Definitivamente, Revival es una serie que se disfruta más en grandes dosis. Su reparto coral y su despliegue de tramas paralelas hacen que la experiencia lectora sea más grata y completa cuanto mayor es la visión de conjunto. Es por eso, que cuando llegamos a Revival compendium vol. 3 y, con él, al final del segundo acto, podemos ver como las piezas del tablero van confluyendo hacia un punto… al menos hasta que Tim Seeley y Mike Norton nos lo vuelvan a poner todo patas arriba con un nuevo giro rompecinturas.
Revival compendium vol. 3 contiene fanáticos religiosos, milicias ciudadanas de ultraderecha, muertes con y sin vuelta a la vida y, finalmente, una situación que llevará a enfrentar a las hermanas Cypress, nuestras protagonistas, entre ellas. Tratar de hacer una sinopsis de lo que sucede en estas páginas caería irremediablemente en el spoiler en un momento de la historia donde cada giro nos lleva a la siguiente trama, donde en el consabido símil de las fichas de dominó están empezando a caer las primeras y revelando los primeros misterios que arrastrábamos desde el inicio, donde algunos jugadores completan su misión y salen del tablero para dejar el camino despejado a las últimas tramas principales, aunque aún haya tiempo para alguno nuevo, pero sobre todo, donde todo se empieza a precipitar y ya no queda hueco para dar tregua.
Seeley ya nos había enseñado la habilidad con la que maneja los giros de guion en esta serie. Probablemente en ningún otro trabajo del resto de su carrera ha sido capaz de sorprender como en Revival. Sin caer en el cliffhanger vacío, cada giro de los acontecimientos construye trama y nos da nuevas pistas sobre el misterio de Wausau. El equilibrio entre revelaciones, nuevas incógnitas que sostengan el interés, el ritmo de la acción y el meticuloso papel de cada personaje en el mosaico general están tejidos con una precisión inaudita en un guionista como Seeley, que — aunque sea una pena — no suele pasar de competente.
Revival parece ser la historia de sus vidas — tanto de Seeley como de Norton — que además renuncian a cualquier traza de lucimiento personal en favor de la pura construcción de la historia. Tanto a nivel literario como gráfico, Revival podría ser un ejemplo de estudio de cómo construir una historia por su complejidad y oficio y, sobre todo, por el mimo y el cuidado por el detalle que tienen sus autores. Es por eso que sorprende cuando en medio de Revival compendium vol. 3 nos encontramos un número que no dibuja Norton, sino Emilio Laiso, e incluso algunas páginas sin acreditar en el número anterior de un primerizo Daniel Warren Johnson. Sin embargo, al llegar a la recta final y al subidón de ritmo que se produce, es como si Norton hubiera querido coger aire para darlo todo en este último tramo.
Para cuando terminamos Revival compendium vol. 3, venimos de un final apoteósico y un nuevo giro, que nos pone en un nuevo status quo para nuestras protagonistas justo mientras vemos que todo se precipita a la conclusión. Os aseguro que pronto tendréis una reseña del cuarto tomo porque no voy a poder aguantar mucho tiempo sin leerlo.