No es necesario insistir una vez más en que Sandman de Neil Gaiman es una de las obras cumbres del cómic a lo largo de toda su historia. La serie original, publicada entre 1989 y 1996, tuvo un cierre impecable, y su creador tan sólo ha vuelto a ella para tres miniseries, un par de novelas gráficas y algunas historias cortas en especiales variados. Pero aunque la obra de Gaiman en total no llegue a los cien tebeos publicados, es un mundo tan rico que DC empezó a publicar spin offs cuatro meses después del final de la serie original, duplicando éstos el volumen de la obra original y siendo The Dreaming el primero en ver la luz, que llegó a los sesenta números. A partir de 1999 apareció también The Sandman Presents, coexistiendo durante varios años con The Dreaming, una cabecera genérica que englobó un total de once títulos entre miniseries, one shots y novelas gráficas. De estas once, entre 2000 y 2017 fueron publicadas ocho en castellano, quedando aún tres inéditas. Una de ellas acaba de ver la luz gracias a la recuperación de títulos inéditos que poco a poco está haciendo ECC, El Corintio: Muerte en Venecia.
Muerte en Venecia es una serie limitada de tres números publicada ahora hace veinte años, ambientada en la ciudad de Venecia durante el Periodo de Entreguerras. En ella se nos cuentan dos pequeños detalles antes desconocidos del Ángel Oscuro. El primero, cómo salió del Sueño tras el encarcelamiento de Morfeo, o quizás más bien dentro de quién. Puede que de primeras el nombre no nos diga mucho, pero una relectura de Preludios y Nocturnos nos lo refrescará. El otro dato que nos cuentan es cómo una pesadilla aprendió a matar en el mundo de la vigilia. Una vigilia en la que vemos ya los primeros síntomas del ascenso del fascismo en Italia, que traería terrores mayores de los que cualquier sueño podría imaginar.
¿Hacía falta profundizar a este nivel en el trasfondo del Corintio? Por supuesto que no. De hecho, quizás el Corintio en Sandman funcione mejor como monstruo inhumano. Aunque la historia que nos presentan en esta miniserie está muy bien narrada y tiene un ambiente con un punto de irrealidad, quizás incluso onírico, que le viene como un guante a los orígenes del personaje protagonista, no aporta nada destacable a uno de los seres de pesadilla más icónicos que vimos en la obra de Neil Gaiman. Siendo además una obra de extensión tan corta -72 páginas portadas incluidas, sin ningún tipo de extras- no hay mucho espacio para desarrollar nada en demasiada profundidad, quedando más como una curiosidad que otra cosa.
Los autores de El Corintio: Muerte en Venecia no son nombres superventas, pero dibujante y guionista, nacidos ambos en la ciudad croata de Zagreb en 1966, han demostrado una solvencia sobrada en obras previas. El escritor es Darko Macan, del que se pueden destacar la imprescindible Grendel: Guerra de Clanes, además de las muy interesantes Marshall Bass o Nosotros, los muertos, o la que es posiblemente la mejor etapa que hemos podido leer del mutante Cable, Soldier X. Al ilustrador Danijel Žeželj, que en ciertos momentos nos puede llegar a recordar a algunas obras de Alberto Breccia, lo hemos podido ver en El Diablo, con Brian Azzarello y en varias obras con Brian Wood, como DMZ o Northlanders. Juntos, Macan y Žeželj firmaron una serie limitada del Capitán América publicada aquí en un especial titulado El corazón de las tinieblas.
Muerte en Venecia es, en resumen, una serie más que correcta, pero que aporta poco a la creación de Neil Gaiman y, aunque se lee con agrado, no pasa nada si se prescinde de ella. Si habíamos tardado veinte años en leerla en castellano es porque no era una lectura precisamente obligatoria al nivel del Lucifer de Mike Carey, otra de las series que vieron la luz dentro de The Sandman Presents.