Es la hora de las tortas!!!

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Reseñas desde Star City – Novedad USA: SEX

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Hace un mes me encontré con esta nueva serie de Image y me picó la curiosidad. Para empezar, el título, muy explícito (con algo de morbo, no lo voy a negar), una portada con colores algo llamativos y decidí echarle un ojo. La serie me sorprendió por lo bien escrita que está, una estética absolutamente 90s, y por lo explícita que es, para ser una serie americana de una de las editoriales grandes, porque Image, es ya por méritos propios la tercera grande de EE.UU. Empecemos, como siempre, poniéndonos primero en situación.

Los autores:

Joe Casey es el típico autor todoterreno, que debutó en 1998 trabajando para toda editorial que lo requiriese. Así, en el año de su debut hizo números para Lobezno, Cable, X-Men, Alpha Flight, Hulk o Uncanny X-Men en Marvel, pero también trabajó para Image con la serie Hellcop, y al año siguiente haría para DC números de Flash o Superman y para Wildstorm (cuando aún no formaba parte de DC) como Gen 13 o WildCATS. Desde entonces, ha seguido trabajando con regularidad para todas las editoriales que lo reclamasen, participando en series como Vengadores, Iron Man, Capitán America, Spider-Man, Fantastic Four, Batman, Superman/Batman, The Autority, Tom Strong, Hellboy o GIJoe, entre otras muchas. Aunque tal vez la obra más personal y reconocible sea la miniserie Automatic Kafka, para Wildstorm, junto al dibujante australiano Ashley Wood.

Sex2El polaco Piotr Kowalski es el dibujante, un tipo poco conocido, cuyo currículum solo incluye la miniserie de 4 números Malignant Man para Boom Studios.

Mención especial a Brad Simpson, el colorista, por un trabajo muy interesante y a Rus Wooton, el rotulista. No suelo fijarme en estas parcelas de trabajo dentro de un comic, especialmente en la segunda, no pretendo hacerme el erudito, pero es que como ahora comentaré, creo que estos dos señores juegan un papel muy importante en el resultado final. Simpson ya trabajó en Marvel con Casey, en la miniserie de 6 números Vengeance.

La historia:

Simon Cooke vuelve a Saturn City después de unos cuantos años. Es un personaje muy reconocido en esta megalópolis, aunque los años y el cansancio han hecho mella en él. Los recuerdos de su anterior estatus y el intento por reintegrarse a una vida “normal” serán más difíciles de lo que esperaba. Aunque no lo reconocen de manera explícita, intuimos que es un superhéroe retirado. Se encontrará con personajes como Shadow Lynx, una antigua amiga y ¿compañera? que ahora ejerce de madame de un club, y suponemos que acabará encontrándose con El Viejo (the Old Man), un jefe mafioso que se encuentra en las últimas, aunque todavía tiene energías para dar mucha guerra.

El cómic: 

Como he dicho al principio, el cómic me sorprendió bastante a un primer vistazo. En primer lugar por el color, con un uso de colores pastel que dan una atmósfera de ciudad iluminada por grandes neones en todo momento, incluso en escenas de día, y con un uso de gamas bastante similares, que dan una impresión de luminosa ciudad en sombras. Esto se acentúa en las escenas de noche, o en las de los clubs, donde es ganan fuerza las sombras y la iluminación disminuye progresivamente. Si a esta tendencia a la monocromía le sumamos unos rótulos con una fuente “retro”, unos efectos de texto subrallado en algunos pasajes, y un dibujo con trazos sencillos y que se aleja del hiperdetallismo al que se tiende hoy en día, parece que estés hojeando un cómic de los años 90. Es muy llamativo. Si coges el, por ejemplo, American Flagg de Chaykin y después le echas un vistazo a este, no sabes cuál es anterior. Y eso no es algo negativo. Tengo la sensación de que es tanto un recurso artístico muy efectivo y que intenta retrotraernos a otras obras de este corte; pero que a su vez podría servir de reivindicación de un estilo sencillo, cosa que hoy día tiende a estar bastante mal visto, especialmente en el cómic mainstream. Y si pienso así es porque cuando Kowalski quiere ser detallista, lo es. Me recuerda un poco, salvando enormes distancias, a Darwyn Cooke.Sex4

Por otro lado, me llamó mucho la atención lo bien escrito que está. Es algo que es prácticamente imposible ver en el género pijamero, en el que todo tiene que estar mascado y tienen que contarte lo que estás viendo. Aquí, no cuentan nada: El primer número es llamativo por su rotunda sencillez, y el recelo a la hora de proporcionar información. En este número no pasa nada. Pero no es como esos cómics de Bendis en los que te empieza a contar una historia super enorme y se lleva 10 páginas mostrándote a un grupo de superhéroes yendo de un sitio a otro (y el cual puede ser igualmente satisfactorio para su público, ojo). Aquí, el peso de la información subyacente es abrumador, y te deja con ganas de seguir leyendo para ver si tus teorías pueden tener algo de fundamento. Como he apuntado en el resumen de la historia, en el primer número, vemos a un Simon Cooke, que vuelve a Saturn City, que recuerda con pesar, y que deja entrever que es un superhéroe que en su día fue el protector de esa ciudad, igual que Superman protege Metropolis o Batman Gotham. Cuando se retira y vuelve a su estatus de civil normal, ve que le falta algo en su vida. Casey juega con el papel de la búsqueda de esa necesidad de poder, que en este caso se inclinará a la forma más inmediata de tomar poder de manera fácil, rápida y no-necesariamente permanente: el sexo. Nos deja ver a un protagonista con muchos conflictos, frustraciones y debilidades, al que nos apetece seguir conociendo poco a poco. En contrapartida, el villano, El viejo, ese líder mafioso que todavía sigue ejerciendo su poder manteniendo relaciones con jovencitas. Y la femme fatale, que es consciente de su poder sexual y lo ha explotado directamente de la manera más rápida y efectiva, claro…

Por último, el sexo. Image no se ha amilanado con la carga sexual. Lo ha explotado, de hecho. La campaña promocional de este cómic fue “Image quiere que compres sexo”, haciendo un juego de palabras que llamó bastante la atención. El cómic es explícito hasta cierto punto. En Europa, no sorprendería ni escandalizaría a casi nadie, pero estamos hablando de una editorial que podemos considerar la tercera más potente en EE.UU. y la sociedad más puritana, a pesar de ser la que más dinero saca a costa del sexo en el mundo. De hecho, Apple ha bloqueado la venta de este comic en Comixology. Para hacerte con él, tienes que comprarlo en su web y luego pasarlo a través de iTunes. La doble moral americana, nada nuevo. Pero no es un cómic porno, no es explícito hasta ese punto, así que los que ya os estábais frotando las manos (¡y solo las manos!) podéis iros olvidando. El sexo vende. Y si es para mostrarnos a un viejo superhéroe que no encuentra otra manera de saciar sus fantasías de poder que a través del sexo, más.

Sex3En definitiva:

Un cómic diferente, interesante desde el punto de visto de guión, de una estética retro muy interesante, que contrasta con la impresión de ciudad futurista, y unos personajes a los que de momentos, apetece seguir conociendo. Una serie, a la que seguir la pista, a ver hasta dónde le dejan a Casey, Kowalski y compañía hacer algo que merezca la pena. Ya os contaré…