Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Rising Stars: Emil Ferris

En la sección de hoy nos vamos a sumergir en las aguas más profundas y alejadas de lo que se conoce como “cómic independiente”. Aunque no por ello tratamos a una autora cuya figura y obra sea desconocida por nuestros lares. Estamos hablando de Emil Ferris, toda una dama del Noveno Arte cuya deslumbrante y única obra hasta la fecha la ha distinguido como la actual Prima Donna del cómic indy.

Emil Ferris (Chicago, 1962) nace como autora de cómics a la sorprendente edad de 55 años. Este hecho, como supondréis, contiene una historia que merece ser esbozada. Sin aparentemente demasiada suerte en la vida, nuestra autora desarrollaba una trayectoria profesional por ciertos momentos próxima al dibujo – ilustradora freelance, diseñadora de juguetes para McDonald’s– pero en ningún caso tangente al cómic. Y posiblemente así hubiese seguido de no ser porque Ferris lo perdió todo en 2001 al verse afectada por una rara enfermedad que la dejó impedida y ampliamente paralizada. En ese momento, haciendo gala del espíritu de superación que los ricos alaban y que los pobres no tenemos más remedio que desarrollar, empezó a cursar estudios académicos de arte y dibujo que la acabaron por transformar, no sin mucho dolor y sufrimiento, en la multi premiada autora que es hoy en día.

El éxito le ha llegado efervescente y fulgurante con, como les comentaba antes, un solo título. Pero menudo cómic es My fauvorite thing is mosnters (Fantagraphics, 2017). Esta novela gráfica desembarcó por cierto en nuestras costas al año siguiente de publicarse en EEUU bajo el título de Lo que más me gusta son los monstruos (Reservoir Books, 2018). Prácticamente desde su arranque, el voluminoso tomo no ha parado de recibir galardones tanto en su país de origen como en nuestro continente. Me perdonarán si no los enumero, puesto que el espacio ocupado aquí sería extensísimo.

¿Y de qué trata la opera prima de Emil Ferris? De muchos temas en realidad, pero principalmente nos narra las aventuras de Karen Reyes, una niña de unos 10 años y de familia humilde, en el convulso Chicago de los años 60. Con el pretexto de investigar el misterioso asesinato de una vecina muy próxima a la familia, tanto autora como la tierna protagonista se van adentrando en el vitriólico mundo secreto de las personas que las rodean. La novela gráfica tampoco se avergüenza de deambular por temas como el arte, la desigualdad social o la delincuencia. Todo ello además adornado con una estética pulp sinceramente heredada de las películas y revistas de terror clásicas.

Pero si por algo ha aventajado al resto este hermoso tebeo es por su ingeniosa propuesta gráfica. La obra intenta imitar el cuaderno de la niña Karen, por lo que todas las páginas se transforman en anotaciones dentro de una libreta escolar, con espiral metálica incluso. El aspecto de unos tan completos como hermosos trazos realizados con bolígrafos y rotuladores, de carácter aparentemente analógico – aunque muchos sospechamos que hay tratamiento digital escondido – transforma el producto final algo uniforme, glorificadamente mágico, autoindulgentemente inspirado. En definitiva, el mejor debut de un artista de cómics recordado en mucho tiempo.

Emil Ferris no para de proclamar que quiere ser artista recordada por más de una obra, y su servidor así lo espera. Sin embargo el tiempo trascurre y las dudas no paran de aparecer, paralelas a las sucesivas demoras que está sufriendo la segunda y conclusiva entrega de My fauvorite thing is mosnters. ¿Será el arte de Emil capaz de soportar un ritmo creativo profesional? ¿Esta genial propuesta gráfica encajará en otros registros y perfiles? ¿Y sus dotes de escritora, valdrán en otros contextos más allá de este ejercicio semi biográfico? Ya lo veremos en el futuro.

Pero “que nos quiten lo bailao”, Emil Ferris nos ha obsequiado con una obra excepcional que la ha catapultado a ser una de las promesas más congraciadas del cómic independiente.

Un saludo y hasta la próxima, diletantes.