Recuerdo el año pasado en Expocomic, charlando con Guillermo, de Grafito Editorial sobre cómo iba la editorial y cuáles eran sus proyectos futuros, y empezó a comentarnos que estaban preparando una obra que era una mezcla de médicos con unos animales extraordinarios y luego había unos gangsters de por medio… Don Antonio y un servidor, cuando nos fuimos y nos despedimos de Guillermo comentábamos: «Una de dos: o es una auténtica genialidad o eso no se lo termina de leer ni el lector más aguerrido». Estábamos hablando de Buckson cuando no estaba ni acabada. Hoy es una realidad y está disponible en vuestras librerías. Tengo que decir que, por suerte, al final la balanza se inclina más por la opción de la genialidad…
La historia.
Hacer la sinopsis de Buckson no es fácil, no creáis. Para un reseñador que detesta los spoilers, resumir la historia sin revelar nada relevante no es fácil. Vamos a intentarlo: Estamos en un futuro cercano. Yannick es un joven anestesista que cría una serie de criaturas capaces de sedar a las personas mientras actúan manteniendo al paciente hemodinámicamente estable, actuando como una especie de garrapata que contiene la sangre en una posible herida abierta, por ejemplo. Es un tipo introvertido, con poca iniciativa, y solitario. Yannick colabora con un exprofesor de la facultad de Medicina aportando sus Bucksons para asistir a mafiosos que necesitan ser curados de manera express y manteniendo una discreción. Una manera de ganar dinero rápido, con relativo poco riesgo, tan solo el de soportar el mal genio y los malos modos de los mafiosos con los que suele lidiar. Todo va bien hasta que un día, el Buckson usado para el capo de una de las bandas más importantes de la ciudad hace algo que no debe… y ahí comenzará una trama que dejará al lector sin aliento en todo momento.
El autor.
Víctor Araque comenzó a trabajar en el mundo del cómic junto a Edorta Corpas con la serie juvenil La familia Newton, de la editorial Saure y formada por cuatro títulos en los que Isaac Newton viaja al presente y tiene que enfrentarse a la tecnología actual. Su posterior trabajo sería para Edicions De Ponent con El código ciempiés, escrito por Joaquín Rosado, una historia de aventuras con un grupo de niños.
Con Buckson, Araque se enfrenta a su primera obra en solitario. Bueno, en solitario relativamente. Le acompaña su colorista habitual, que ha trabajado en todas sus anteriores obras, Rocío Estepa. Esta es probablemente su obra más adulta, orientada claramente a un público adulto (o casi).
La historia es trepidante. Comienza con un tono muy pausado, con ese protagonista tranquilote que aparenta no haber roto nunca un plato y ya sorprende la introducción de esos curiosos animales en toda la trama. Después el giro de los acontecimientos disparan la salida de una acción sin tregua muy bien planeada. Va intercalando momentos de relativa tranquilidad, pero incluso en esos momentos hay siempre una tensión palpable. Además, el uso de ir contando en paralelo la historia del personaje a modo de flashbacks está muy bien desarrollado, no resulta confuso en ningún momento.
En cuanto al dibujo, es un dibujo limpio, con personajes de grandes narices y una narrativa muy bien planeada. Hace creíble un futuro cercano, con la introducción de elementos futuristas como los vehículos o la maquinaria, pero manteniendo muy cercana la realidad actual. No es todo superfuturista que haga que te traslades a otro mundo, son pequeños cambios que hacen que mantengas esa conexión con la credibilidad e identificación de nuestra realidad presente. Cuando lo leía, me pareció estar en una película de Guy Ritchie, con esos personajes a lo Dexter Fletcher en Lock & Stock, que son pardillos metidos en un mundillo que le queda grande… y que llega un momento en que tienen que sobrevivir como sea. El ritmo también recuerda mucho al cine de Ritchie, es igual de trepidante.
El color de Estepa también es uno de los fuertes de la obra. Recurre con frecuencias a tonos monocromáticos, y usa el contraste para buscar impacto, o para dirigir la mirada a algo concreto, como ocurre con la sangre o con las glándulas de los Buckson, por ejemplo.
En definitiva, Buckson.
Tengo que decir que me acerqué a esta obra con cierta suspicacia, y me ha parecido una de las sorpresas más agradables en lo que llevo de año. Una historia fresca, original, con mucha acción y un personaje y situaciones interesantes. Como bonus track a esta reseña tenéis una pequeña entrevista que le hicimos al autor al final de la reseña.
Como siempre, Grafito pone muy fácil el acceso a su obra: Tenéis la edición en papel, con un encuadernado en rústica con solapas, con 104 páginas a color, con algunos extras como bocetos y regalos como una ilustración de Araque o una serie de tarjetones con una pequeña historia extra y diseños/explicaciones del animalete, por un precio de 16€ (en la web os lo envían sin gastos de envío a casa) o también podéis optar por la versión digital a un precio de 2.5€ y que también podéis descargar desde el mismo enlace que os he puesto.
Lo mejor: Lo fresca y trepidante que resulta la historia. El color.
Lo peor: Sinceramente se me ocurre poco que decir aquí. Me lo he pasado muy bien leyéndola.
Para fans de historias de mafiosos. Para fans de historias de ciencia-ficción. Para los que queráis apostar por talento patrio. Para los que queráis pasar un buen rato. Para los que os leéis hasta los títulos de crédito (donde os guardan un simpático guiño):
Bonus track: Entrevista a Víctor Araque:
¿Cómo surge Buckson? En los extras del tomo vemos que la idea ya viene arrastrada de hace años, pero ¿cuándo te pones con ella a desarrollarla como hemos visto en el tomo?
La idea primigenia nació de una historia corta llamada “Pet Shop” publicada en la desaparecida “La Parada Magazine”. Era una historia de humor negro donde trataba el maravilloso mundo de las mascotas y el extraño poder que ejercen estas sobre sus dueños que prácticamente se vuelven estúpidos por ellas (sé de lo que hablo, tengo dos perros). Pero forzando las situaciones al límite e introduciendo elementos de ciencia ficción.
Tras haber trabajado en “El Código del ciempiés” y en posteriores proyectos con otros guionistas que no llegaron a buen puerto, sentía la necesidad de volver a enfrentarme a la escritura y repasando antiguos proyectos y bocetos di con el boceto de aquella extraña criatura que posteriormente llamaría “Buckson”. Decidí que tenía que hacer algo con ella pero cambiando su contexto, ambientando su historia en la mafia y la ciencia ficción médica.
Poco a poco la historia fue cobrando vida. Ha sido un trabajo largo y duro. Rocío Estepa, con quien trabajo habitualmente, me ha ayudado en el color y asesorándome en la historia. Pero viendo el libro ya impreso y el feedback con los lectores, creo ha merecido la pena.
La historia, como digo en la reseña, me ha recordado mucho a las pelis de Guy Ritchie con el típico «pringao» que se mete en terrenos peligrosos y acaba metido en una espiral de violencia con sangre por todos sitios. ¿Cuáles han sido tus influencias para la historia?
Mis influencias han sido muchas. Del cine, las más directas han sido Cronenberg, Verhoeven y Lynch. Desde siempre me ha encantando el genero mafioso y creo que se me nota la influencia de otros autores como Martin Scorsese o Brian de Palma (a quien hago un homenaje dentro de la historia). La personalidad de «pringao» de Yannick desde un principio la tenía clara. Quería construir un personaje con defectos y conseguir que el lector empatizase con él. Yannick es el personaje mas gafe que he diseñado en mi vida.
¿Cómo te planteaste el diseño de las criaturas? Veo en los extras que no te limitaste a diseñar el bicho sin más, sino que tienes hasta atlas anatómicos de su interior.
Los “Buckson” ante todo deben de dar asco. Quería jugar con el lector con la sensación desagrado/atracción que tienen los personajes porque a pesar de su aspecto necesitan adherirse el Buckson a su cuerpo. Para su diseño simplemente fui mezclando conceptos: piel traslúcida, viscosidad, extrañas verrugas, tentáculos, etc.
Has trabajado hasta ahora para una línea algo más juvenil con la serie de Newton y El código ciempiés. ¿Tenías ganas de contar una historia orientada para otro tipo de público?
Yo no consideraría “El código del ciempiés” una historia juvenil, al contrario, es bastante oscura y adulta. Trabajamos con una estética infantil para jugar con lo macabro de su historia. Siempre le he dado a todo tipo de géneros. Pero como dices, tenía ganas de contar algo mas adulto. Lo principal era la acción narrativa de la historia.
¿Cuáles son tus proyectos inmediatos? ¿Estás trabajando ya en algo nuevo?
Tengo varios en mi cajón de proyectos, pero solo puedo adelantar algo sobre uno que tratará sobre la monarquía romana en los primeros tiempos de la fundación de Roma.
¿Cómo ha sido tu experiencia con Grafito? ¿Qué opinión te merece el trabajo que están haciendo apostando por autores españoles y con esa publicación simultánea en digital a un precio muy interesante y aportando caramelos al comprador en forma de regalos, posters…?
Mi trabajo con Guillermo y Yolanda ha sido muy satisfactorio. Se nota que aman sus productos y esa pasión se la trasladan al autor. En un mercado tan difícil como es el español, que aparezcan editoriales preocupadas en producir libros patrios siempre es una alegría. Su linea de negocio, es un aire de soplo fresco dentro del panorama editorial.
Pues eso es todo. Muchas gracias por tu tiempo y enhorabuena por tu trabajo.
Gracias a vosotros por interesaros por mi trabajo. ¡Un saludo!