Terry Moore es un autor de cómic muy poco al uso: Se autoedita. Ha trabajado para las majors en ocasiones muy contadas. Sus cómics son en blanco y negro. La gente habla en ellos… mucho. Vive de su profesión. Su última obra es Rachel Rising, que Norma Editorial ha comenzado a publicar hace unos meses en un primer tomo que recoge los 12 primeros números USA, o los dos primeros TPBs. Aprovecho la reseña para hablar de Terry Moore, el Woody Allen de los cómics.
La historia.
Rachel es una joven que despierta cubierta de tierra en el lecho de un antiguo río seco. Sus ojos muestran una llamativa hemorragia y su cuello marcas de asfixia. A todas luces, acaba de resucitar… o tal vez siga muerta pero en vida. Poco a poco irá intentando averiguar más detalles acerca de su estado y su aparente muerte, e intentará contar con la ayuda de sus seres queridos: su tía Johnny, la forense de Manson, el pueblo donde vive; y de Jet, su amiga de la infancia. Todo se verá complicado por la aparición de una misteriosa mujer rubia y una niña que parecen atraer a la muerte. No son los únicos personajes secundarios de esta historia: Earl, un gigantón que ayuda a Johnny en la morgue; el Dr. Siemen, un escalofriante médico con unas curiosas teorías acerca de la vida y la muerte; el Detective Corpell, encargado de investigar las muertes que se están produciendo con más de una incógnita; Donna, la encargada de buscar un hogar para la huérfana Zoe;… Y es que si algo caracteriza a Terry Moore es su habilidad para construir personajes ricos. Pero no es lo único.
Terry Moore, autor autosuficiente.
He intentado retrasarlo todo lo posible, pero hablar de Terry Moore es hablar de Strangers in Paradise, la obra que lo convirtió en alguien conocido y que le permitió adentrarse en la aventura de la autoedición, algo que lleva haciendo con éxito bastantes años ya, gracias a su sello Abstract Studio. Strangers in Paradise (o SiP, como es conocida en muchos sitios) es una obra que Norma Editorial publicó en 7 volúmenes muy similares a estos. De hecho, su siguiente obra, Echo, también fue publicada por ellos en 3 tomos con el mismo formato: Tomos de tamaño cuartilla, de unas 200 páginas en B/N con una relación de precios correcta.
Moore es un autor al que le gustan las mujeres, todas sus protagonistas han sido mujeres, tanto Katchoo y Francine, o la Julie de Echo o ahora Rachel. En eso también se asemeja al genial director neoyorquino. Pero ¿cuáles son las características más llamativas o evidentes de Terry Moore?
1. La expresividad. Si hay un autor a día de hoy capaz de expresar sin diálogos auténticos torrentes de expresiones y sentimientos, ese es el amigo Terry. Sucesor del mismísimo Will Eisner, es un tipo que a pesar de tener muy poco repertorio de modelos, es capaz de mostrar una plasticidad en los gestos impresionante. Y es que si uno hojea su obra tenemos a personajes físicamente muy similares: el modelo Katchoo, rubia, delgadita con nariz respingona y con rasgos muy similares a Julie en Echo, Rachel en Rachel Rising o la propia Casey en SiP; el modelo Francine, morena, regordeta y con rasgos afables, como la Jet de RR, o la Bambi de SiP (buena, esta era Francine en cachas); el modelo Freddie, calvo o con entradas, perilla y pinta de pocos escrúpulos, como el aspirante a padre de acogida de Zoe en RR… Son personajes todos similares, y que uno podría pensar que es una carencia del autor, que solo sabe dibujar 4-5 tipos de personajes. Pero luego ve sus expresiones y uno se da cuenta de las habilidades que tiene.
2. La narrativa. Si conocéis a algún autor que se permita usar medio número uno de una serie nueva para mostrar a la protagonista saliendo de su tumba, me lo decís. Moore usa un tempo pausado, con abuso de esa narrativa momento a momento de la que hablaba Scott McCloud, en la que nos cuenta una escena con todo lujo de detalles y viñetas. Eso en manos de alguien poco hábil podría tener resultados desastrosos, pero Moore hace que navegues a través de las páginas de sus cómics con una fluidez pasmosas y con cambios de ritmo que te mantienen el interés. Combina páginas sin viñetas con una narrativa fluida con escenas de diálogos en los que te tienes que detener a leer con tranquilidad. Que nadie busque un ritmo vertiginoso en sus historias, Moore se toma su tiempo en desarrollarla, sin caer en el hastío. Es el equivalente a algunas series de la HBO (Mad Men, Los Soprano, …). Para que os hagáis una idea, en este tomo con 12 números, no nos enteraremos de qué está pasando realmente en la historia hasta el número 10, imaginaos si confía en sí mismo para arriesgarse a publicar una historia que con falta de habilidad haría que los lectores abandonaran el tren y dedicaran su dinero a otro cómic.
3. Los diálogos. Si Woody Allen es probablemente el mejor guionista a la hora de escribir un diálogo, Moore es el mejor historietista en este aspecto. Sus obras tienen continuos detalles que uno puede pasar fácilmente desapercibido, pero que van sembrando semillas. En este Rachel Rising, por ejemplo, Moore nos va soltando perlas especialmente en boca de Jet, la amiga de la infancia, que en plena conversación sobre la vida y la muerte suelta un chascarrillo sobre la vida amorosa de Rachel, o en pleno viaje después de encontrarse con la misteriosa mujer rubia se permite un comentario sobre la tapicería de la vieja furgoneta de Johhny… Son detalles aparentemente inofensivos, pero que en nuestro subconsciente nos van hablando de la relación antigua y de confianza con Rachel o Johnny. Y luego está el humor. Incluso una obra aparentemente terrorífica como esta, o la historia de intriga conspiranóica de Echo, tienen continuos chistes, o frases con dobles sentidos que te hacen sonreír en más de una ocasión.
4. El amor imposible. Le encanta. La relación prohibida entre Francine y Katchoo, el amor inconfesado de Earl, la relación no explícita de Johnny… Le encantan las relaciones difíciles o con obstáculos. Rara vez veréis una relación «al uso» y si la veis, es porque está acabando o podrida, como la de Freddie y Francine en SiP. Es uno de sus asuntos preferidos.
En resumen.
Rachel Rising es una obra con tintes terroríficos, con brujas, muertos revividos, posesiones, niños que dan yuyu… Todo contado con la habilidad del maestro Terry Moore y en un formato que tanto por precio como por cadencia, se hacen una compra segura. No lo dudéis, no os defraudará.