Cuando Brian Michael Bendis se hizo cargo del grueso de la franquicia mutante, hubo disparidad de reacciones. Algunos se frotaron las manos, otros se las echaron a la cabeza. El caso es que planteó una situación en el entorno mutante cuando menos atractiva. Muchos éramos los que pensábamos que lo que él planteaba como una serie abierta, no daría para más que una miniserie de pocos números, pero claro, estamos hablando del maestro del decompressive storytelling, alguien capaz de estirar un chicle de máquina de bolas como si fuera todo un Boomer. Bendis planteó una situación para su All new X-Men (aquí La nueva Patrulla-X) en la que La Bestia, atormentado por ver en lo que se había convertido su compañero y amigo Scott Summers, decide viajar al pasado y traer a La Patrulla-X original al presente para que lo haga entrar en razón. El hecho de ver interactuar a una Patrulla novata, de su tiempo, con los miembros actuales y alucinando por enterarse de todo aquello que nosotros hemos ido sabiendo en los últimos 50 años era muy interesante. Además, Bendis hace una cosa muy bien, y es que ha sabido caracterizar perfectamente a los personajes, y ha conseguido que veamos al Scott del pasado y al del presente como dos personas diferentes, por lo muchísimo que ha evolucionado su personaje a lo largo de todos estos años. Pasado un año desde su llegada a los mutantes tocaba una de las especialidades del calvo de Cleveland, los cruces entre series. Así llegamos al crossover entre Uncanny X-Men, All New X-Men, Wolverine and the X-Men, X-Men y la propia miniserie que abre y cierra el evento que lleva por título La batalla del átomo, en un total de 10 números USA, que aquí Panini ha recogido en 8 (los números de La batalla del átomo 1 y 2 los han incluído en La nueva Patrulla-X y Lobezno y X-Men) publicados en los meses de diciembre de 2013 y enero de 2014.

Cruces mutantes.

La franquicia mutante siempre ha ido un poco por libre en Marvel. A pesar de que tenemos algunos mutantes omnipresentes tipo Lobezno, es cierto que el hecho de que los mutantes sean los apartados del Universo Marvel, les ha hecho mantenerse relativamente al margen de todo lo que pasa habitualmente en dicho universo. Aunque han participado, cuando uno recuerda la Civil War, Asedio o Invasión secreta, lo primero que se nos viene a la mente de esos crossovers son Los Vengadores. Por tanto, la Patrulla-X y sus derivados han tenido sus propios crossovers que han ido funcionando con más o menos acierto, pero que en definitiva han funcionado. Así hemos tenido Especies en Peligro, Complejo de Mesías, Advenimiento, Cisma, … Así que desde que todo “cambió” con Marvel Now, muchos esperaban el primer crossover de este tipo. La verdad es que la mayoría de estos crossovers cuentan poco, sirven para engordar ventas, para que el que habitualmente compra una de estas series se vea obligado a comprar el resto por el mero hecho completista de no tener un trozo de historia, aunque en algunos casos la cosa es diferente. De los anteriores, realmente me gustó Advenimiento, una historia con tintes nostálgicos a aquella Operación Tolerancia Cero, pero con muchísima acción y un ritmo trepidante. Algo así ha intentado hacer Bendis en este su cruce.

X-Men días del Futuro pasado. 

Curiosamente una de las sagas más recordadas de La Patrulla-X, que ha dado pie a infinidad de homenajes, referencias e incluso adaptaciones cinematográficas inminentes duró… dos números. Lo que hoy en día se estiraría (como vamos a ver a continuación) en 10 números, Claremont y Byrne lo hicieron en solo dos. Es el ejemplo perfecto del cambio de tiempos y de diferencias artísticas entre autores. Bendis ha querido hacer su homenaje a esta legendaria aventura en la que vemos un futuro mutante completamente bizarro y apocalíptico en este cruce, rizando el rizo y enfrentando a versiones de nuestros queridos mutantes del presente, futuro… y ahora también el pasado.

La historia.

La permanencia de La Patrulla-X original en el presente está empezando a traer sus consecuencias, y más que nunca se plantea la necesidad de que todo vuelva a su sitio, y que los miembros del pasado regresen a su época. Sin embargo, no todos están de acuerdo, y algunos miembros no están dispuestos a volver a su tiempo, por miedo a que les borren la memoria y que todo lo que han vivido se pierda en las habilidades de un por entonces vivo Charles Xavier. En plena discusión de si deben o no volver, aparece desde el futuro La Patrulla-X de dentro de muchos años, para decir que los miembros del pasado deben volver a su época o su permanencia traerá consecuencias fatales para el futuro de la humanidad. Comienza así una guerra entre infinidad de grupos, de cismas abiertos entre los propios grupos ya divididos con anterioridad y todo un dislate, con acontecimientos y peleas para todos los gustos.

¿Está bien? ¿Merece la pena?

A mí me ha gustado. Es un crossover que se disfruta mucho más leída de un tirón, aunque por otro lado eso permite darte cuenta de los enormes errores de Nick Lowe como editor del evento. En tiempos como los que estamos, en los que los lectores estamos más que nunca conectados, somos muy exigentes (algunas veces puntillosos) y nos fijamos en todo, para mí es absolutamente imperdonable que aparezcan y desaparezcan personajes como hacen en este crossover . O que una de las cucos de Stepford se tiña el pelo en su propia serie y en los números de las otras series aparezca todavía rubia. Llamadme exquisito, pero a mí esta serie de errores me sacan por completo de la serie. Y lo considero un error garrafal por parte del editor, imperdonable. No puede ser que estés leyendo All New X-Men 16 y el número acabe con un encuentro entre miembros de las tres épocas y quede una escena en pleno cliffhanger, pases al siguiente número en X-Men 5 y veas que Júbilo, Pícara y Mariposa Mental aparezcan interactuando con el resto como si en todo momento hubieran estado ahí, cuando Immonen se había encargado en su número de hacer una preciosa splash page en la que todos los integrantes de la escena aparecían andando en grupo en plan Reservoir Dogs… y ahí no estaba ninguna. Tal vez esté sacando las cosas de contexto, pero a mí el que algo así me haga parar la lectura y asegurarme de que voy en el orden correcto y no me he dejado ningún número por el camino, me saca de la historia y le hace perder su encanto.

Aparte de eso, que algunos veréis como una tontería, la historia tiene acción, hay peleas, encuentros, desencuentros, planes, traiciones, … se puede decir que lo tiene todo, aunque mirando un poco con perspectiva la serie hay que reconocer que si uno ve qué consecuencias tiene todo y para qué han servido esos 10 números de lectura aparte de pasar un (para algunos) buen rato, es que… no ha pasado gran cosa. Tan solo sirve para que nos demos cuenta de lo gran fan que es Bendis del wrestling. Está usando sus dos series como si esto fuera Raw y Smackdown, con traspasos de sus luchadores miembros de un grupo a otro como gran cliffhanger de turno. Es entretenida, me ha gustado, pero no se podrá decir que se recordará como el gran cruce del siglo.