Aleta Ediciones recupera esta serie de BOOM! Studios del año 2010, recogida en dos TPBs americanos. Su título, The unknown. Autores, nada menos que Mark Waid y el malogrado artista holandés Minck Oosterveer. Mezcla de trama detectivesca con asuntos paranormales y aventuras en esta buddy story que no había llegado a nuestro país.
Catherine Allingham es una detective mundialmente conocida por su habilidad. Le diagnostican un tumor cerebral terminal que le produce una serie de alucinaciones. Por ello, cuando es requerida por unos científicos austríacos para que investiguen la desaparición de una novedosa invención suya, pide ayuda a un gorila de discoteca en el que ha visto unas habilidades de percepción muy aprovechables. Como no se fía de sus propias percepciones, recurre a este tipo, que contrasta tanto en físico como en personalidad. La desaparición de la máquina no es más que el comienzo de una trama sobrenatural, y de la que para no pisar nada, obviaré dar más detalles, en una historia que se complica progresivamente.
La trama recuerda por momentos a historias de aventuras, la más obvia, posiblemente, En busca del arca perdida, especialmente en el último tramo de historia. Pero Waid hilvana hábilmente la propia trama personal de la protagonista, su escepticismo en lo que respecta a asuntos sobrenaturales y cómo va intentando racionalizar todo lo que le va sucediendo a través de explicaciones basadas en la ciencia.
Dada mi condición profesional, no puedo evitar hurgar un poco en la trama médica. Catherine padece un tumor de la glándula pineal (pinealoma), tumores que hoy en día suelen tener buen pronóstico, y son curables, aunque en este caso tiene un pronóstico fatal de 6 meses. Los síntomas que produce suelen ser por compresión, y uno de los rasgos más característicos es la incapacidad de mirar hacia arriba (un detalle en el que tal vez deberían haber pensado a la hora de desarrollar el personaje del compañero de Catherine, mucho más alto que ella). Los síntomas de alucinaciones no son raros, aunque lo que aquí me llama la atención es la consciencia de enfermedad, es decir, ella en todo momento las interpreta como alucinaciones, cosa que no es tan habitual. En fin, detalles tontos, en los que nadie se va a fijar, pero no tengo la culpa de haber estudiado lo que he estudiado…
Mark Waid es un todoterreno del cómic. Ha hecho casi de todo y, junto a Kurt Busiek, reúne las dos mejores cualidades que puede tener un guionista de cómics: Lleva leyendo cómics toda su vida… y tiene buena memoria. Así, que coja una etapa como su Daredevil es toda una gozada, porque recupera personajes olvidados, homenajea etapas enterradas, y sabe lo que está escribiendo. Lo mismo puede decirse de su Flash, etapa memorable, quizás la que más junto a la de Johns, en la que dio una vuelta de tuerca al personaje e introdujo la física como principal detonante de la serie. Y lo mismo puede decirse de su Kingdom Come, sus diversas series de Legión de Superhéroes, y en Marvel con Capitán América, Hulk, o la aclamada Daredevil. Muy recordada también su Ruse (con la que tiene algo en común esta The unknown) y sus series para BOOM! Irredimible o Incorruptible.
Curiosa y con mucho fundamento la introducción de Gail Simone para el tomo. Si algo destaca de Mark Waid es su capacidad de sorprender con cosas nuevas. Ya le pasó con la sleeper Irredimible o con su sorprendente Daredevil. Aquí, mezcla géneros, homenajea otros y combina con gran maestría, pues es bastante separable la trama personal y la propia personalidad de Catherine con lo que realmente está contando. Un MacGuffin (que diría Hitchcock) para llevarnos a hablar de una persona, aunque lo aliñe con acción e intriga.
Minck Oosterveer es un autor holandés que parecía empezar a despuntar para el mercado americano (The unknown, Ruse, Spider-Island) cuando en 2011 sufrió un accidente de motocicleta que le quitó la vida. Su estilo es sobrio, correcto pero despunta para mi gusto en la acción. La escena del tren es brillante, con una capacidad de transmitir la acción muy destacable. El resto se nota que todavía estaba haciéndose al tipo de narrativa americana, con algunas composiciones de página cuando menos curiosas, no por ello deficientes.
El tomo incluye las portadas originales y las alternativas, destacando especialmente las preciosas ilustraciones de Erik Jones (como la de la propia portada del tomo), con un estilo muy pictórico y que son una auténtica maravilla.
Una serie interesante, con unos personajes muy ricos, un juego continuo a no saber qué parte es real y cuál no, debido a las características propias de la protagonista. Una mezcla de géneros muy acertada, con un Waid dando una vez más en el clavo.
Aleta nos presenta esta primera miniserie de 4 números en su habitual formato rústica, con 112 páginas a color por 12,95€. En la última página anuncian para próximamente el segundo y último arco, El demonio hecho carne. Supongo que a partir de la muerte de Oosterveer a Waid se le quitaron las ganas de seguir con la serie, una pena.
Si os gustan las historias policíacas, la aventura, y las tramas sobrenaturales, echadle un vistazo. No os defraudará.