La parusía o segunda venida, según el diccionario de la RAE es el advenimiento glorioso de Jesucristo al final de los tiempos. Con esta premisa ¿podemos esperar una trama religiosa sobre la segunda venida de Cristo? Podríamos esperarla, y de hecho, así es… pero con un tono muy diferente al que seguro tenéis en mente. Segunda venida es una obra irreverente, divertida, desenfadada y que por buscaros una referencia rápida es como si coges una idea de Mark Millar, se la das a Ennis para que escriba el guión y dejas que la dibuje Bryan Lee O’Malley. El resultado, lejos de ser un cacao con aspiraciones, alcanza cotas de diversión sorprendentes y consigue una historia con un mensaje muy diferente al verdadero tema de la obra.
Evangelina es una chica de 18 años que un buen día se entera de que es la nueva Mesías y su padre es el Espíritu Santo, encarnado esta vez en un perro en lugar de una paloma. La chica no es ni siquiera creyente, se encuentra en una edad de inseguridades y dudas continuas, y debe enfrentarse a una misión para salvar el mundo de su destrucción. Por si asimilar esto fuera poco, un grupo de misteriosos personajes serios y con gafas de sol comienzan a perseguirla para intentar acabar con ella…
La trama se apoya en una idea muy potente, pero como suele suceder con las mejores obras de Mark Millar, el guionista Abel Alves construye una historia fundamentada sobre el entretenimiento y no presta atención a la reflexión o a profundizar en los temas religiosos a los que podría dar pie. No lo necesita, la idea de los autores es proporcionar una historia con una premisa interesante, y conseguir que el lector pase un rato divertido, con una construcción de personajes muy bien pensada que le dan un toque desenfadado y fresco a la historia dados los temas que se tocan. Y es que Evangelina es una chica con sus miedos, inseguiridades y que pasa por completo de la religión. Eso hace que tengamos momentos muy divertidos en los que se muestra tremendamente irreverente, incluso llegando a plantearle y a echarle en cara a Dios cosas que cualquiera podría pensar. De hecho, pienso que ese es el verdadero tema de Segunda venida. Más que sobre religión, la obra explora la adolescencia, el sentimiento de abandono por parte de un padre al que nunca ha conocido, las dudas sobre su propia identidad sexual, sus tonteos con las drogas… Ese es realmente el motor de la historia. Evangelina es un mar de dudas… como lo es cualquier adolescente medio hasta que empieza a encontrar su sitio.
El resto de personajes no le andan a la zaga, desde Susi, la amiga íntima que le acompañará en sus aventuras; a Santo, el perro encarnación del Espíritu Santo, con una personalidad que por momentos recuerda al Brian de Padre de familia…; a K, un personaje que hace de mentor en sus capacidades para Evangelina y del que prefiero no hacer ningún spoiler. Los personajes combinan muy bien, cada uno tiene una personalidad bien diferente y probablemente uno de los fuertes de la obra sean esos diálogos divertidos y mordaces que pone Alves en la boca de cada uno de los personajes. Algunos son tan irreverentes que parecen escritos por nuestro irlandés favorito.
En cuanto al dibujo de Juan Caminador, tiene un estilo como decía a lo Bryan Lee O’Malley que le sienta francamente bien a la historia. Le dota de ese aire desenfadado y encaja muy bien con esas personalidades tan locas de Evangelina y Susi. Las (muchas) peleas funcionan a la perfección y son muy dinámicas. Pero lo que más me ha gustado, mérito tanto de Alves como de Caminador, son las miles de referencias frikis. Evangelina es una chica que descubre ser todopoderosa, por lo que a la hora de enfrentarse a alguien… lo va a hacer emulando a sus referencias, que no son otras que Bola de dragón, Street Fighter, The last blade o Star Wars. Eso consigue que conectes aún más con la historia.

En definitiva, Segunda venida.
Una obra divertida, fresca, e irreverente, que parte de una premisa que puede dar pie a muchas reflexiones, pero que realmente no son más que una excusa para explorar la psique de una adolescente con todas sus habituales preocupaciones y para proporcionar una lectura muy entretenida. Buena construcción de personajes, dibujo dinámico y con un estilo muy afín al tono de la historia, diálogos tronchantes e inteligentes, todo ello hace de Segunda venida una muy agradable sorpresa y una obra que, si te gustan las referencias que he ido soltando a lo largo de la reseña, seguro que vas a conectar con ella. Como extra se incluyen bocetos y alguna página que se hubo de modificar en la versión final.
Lo mejor: Lo fresca e irreverente que resulta. Los diálogos.
Lo peor: Si no conectas con el ritmo y tono de la historia, no es para ti.
Para adolescentes con inseguridades. Para amantes de historias divertidas y que no te obliguen a sesudas reflexiones. Para los que gustan de historias con multirreferencias frikis.