeo por los otros miembros del equipo para luego compartirlo entre risas. Esta atroz cadena de acontecimientos escandaliza tanto a Rondador que retoma su intención de crear una nueva religión mutante.

pixie

Simon Spurrier (guionista de la destacable maxiserie de Legión) saca oro de las semillas plantadas por Jonathan Hickman con esta miniserie que lamentablemente va de más a menos como explicaremos ahora.

En Senda de X hay dos partes claramente diferenciadas. Hablaremos primero de la parte “buena”, y con ello me refiero a lo relatado más arriba, con esta banalización de la muerte. Spurrier logra una caracterización de Kurt como no se había visto en años, al mostrarnos a un católico preocupado por el rumbo de los acontecimientos, cuyas convicciones religiosas se tambalean de manera inexorable rumbo a un derrumbamiento definitivo. Y es que los conceptos de cielo e infierno, descanso eterno e incluso moralidad ya carecen de sentido. La promesa de un paraíso tras una vida dedicada a la virtud no tiene lugar cuando los mutantes ya sienten Krakoa como su propio jardín del Edén. De hecho, Magneto no podría haberlo explicado mejor con la frase:

Estás tan ocupado buscando serpientes que no eres capaz de ver el Edén

Los diálogos entre Erik y Kurt son magistrales, así como las interacciones con otros personajes como el Dr. Némesis (un hombre de ciencia que rechaza los preceptos religiosos por encima de todas las cosas) o el sorprendente regreso de Stacy X, que con sus poderes de seducción y segregación de feromonas trata de hacer cumplir una de las tres leyes primordiales de Krakoa: “Hacer más mutantes”.

way of x

Este detalle de Senda de X puede parecer menor, pero demuestra que Simon Spurrier ha hecho los deberes acometiendo la escritura de esta serie como un reto para hacer algo relevante que no se quede en un mero spin off (como han sido Cable o Hijos del Átomo). Tratar de ahondar en las repercusiones de las tres leyes (la mencionada más las de “No matar humanos y “honrar la tierra”) es una apuesta arriesgada, cuya dificultad a la hora de plasmarlas en un guion ha sido ignorada casi por completo por el resto de escritores mutantes que han optado por relatos más convencionales.

Lamentablemente (desconozco si por imperativo editorial o por elección propia de Simon Spurrier), Senda de X, pese a leerse bien y despertar interés, se escora demasiado rápido para servir de vehículo para el regreso de un noventero villano que no mencionaremos aquí pese a que Panini lo ha puesto bien grande en el título. Este cambio de rumbo resulta decepcionante al estar tan alejado de la poderosa premisa inicial provocando que al conjunto se le resten un par de puntos.

En la parte artísticas nos encontramos a Bob Quinn, uno de esos dibujantes que abundan en Marvel, porque van picoteando por aquí y por allá. Es correcto, se nota que disfruta de lo lindo dibujando los poderes de teleportación de Rondador Nocturno, pero tampoco tiene ningún rasgo excepcional. Cumple, que no es poco.

En definitiva, Senda de X es posiblemente el mejor spin off surgido a raíz del landscape de Reino de X. Pero por desgracia no termina de rematar su arriesgado punto de partida. En teoría la historia continúa en Legión de X. Ya veremos.