“Se abre el telón y aparece… Se cierra el telón. ¿Cómo se llama la película?”.
Seguro que reconocéis esta fórmula, con la que se han elaborado centenares de chistes.
Al abrirse el telón, se revelan una serie de objetos, personajes y/o situaciones, algunas auténticamente inverosímiles.
Al cerrarse el telón, un juego de palabras relaciona aquello que se escondía tras él con el título de una película, provocándonos una reacción que puede ir desde soltar una sonora carcajada, esbozar una ligera sonrisa o resoplar y negar con la cabeza mientras murmuramos por lo bajini un “¡hala, qué malo!”.
Manel Fontdevila (Manresa, 1965) tomó esta idea y la adaptó al mundo del cómic durante su paso por la revista digital Orgullo y Satisfacción. Lo hizo mediante una serie de tiras cortas, de 2 o de 4 viñetas, en las que siempre repetía la misma mecánica: 1 o 3 viñetas presentando el enigma a resolver y una última viñeta final con la solución escrita de forma invertida, de manera que tenemos que darle la vuelta a la página para poder leerla.
Aunque Orgullo y Satisfacción cerró sus puertas en diciembre de 2017, el sello ¡Caramba! de la editorial Astiberri ha venido publicando en formato físico distintas recopilaciones de material proveniente de esta revista. Un nuevo ejemplo de ello lo encontramos precisamente en el caso que nos ocupa. En esta ocasión, sin embargo, hay que hacer notar que el libro contiene también bastante material nuevo, inédito hasta el momento. En total, en las 96 páginas que lo conforman encontramos un total de 125 de estos descacharrantes acertijos.
Manel Fontdevila no sólo es uno de los mejores humoristas gráficos de nuestro país, sino que además es extremadamente versátil. Aunque en los últimos años seguramente haya destacado más (o se le haya conocido más) por sus viñetas políticas y de actualidad, a lo largo de su carrera se ha mostrado como un tipo inquieto y ha explorado distintos tipos de humor, desde la sátira más ácida a la comedia costumbrista, mostrándose siempre como un autor extremadamente hábil en todos sus trabajos.
En “Se abre el telón” Fontdevila vuelve a demostrar su dominio del género, y lo hace en esta ocasión internándose en el territorio del chiste oral tradicional, el de toda la vida, trasladado eso sí al mundo del arte secuencial. Y es que en cada una de estas pequeñas historietas se sigue su misma fórmula. En primer lugar se prepara el terreno, presentando unos elementos que son de por sí inocuos… pero que van generando incertidumbre y expectativa en el receptor, sabedor de que en el último momento algo completamente inesperado le provocará la risa.
Es posible que este tipo de chistes no sea exactamente el que algunos de los fans de Fontdevila esperan encontrar, y también es verdad que habrá quien no le encuentre la gracia a estos juegos de palabras tan forzados. Mi recomendación sería que antes de comprar este libro probaras a leerte tres o cuatro tiras aleatorias. Tómalo de la estantería de tu librería, ábrelo por cualquier página al azar y si no te ríes está bien, no pasa nada…. es posible que simplemente este tipo de humor no sea para tí, o que lo hayas pillado en un día que no era el más indicado para entrar en él. Pero si te ríes… si te ríes, te garantizo que no vas a poder parar de hacerlo hasta que acabes su última página.
Y es que efectivamente los juegos de palabras de “Se abre el telón” son un pelín tontorrones, a veces demasiado retorcidos, en ocasiones demasiado pillados por los pelos y con frecuencia malos hasta decir basta. Pero es precisamente todo ello lo que hace que sea un libro tan y tan divertido. Yo personalmente me he reído un montón con él.
Se cierra el telón.
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