Febrero de 1998. Warren Ellis decide introducir en la colección Stormwatch del sello Wildstorm a dos personajes: Apollo y Midnighter. Apollo es una especie de Superman con poderes solares, mientras que Midnighter es un trasunto de Batman. La peculiaridad de esta pareja tan «poco original» es que estos Batman y Superman son gays… y son pareja. Pero donde ambos darían el gran salto a la popularidad sería con la serie The Authority, dentro también de Wildstorm, y también escritos por Warren Ellis y dibujados por un por entonces no tan popular Bryan Hitch. La serie sería un éxito de público, con la popularización de esta «Liga de la Justicia» violenta y adulta que haría de sus personajes nuevas estrellas en el firmamento superheróico. Con la fusión de Wildstorm en el Universo DC, y concretamente a raíz de Flashpoint y de la creación del nuevo Universo DC, Midnighter daría el salto a Stormwatch, una versión light de The Authority, integrada en el nuevo Universo DC y de la que hace no mucho nos habló Enrique en este artículo. Ahora, Midnighter da el salto de las páginas de Grayson donde era un secundario de lujo a su propia cabecera, una serie sorprendente y que hace que Midnighter pase a recordarnos a otro personaje, ya no es el Batman gay. Ahora se ha convertido en el Lobezno gay.
La historia.
Este tomo que recoge los primeros 6 números de la serie americana cuenta «la historia» de cómo un(os) individuo(s) roba(n) de El jardín de Dios un serie de artefactos muy poderosos. Para quien no esté familiarizado con el personaje, El jardín de Dios es un sitio donde reside la jardinera, y tiene mucha relación con el origen del personaje protagonista de esta cabecera. Durante 6 números asistiremos a sus aventuras y desventuras, con numerosos personajes secundarios que se pasarán por la serie a dar color a una trama muy compleja, con saltos continuos en el tiempo hacia delante y detrás: Grayson, Multiplex, Prometheus… no serán pocas las caras conocidas que hagan presencia en esta historia. Pero además, seremos testigos de cómo Midnighter se sobrepone a su ruptura con Apollo y se enfrenta a todo tipo de enemigos, desde vampiros, criaturas demoníacas, esbirros de capos mafiosos rusos o una viuda resentida que usará uno de los artefactos del Jadín de Dios para acabar con la junta directiva de la empresa que acabó con la vida de su marido.
Los autores.
La historia está entera escrita en estos primeros 6 números por Steve Orlando, que debutó en el one-shot de Vertigo Mistery in Space y luego ha escrito para Image la serie Undertow, donde coincidió con el artista Artyom Trakhanov, que ha hecho alguna portada de esta serie. Desconozco la orientación sexual de Orlando, pero trata la homosexualidad de Midnighter con una naturalidad raras veces vista antes en un cómic de superhéroes. Hasta ahora (incluido The Authority) estábamos acostumbrados a ver personajes que sentían atracción por personas de su mismo sexo y se planteaba el conflicto emocional o en casos como el pasado de Midnighter se presentaban como una relación asentada, en la que como mucho, le soltaba un pico a su pareja. Aquí vemos una relación mucho más carnal (y natural, por otro lado). Este Midnighter «le come la boca» literalmente a sus parejas y les arranca la ropa para mantener relaciones con ellos. Tal vez no haya leído suficientes cómics de superhéroes, pero no había visto algo así hasta ahora en un cómic mainstream. Y queda genial, que conste. No sé por qué un personaje heterosexual puede acostarse con mil chatis sin despertar ningún comentario de rechazo y que este cómic pueda ser mal recibido por las mentes más castas y puras. Chapó por Orlando, y chapó por DC por apostar por la normalidad.
Por otro lado, las tramas que plantea Orlando, son bastante complejas. Cada número se centra en un personaje o una línea concreta, pero la propia idiosincrasia del personaje hace que de fondo esté pincelada una trama mucho más compleja y que implica conocer el recorrido del personaje. Además, otra cosa que consigue Orlando es cambiar la referencia mental que teníamos hasta ahora. Al ser un personaje de Wildstorm, siempre se ha intentado escribir como una versión «sin límites» de Batman. Ahora es mucho más Lobezno. El personaje disfruta de la violencia, disfruta de machacar enemigos, y tiene su propio «soy el mejor en lo que hace», aquí «Ya he imaginado un millón de veces la pelea antes de que empezara». Además, las normas no van mucho con él.
En cuanto al dibujo, se reparte entre tres dibujantes. Si bien, el aparentemente dibujante principal es ACO, comparte lápices con los artistas Alec Morgan y Stephen Mooney. ACO, visto anteriormente en la serie Constantine es el mejor de los tres. Es cierto que tiene un estilo que retrotrae ineludiblemente a la última etapa de Andrea Sorrentino, con esas viñetas de transición «aspecto a aspecto» (McCloud dixit) y esos encuadres del detalle de una viñeta para centrar la atención del lector. Incluso sin ser algo nuevo porque Sorrentino lleva varios años centrando su narrativa en estos recursos, es muy personal y le da al dibujo mucha riqueza y atractivo.
Alec Morgan me parece el artista que menos pega con el tono de la historia, con un estilo muy europeo, con un dibujo muy sencillo y abocetado, que sin dejar de cumplir, contrasta demasiado con el de sus compañeros de lápices.
Stephen Mooney no es ACO, pero sí tiene un estilo más al uso y cumple su cometido con bastante solvencia. Su estilo es muy afín al pijamero y sus dos números son bastante disfrutables, e intenta seguir la estela de ACO, aunque con una narrativa mucho más formal.
En definitiva.
Midnighter no es el personaje más original del mundo del cómic de superhéroes, pero su serie resulta un soplo de aire fresco en una DC que actualmente lucha por volver a encontrar su sitio en el mercado. Merece la pena por el dibujo de ACO y por los guiones de Orlando que exigen una atención mínima del lector por esos saltos temporales continuos que hacen difícil de situar la acción en el tiempo. Este primer tomo de Midnighter, La búsqueda, contiene los números 1 a 6 de la serie americana, junto al Sneak Peek del personaje. Está editada en rústica, con 144 páginas a color por 13,95€.
Lo mejor: ACO, un Andrea Sorrentino diferente. El tono valiente a la hora de tratar la sexualidad del personaje.
Lo peor: Un lector casual puede perderse muy fácilmente con esta serie, si no está un poco al día de las andanzas del personaje.
Para amantes de DC, que buscan series nuevas con algo de originalidad. Para fans de Lobezno. Para seguidores de la serie Grayson que disfrutaran con la participación de Midnighter.