Nunca he sido demasiado seguidor del Universo Valiant, así que cuando escuché que alguien había decidido resucitarlo no despertó en mí demasiado interés. Me acerqué a alguna de sus series y vi que tampoco pintaba demasiado mal. Después empecé a oír a hablar de una serie concreta: Archer & Armstrong. En menos de los 4 primeros números que recogía el primer tomo se había convertido en una de mis series favoritas del momento. Como sabéis, en nuestro país, Panini se hizo los derechos para su publicación del Universo Valiant, pero al año, Aleta ediciones firmó un acuerdo con Panini y la propia Valiant para ser la responsable de la publicación de sus colecciones a partir de diciembre del pasado año. A colación de la publicación del 4º tomo de la serie Archer y Armstrong, aprovecho para echar la vista atrás y contar un poco qué ha ido pasando en tomos anteriores.
La colección original.
En 1992 Jim Shooter, Barry Windsor-Smith y Bob Layton crearon a estos personajes para una colección que duraría 26 números. El éxito de la serie actual ha hecho que Valiant haya planeado la reedición en un omnibus en EE.UU. con toda la serie para noviembre de este año. La historia original era la de Obadiah, quien descubría que sus padres evangelistas abusaban de niños de su congregación. Escaparía de ellos y estos intentarían matarlo, encerrandolo en su casa y prendiendole fuego a ella. Escapa de la muerte por poco y busca refugio en un monasterio budista donde descubre que ha despertado habilidades latentes hasta el momento. Se cruzará con Armstrong, un tipo inmortal al que busca un miembro del monasterio donde ha estado entrenando. Sectas, cultos satánicos y acción rellenan esos 26 números. Si habéis leído la nueva serie, os resultarán conceptos familiares, aunque algo alterados.
Tomo 1: El código Miguel Ángel.
Tomo que incluye los primeros 4 números de la nueva andadura de la serie, editado por Panini, y en el que la historia planteada es la de Obadiah, un niño que vive junto a sus 22 hermanastros entrenados por dos padres evangelistas que han mantenido aislados de la sociedad a todos sus «hijos» en un parque de atracciones. Durante toda su infancia ha sido entrenado con todas las disciplinas de lucha conocidas y cuando alcanza el punto máximo de su potencial, es enviado por sus padres a capturar a un enemigo, Armstrong, un tipo que resultará ser el inmortal Aram Anni-Pada que le revelará que sus padres colaboran con una facción de la secta, adoradora del toro de Wall Street, el uno por ciento, y que buscan reconstruir un aparato milenario llamado el Don. En estos cuatro números la acción no cesa en ningún momento, con la introducción de muchos conceptos (las hermanas de la oscuridad perpetua, el uno por ciento, los lamas del dragón verde…) que en ningún momento sobrecargan la historia, sino que la dotan de un ritmo trepidante. Arco argumental escrito por Fred Van Lente y dibujado por Clayton Henry y Pere Pérez.
Tomo 2: La ira del Eternal Warrior.
La destrucción del Don tuvo como consecuencia la ira del Geomante, un individuo capaz de comunicarse con la esencia de la Tierra y que, a modo de Doctor Who (referencia dedicada a mi compañero tortense Enrique), va siendo reemplazado cíclicamente. En lugar de companion, el Geomante tiene un protector, el puño y el acero, que a lo largo de los milenios ha sido Gilad, el hermano pequeño de Armstrong. En un primer momento, intentará vengarse de Obadiah por pertenecer a la familia que condujo a la muerte del último Geomante, pero aparecerán en escena una nueva Geomante y otra facción de la secta, El vacío, adoradora de la nada. Estos intentarán encontrar la ecuación que acabe con el mundo, y nuestros protagonistas tendrán que unir fuerzas para impedirlo. Además, poco a poco se van revelando detalles del pasado de Obadiah, y de su naturaleza especial. Este tomo, último editado por Panini, contiene los números 5-9, escritos por Fred Van Lente y dibujados por la italiana Emanuela Lupacchino .
Tomo 3: Allende de Terrallende.
Mary María acude al Área 51 en busca de una vía de acceso a una dimensión oculta (una Tierra Salvaje, para entendernos con marvelzombies), donde accidentalmente acabará junto a Archer&Armstrong que andaban por ahí buscando más información sobre el pasado de Obadiah. En esa dimensión desconocida se mezcla de todo. Destino de muchos personajes perdidos en un «triángulo de las Bermudas» confluirán indios con vaqueros, personas del futuro, militares con mala lengua e incluso razas vecinas. Además, iremos averiguando más del pasado futuro de Archer. Este tomo, como viene siendo habitual en la serie, comienza con buen ritmo pero se va acelerando vertiginosamente hasta una divertidísima locura en la que indios con dinosaurios acabarán peleando contra naves alienígenas gobernadas por militares americanos… Espectacular divertimento el que nos trae Fred Van Lente, acompañado a los lápices en esta ocasión de Pere Pérez. Este número incluye el número 0 de la serie, dibujado por Clayton Henry, en el que averiguaremos más del pasado de Armstrong. Es el primer tomo editado por Panini e incluye los número 0, y 10-13.
Tomo 4: Guerra Civil en la secta.
Y llegamos al tomo más reciente de la colección, de reciente publicación en el pasado agosto, Archer & Armstrong 4, en el que Obadiah intentará ponerse en contacto con el líder del proyecto Espíritu Renacido para averiguar más sobre su pasado, para lo cual ofrecerá sus servicios para recuperar el carro de Atón, una especie de relicario del fundador de la secta que dará el poder total con respecto a las demás facciones, que en este arco argumental salen todas a la luz: Además de las ya conocidas el uno por ciento, el vacío, el dominio, las hermanas de la oscuridad perpetua y los lamas del dragón verde, se nos presentarán a los comedores de hachís, los gnomos de Zürich, la vid, la iglesia de la retrologia, los maestros de obras y el bloque negro. Precisamente una de estas propias facciones planea sembrar cizaña entre las demás para que se destruyan unos a otros. Paralela a esta historia, veremos el origen de la secta y qué pasó con Armstrong, Mary-María e Ivar, tras ser abandonados en Terrallende. Una historia en la que se profundiza en la secta, con mucha acción, aunque Van Lente se permite un número como el 15 en el que básicamente veremos a Ivar y Aram viajando por el tiempo mientras hablan y beben (bueno, sobre todo Armstrong) cerveza hasta llegar a perder el conocimiento. Además, incluye algunos pequeños gags que me encantan, que sirven para romper el momento en toda regla (lo de Archer y el azúcar, brillante). ¡Ah, y hay una escena en plena Sagrada Familia! Este arco está dibujado por Khari Evans e incluye los números 14 a 17.
Los personajes.
Gran parte de la gracia de la serie es el contraste de los protagonistas. Como una buena buddy movie, nos encontramos con dos personalidades opuestas entre sí: el chico inocente, que apenas conoce mundo y con una educación muy religiosa centrada en su desarrollo como arma; y el grandullón bruto que ha usado su inmortalidad para emborracharse con escritores y ligar con toda chica que se dejara para hacer más llevadera su larga vida. Además, cuenta con secundarios atractivos como Mary-María, la hermanastra de Obadiah, que acabará como receptáculo de ciertas almas; la hermana Tomás de Aquino, monja protectora aliada de Armstrong; Ivar, el tercer hermano en discordia; Zorn, líder despiadado de El vacío; el señor Kozol, líder del proyecto Espíritu renacido… y un sinfín de personajes que le dan un volumen tremendo al guión y al pequeño universo creado por Van Lente.
En definitiva.
Una serie muy divertida, con acción sin tregua, con detalles que la dotan de personalidad como el que cada acción venga acompañada de un cuadro de texto con el estilo de lucha o habilidad que está usando Archer en todo momento. Una mezcla de buddy movie con película de sectas ocultas y secretos milenarios al más puro estilo Dan Brown (al que hacen referencia y se ríen de ello en la propia serie). El hecho de contar con un guionista fijo permite que haya elaborado una trama muy compacta que se va desvelando poco a poco, pero que se adivina completamente planificada, con poco espacio para la improvisación, lo cual dota a la serie de una firmeza y una cohesión francamente atractivas. Además, está repleta de gags puntuales tremendamente efectivos, que ya he comentado antes de pasada. Si no la habéis leído, os animo a hacerlo, estoy seguro de que no os va a defraudar.
