En los últimos años las series de animación para adultos han pegado un subidón de aupa. Hoy en concreto queríamos hablar de “Rick y Morty”, ficción creada por Justin Roiland y Dan Harmon en 2013 para el canal Adult Swim (en España se puede ver en MAX) y que cuenta ya con siete temporadas en antena más un spin off en clave anime. Gamberra, deslenguada, épica, emocionante, filosófica… Lo cierto es que hay muchísimos calificativos para esta epopeya de ciencia ficción en la que un abuelo y su nieto recorren el multiverso viviendo las más disparatadas aventuras.
Como buen producto de éxito, “Rick y Morty” no tardó en trasladar las barreras catódicas para adentrarse en otros medios como el noveno arte. Desde hace ya bastante tiempo, las aventuras de estos dos simpáticos personajes también nos llegan en formato cómic gracias a la adquisición de la licencia por parte de Oni Press en Estados Unidos. En España hasta hace muy poco era Norma Editorial la que nos ofrecía sus peripecias en castellano, pero con la llegada de “La saga del batido espacial”, es ECC quien se encargará de ofrecer sus tebeos por estos lares.
“Rick y Morty: La saga del batido espacial” es un largo arco de doce números americanos que aquí veremos en dos entregas en rústica (un cambio con respecto a la edición en cartoné de Norma Editorial). En este primer volumen, al igual que en la serie animada, la acción se dispara desde el primer momento con una rápida sucesión de acontecimientos que no dan ni un segundo de tregua al lector.
La trama es tan descacharrante como nos tienen acostumbrados sus creadores. El profesor Goldenfold quiere conquistar el multiverso. Por su parte, Rick quiere hacerse con un batido cósmico cuyas propiedades otorgan la omnipotencia a todo aquel que lo tome. Como no podría ser de otra manera, el pobre Morty se ve arrastrado por su abuelo. Un viaje amargo que se endulza con la presencia de Noelle, una joven de la que se enamora pero que resulta ser la sobrina de Goldenfold. ¿Quién dijo que ser un aventurero era fácil?
Desde la página uno la comedia absurda (la influencia de la mítica teleserie “Búscate la vida”) está más que presente. Ahora bien, la manera en que el equipo creativo ha buscado emular las claves del éxito de la ficción televisiva juega en contra en esta ocasión.
En este tebeo, el guionista Alex Firer ha conseguido que la verborrea de Rick Sánchez sea tal y como la conocemos. Uno podría pensar que esto es bueno, pero hay que tener en cuenta que lo que funciona en la pequeña pantalla puede no hacerlo sobre el papel. Y es que la manera en que el protagonista de la función no calla (y además suele hablar a toda leche) provoca que en el lenguaje del cómic el resultado sea un tebeo denso, cargado de diálogos, hasta el punto en que el ritmo de lectura se ve perjudicado. Lo que nos cuenta Firer es interesante y divertido, sí. Pero hay momentos que se vuelve algo desesperante cuando vemos que nos tiramos un buen rato hasta poder pasar la página.
Esta traslación cuasi perfecta de las aventuras de “Rick y Morty” también se traduce en un acabado gráfico vistoso y colorista que no desentona del original animado. Gina Wynbrandt, Marc Ellerby y Fred C. Stresing son los encargados de plasmar toda la locura inherente a las aventuras de este par de desgraciados.
Por lo tanto, “Rick y Morty: La saga del batido espacial Parte I” es un tebeo que, pese a sus fallos de ejecución, gustará a los fans irredentos de la teleserie de Adult Swim. Las ideas locas de ciencia ficción, los giros de guion absurdos, las sorpresas disparatadas se acumulan en cada página. En definitiva, la diversión está garantizada.