Hola de nuevo a todos, amigos.
Llegamos a la última entrega de esta sección, y lo hacemos abordando a un guionista ineludible si lo que pretendemos el Sr. Alain y un servidor es brindar credibilidad a esta lista de (posiblemente) los autores más prometedores de la última década. Pongámonos sin más preámbulos a hablar nada menos que de Tom King.
Curiosamente, el vínculo de este autor con el mundo de la viñeta no arranca siendo guionista sino formando parte del personal editorial. Antes de su tan difundido alistamiento a la CIA, Tom King trabajó para los departamentos editoriales tanto de Marvel como de DC. En el primero resultó ser el asistente de Chris Claremont a mediados de los 90 –época de Heroes Reborn. Marvel había contratado al patriarca de los X-Men para labores creativas y King filtraba los guiones recibidos en la editorial para luego facilitárselos a Chris. “No era el hombre más humilde del mundo”, ha declarado King sobre Claremont en el podcast Ifanboy. En DC, Tom aterrizó de chico de las fotocopias en Vertigo. Gracias a que su familia conocía a Paul Levitz, nuestro protagonista de hoy consiguió el trabajo alrededor de 1997. Al parecer no guarda un excesivamente grato recuerdo de aquella experiencia, puesto que King era fan de los superhéroes y no seguía por aquella época los cómics del sello. Trabajó a las órdenes de Axel Alonso, aunque por desgracia estaba muy abajo del “nivel de los despachos” y apenas tuvo trato con Karen Berger.
Juraría que la trayectoria de este escritor estadounidense se encuentra publicada y traducida en su globalidad en nuestra tierra, lo que me facilita enormemente la labor de hablar de sus obras. Aún y así no viene mal un ejercicio de retrospectiva para refrescar la memoria: Nightwing #30 (2014), Grayson (2014), Omega Men (2015), Vision (2016), The Sheriff of Babylon (2016) / El Sheriff de Babilonia, Batman: Rebirth (2016), Batman/Elmer Fudd Special (2017) , Mister Miracle (2017), Swamp Thing Winter Special (2018) / La Cosa del Pantano. Santos con pies de barro, Heroes in Crisis (2018). Esta seria a grandes rasgos la trayectoria de nuestro invitado de hoy.
Servidor empezó muy proclive al trabajo de Tom King, lo tengo que reconocer. Los medios apuntaban muy gratamente al trabajo de este señor en Grayson y como simpatizante del primer Robin que me considero allá que fui a probar suerte. De ahí pasé a la recreación que realizó del hombre artificial más célebre de Marvel, y no pude quedar más satisfecho. Recuerdo que no dejaba de recomendar sus trabajos. Supongo que los críticos iban a la par conmigo porque pronto empezamos a leer nominaciones a premios importantes que contenían su nombre. En cierta manera es posible que se retroalimentaran factores como un autor distinguible trabajando íntegramente en el mainstream con un cómic de superhéroes necesitado que estaba padeciendo una importante huida de autores puntales hacia las editoriales independientes.
En mi opinión, la alfombra le fue extendida a Tom King en 2016 –creedme, por mucho que lo digan algunos Grayson recibió muy poco apoyo de los lectores de mi entorno en su momento, doy fe porque me cansé de recomendarla y de recibir respuestas condescendientemente escépticas – cuando fue designado guionista de Batman en la nueva fase de DC y junto a La Visión a todo el mundo le empezó a sonar su nombre. Es curioso como DC concede una colección tan vendida como la del Hombre Murciélago a un recién llegado, ya ocurrió en su momento cuando le entregaron la llaves de la Mansión Wayne a Scott Snyder, de manera que tengo mis reticencias al pensar en tal asignación como un premio o un ascenso. La trayectoria de nuestro invitado ha sido fulgurante, acompañada de nominaciones, premios, notoriedad… No lo calificaré de Estrella del Cómic porque tal vez pueda resultar gratuito, pero está claro que pasear por la San Diego Comic Con acompañado de un guardaespaldas personal resulta un enemigo formidable para la humildad. ¿Se merece realmente Tom King tanta pompa y boato? Analicemos un poco sus características como autor para intentar ponerlo en perspectiva.
La posición que ocupa Tom King como último asistente de este proyecto no es casual. Servidor le pidió a Alain –editor de este asunto- expresamente tal cosa. De esta manera los lectores han podido conocer una serie de autores y autoras que actualmente comparten industria con él. En mi opinión se trata de un guionista inteligente que transmite buenas ideas con facilidad. Su manera se escribir historias cortas resulta infalible en la mayoría de casos, y sus personajes se me antojan interesantes cuando mantienen conversaciones entre ellos. Por otra parte, considero que como autor tiene todavía muchas áreas que optimizar.
Tom ha realizado obras de corta duración muy buenas, para mí a nivel de transmitir un estilo propio sin duda La Visión es la mejor. Sin embargo, desde mi perspectiva particular resulta un mal crónico en sus trabajos la bajada en intensidad de sus obras llegando al final. La propia miniserie del androide de Marvel acusa tal desgaste en su segunda mitad, y es todavía más agudo en El Sheriff de Babilonia y Grayson. Desarrollando un poco más tal argumento, vuelvo a repetir que a modo de ponencia personal, King tiene grabes problemas de regularidad en sus series continuadas. Con mucho pesar no conseguí aguantar en Batman ni siquiera hasta el momento de la coreada boda. La colección del caballero de Gotham comparte con su lector buenos momentos, como los relatos contenidos en los Annuals, o la cita a cuatro bandas entre Bruce-Selina-Clark-Lois. Pero para empezar le veo un tono excesivamente heredero de la etapa precedente de Scott Snyder (el Batman bruto y “sobrao”); y a eso hay que sumarle historias simplonas, artificiosas y en muchas ocasiones mecánicamente alimentadas. Es más, es en esta misma colección en la que he visto la adquisición de ciertos malos hábitos de escritor de mainstream, como es el hecho de rodearse de dibujantes espectaculares a los que dar protagonismo y así ahorrarse algo de esfuerzo en trabajarse un guión mejor. Hay quien excusará estos atajos en el hecho de que Batman es una colección quincenal; y que de todos es sabido que se encuentra muy intervenida por los editores. Pero si nos ponemos a analizarlo, la carga mensual de Tom King no es tan alta. Juraría que nunca ha publicado más de 3 comics mensuales a la vez.
Hablemos también sobre Mister Miracle, uno de sus trabajos más recientes. Según declaraciones del autor, volcó autobiográficamente muchas de las experiencias (físicas y emocionales) por las que estaba atravesando en esa época. En esta miniserie Tom King ha intentado claramente apostar más alto de lo que está haciendo en Batman. Y para ello ha establecido una obra en la que en lugar de confiar en su propia voz, aquella de la que tan genialmente hizo gala en La Visión, ha adoptado un estilo híbrido de muchos otros autores – claramente está Alan Moore, pero (me podéis llamar loco) además servidor encuentra rasgos de Vaugham, Fraction o incluso Morrison – que le ha expuesto a una evidente falta de originalidad. El resultado es un comicbook que no se sostiene en su lectura número a número, sino por entero. Y que para muchos requerirá de al menos dos repasos si se pretende extraer parte del mensaje que el autor quiere transmitir. Pero, pienso yo, para entrar en el juego de querer leer por segunda vez has primero de ofrecerle una buena zanahoria al lector, cosa que al menos en mí no ha conseguido. Mister Miracle no es un mal cómic, defiendo su apartado gráfico así como – una vez más- algunas historias puntuales emplazadas dentro de la obra.
De Heroes in Crisis me permitirán no pronunciar nada, quiero mantenerme cortes y educado en esta casa. De manera que respondiendo a la pregunta expuesta un poco más arriba, les diré que Tom King es un buen autor, pero con franqueza no lo veo tan extraordinario al compararlo con sus compañeros de promoción. Sus problemas de fluidez en colecciones prologadas no se notan en Donny Cates o James Tynion IV. Tampoco le encuentro la capacidad de trascender de Emil Ferris. Y si de desarrollo introspectivo y experimental de historias hablamos, King no sale precisamente bien parado en contraste con Nick Drnaso. Pero entiendo que tampoco es justa la contraposición con autores del indy que tienen mucho más tiempo para desarrollar su propuesta. Permanezcamos entonces en Marvel y DC. ¿Los diálogos de Tom King están a la altura de las frases que hila Kelly Thompson? Sinceramente yo creo que no. Y es que ni siquiera a nivel de DC me parece que Tom King sea el mejor activo con el que cuenta tal casa. Tal vez Mark Russell no esté generando tanta notoriedad mediática, pero el talento del que hace gala este otro escritor hasta la fecha, lejos de secarse, parece no dejar de brotar.
Tom King tiene mucho potencial y buenas herramientas, lo ha demostrado sobradamente. Pero tal vez le convendría volver a poner los pies en el suelo y devenir otro tipo de autor. Uno más periférico pero también más celoso de lo que su rúbrica acompaña. Yo le aconsejaría que se hiciese con un proyecto para pasarlo bien. Sabemos que se encuentra en contrato en exclusiva, pero dentro de DC hay opciones para trabajos más personales el sello Black Label. O porqué no ¿qué tal hacer una colección que rompa los cánones y marque una época, tipo Gotham Central? Estoy seguro que DC no se lo negaría. La senda elegida de la institucionalización es peligrosa, y hemos visto como han acabado autores que la han tomado como Bendis.
Y esto ha sido todo. Ha sido un verdadero placer acompañaros a todos durante estos artículos. A partir de aquí os toca a vosotros descubrir más autores nuevos. Os animo a que lo hagáis, me busquéis por la red y los compartáis tanto conmigo y como con el resto.
¡Un saludo, diletantes!
