Diábolo Ediciones vuelve a traernos las aventuras de las 3 ladronas más carismáticas de Francia: Max, Carole y Alex en Olympia. Un nuevo robo, nuevos personajes y más diálogos que sin duda te dibujarán una sonrisa en la cara. Bastien Vivès, Florent Ruppert y Jérôme Mulot nos traen otras 136 páginas de aventuras de estas tres ladronas de arte, en esta ocasión, uno de los cuadros a robar, será la Olympia de Manet.
La historia.
Olympia es la continuación de La gran Odalisca, el tomo anterior, en el que Alex y Carole tuvieron que encontrar un tercer pilar para el equipo (Alex) necesario para robar la obra de Jean-August-Dominique Ingres del museo del Louvre. Al final de esa aventura, Carole quedó en estado crítico, y dada por muerta por sus dos compañeras. Olympia comienza con un nuevo trabajo en solitario de Alex y Max, en esta ocasión para robar un casco del Museo de la Guerra y llevárselo a un peligroso mafioso italiano. La entrega resulta más problemática de lo esperado y acaba provocando que las ladronas tengan que embarcarse en una misión aún más difícil: el robo conjunto de la Venus dormida de Giorgione, la Venus de Urbino de Tiziano y la Olympia de Manet que da título a esta obra. Las tres obras se encuentran fuera de sus museos originales con motivo de una exposición en el Petit Palais de París. Acción trepidante, giros inesperados, y un asesino a sueldo/guardaespaldas poco hablador que velará por los intereses de la parte contratante del golpe…
Los autores.
El guión corre a cargo del joven Bastien Vivès, autor conocido en España gracias a Diabolo Ediciones que ha editado otras obras suyas como La blogosfera, Polina (Premio de las librerías especializadas en 2011) o El gusto del cloro (que le valió el premio de autor revelación en Angoulême en 2009). La historia es atractiva y dinámica, pero para mi gusto lo más destacable es la caracterización de personajes: Carole, la sensata; Max (la fría, dura e introvertida); y Alex (la cabra loca, locuaz hasta rozar la irritación). La relación entre ellas está muy bien cuidada y con muchos matices que el autor deja al lector para que saque sus propias interpretaciones. Cuenta mucho más de lo que muestra, y eso no es muy habitual. Además, los diálogos son muy potentes: divertidos cuando toca, especialmente con Alex (el interrogatorio al guardaespaldas en el tren preguntándole por cómo es ser asesino a sueldo es desternillante), tiernos (la escena limpiando cristales) y duros en otras (como en la escena de la huida, con Antonio, el guardaespaldas). Además, sabe combinarlos muy bien y es de lo más destacado del tomo. Por sacar algo, un final algo excesivo, aunque no es incoherente. Cabría pensar que es más incoherente que el personaje al que me estoy refiriendo haga todo lo que hace durante la historia que lo que pasa durante la huida, pero es una escena que me pareció algo forzada.
Del dibujo se encarga el tandem Ruppert-Mulot, que trabajan juntos desde que coincidieran en la Escuela de Arte de Dijon (¡de donde la mostaza!) y con una larga carrera desde que comenzaran en 2004 a publicar en revistas/fanzines. Recibieron el premio especial revelación en 2007 por Panier de singe y fueron nominados en 2008 y 2016 por Le Tricheur y esta Olympia. En España solo se ha publicado otra obra suya: La técnica del perineo, y también por Diabolo. Su estilo es muy alternativo, muy alejado del habitual detallismo con el que nos tiene acostumbrados el mercado francés. Tenemos páginas en las que las protagonistas no tienen rostros, solo el contorno de la cabeza, y a primera vista es un dibujo tirando a feo. Sin embargo, paradójicamente transmite muchísimo. La narrativa es muy potente, con una expresión corporal sobresaliente y un recurso frecuente a la técnica de transición escena a escena que te pone en situación de lo que ha pasado en un día o en un período relativamente largo en apenas una página, y sin necesidad de un solo diálogo. Además, los escenarios reales quedan perfectamente sugeridos, aunque se limiten al contorno y dos trazos de por medio. Parece que estés viendo una foto con los ojos entrecerrados. Muy curioso.
En definitiva.
Una obra interesante de BD, editada originalmente por la editorial francesa Dupuis, con una historia entretenida, personajes atractivos y diálogos con chispa. Aunque es una continuación de los hechos acontecidos en La gran Odalisca, y se hace referencia a algunas cosas que pasaron en esa historia, no es necesario haberla leído. La historia se comprende perfectamente sin necesidad de haber leído el tomo anterior. Olympia está editada por Diabolo Ediciones, en formato cartoné, 136 páginas de papel satinado de alto gramaje a un precio de 19,95€.
Lo mejor: Los diálogos. El personaje de Alex. El momento Lady Ga-Ga.
Lo peor: Lo que pasa al final, durante la huída, algo excesivo, para mi gusto.
Para los que gusten del europeo diferente, con buena narrativa y historias de robos de arte. Para los que leyeran La gran odalisca y les gustara.