Chulu, Cutulju, Tchulju… Nunca he sabido pronunciar Cthulhu, pero siempre he sido muy seguidor de la obra de Howard Phillips Lovecraft, o lo que es lo mismo H.P. Lovecraft. La editorial Diàbolo Ediciones nos trajo a finales de 2013 una colección de 15 relatos inspirados en la obra de dicho autor, con un plantel de artistas de muy distinto corte y con la pasión por la obra del estadounidense responsable de las pesadillas de muchos como elemento en común. Ahora en enero de 2016 han lanzado una segunda edición de esta colección.
Tengo que decir con algo de rubor que mi primer acercamiento a la obra de Lovecraft fue gracias a un juego de rol llamado Los mitos de Cthulhu, una obra que me descubrió al autor, y con algo que me llamaba poderosamente la atención. No eran esas criaturas con múltiples tentáculos o esas deidades imposibles… era la cordura. Siempre había un comentario acerca de los límites de la cordura humana, que hacía que pudieses dar el paso definitivo hacia la locura como si se tratase de cruzar el umbral de la puerta de tu piso. Y gracias a eso me leí obras como En las montañas de la locura, La llamada de Cthulhu o Herbert West: Reanimador (alentado por aquel clásico del cine cutre de terror llamado Re-animator y posteriores secuelas), y me fascinaron.
Esa fascinación es compartida por los 25 autores que han participado en esta colección, con algunos nombres más conocidos en el mundillo como los de El Torres, David Braña o Santiago Girón. Y si hay algo que destaca en esta colección de relatos es la absoluta diversidad entre sus historias. Soy bastante aficionado a leer colecciones de relatos, y me suele suceder que salvo sorpresas, el tono es habitualmente similar, o al menos, hay dos o tres corrientes entre las que se pueden encajar el 90% de sus historias. Cuando eché un ojo a esta obra, que está condicionada por la inspiración de la obra de Lovecraft, esperaba ver historias muy similares entre sí. Y nada más lejos de la realidad. Estilos, tonos, ambientaciones, épocas,… todo cambia de una historia a la siguiente. Y eso me gusta, vaya que sí.
La extensión de las historias es la primera de esas diferencias, teniendo historias contadas en una página de cuatro viñetas (como la simpatiquísima Lección de anatomía, que sirve para abrir la antología) hasta 12 páginas (la más larga, Goteo, de David Braña y Santigo Girón, una de las que más me ha gustado). Y como decía, la ambientación también es muy distinta en cada historia: Tenemos una historia que cuenta la búsqueda de Bin-Laden con un Obama que rinde cuentas a otros (La lanza de Neptuno), una historia de una madre soltera que acude a dar a luz a un siniestro convento (El advenimiento de Nikto, con un dibujo interesantísimo de Álex Espert), historias de astronautas (La locura de Marte), de invasiones en ciudades costeras (Llegó de día), con el propio Lovecraft de protagonista (De donde vienen las ideas, de El Torres y Chema García, una maravilla), historias ambientadas en la típica casa victoriana más propia de Poe (Las ratas en las paredes, otra de mis favoritas), o incluso historias ambientadas en una mina mexicana a finales del siglo XIX (La transición de Juan Romero).
Y siendo sincero, a pesar de la diversidad de las historias, tengo que decir que de las 15 historias solo me ha parecido que una historia tiene un dibujo algo más flojo (aunque la historia en sí me ha gustado mucho), el resto tiene un aprobado alto en el peor de los casos, y en algunos un sobresaliente. Las historias, hay de todo… unas que son más autoconclusivas y con su estructura completa, otras que parecen contar solo un fragmento de una historia más larga, y otras que tiran más por lo onírico o con estructuras más complejas. Pero el resultado global es una colección de relatos potente y a diferencia de otras antologías, muy coherente en su conjunto, sin heterogeneidad visual excesiva. Solo 5 historias son a color, el resto son en blanco y negro, pero no se le echa en falta. Cada cual tiene su estilo, y en ningún caso he echado en falta o en sobra el color en la historia.
En definitiva.
Lovecraft, un homenaje en 15 historietas es una ocasión perfecta para acercarse a un género muy difícil dentro del cómic como es el del terror. No es fácil asustar o provocar desasosiego en una historia cuando de un vistazo puedes ver toda la página con sus viñetas y que el golpe de efecto te lo tragues sin querer antes de haber leído las viñetas previas. Aquí se rinde un merecido homenaje a uno de los maestros del terror literario, y se hace a través de 15 historias que hacen que merezca francamente la pena el invertir el tiempo y el dinero en su lectura. Está editado en rústica por Diàbolo Ediciones, con una extensión de 128 páginas en blanco y negro y color, a un precio de 11,95€.
Lo mejor: Algunas historias, la homogeneidad de todas ellas a pesar de estar ambientadas en épocas y mundos tan diferentes.
Lo peor: Una antología de relatos cortos siempre tiene el problema de que un autor que lo hace muy bien y te entusiasma… te deja con ganas de más.
Para amantes de las antologías de relatos, de los relatos de terror, seguidores de H.P. Lovecraft o curiosos por ver muchos estilos diferentes reunidos en un solo libro.