Todo Miau
Guión y dibujo de José Fonollosa
Diábolo Ediciones.
2016.
¿De verdad dan las anécdotas de un par de gatas domésticas para un libro de tiras de 360 páginas? Pues parece ser que Todo Miau y José Fonollosa demuestran que sí. Los gatos son animales poco amables, totalmente independientes e interesados, quieras o no, acabas siendo su sirviente y plegándote a sus deseos. Por si fuera poco todo esto, desde no hace demasiado me han detectado alergia a los gatos y todo esto no impide que conviva con uno cada vez que paso un fin de semana en casa de mi pareja. Fijaos en que ejemplar es el que menciono que ambos hemos terminado por rebauitizarlo con el nombre de ‘cabronías’. ¿Y por qué comparto mi vida entonces (aunque sea unos pocos días por semana) con uno de estos gatetes? La causa de esto (además de que está claro que los pantalones en mi relación los lleva ella), es que, pese a todas sus gatuneces, estos bichillos tienen algo inexplicablemente atractivo.
Los gatos son misterios con patas y no sorprende que fueran adorados como dioses en la antigüedad, puesto que son seres como de otro planeta o plano de realidad. Hacen cosas realmente raras, pero esto sería quizá lo que más nos lleva a intrigarnos por ellos. En su absoluta marcianidad son a veces graciosos y otras misteriosos. No son los grandes señores de los videos y los gifs de internet por nada.
Todos estos misterios son los que trata de resolver o al menos repasar con bastante coña José Fonollosa. Todo Miau es el resultado de lo que empezó como una tira cómica online allá por el 2010. En sólo unos meses, el éxito de la web le valió un primer recopilatorio en papel por parte de Diábolo Ediciones. Todo Miau recopila éste (Miau) y los dos siguientes (Más Miau y Guía gatuna).
En los dos primeros tomos los protagonistas son el propio José Fonollosa, su pareja y sus dos gatas Belfi y Rufa. El tercer tomo de la recopilación (Guía gatuna) explora otros gatos y otros de sus esbirros humanos, pero no deja de estar exactamente igual basado en la experiencia del autor. Y digo esto porque aunque creo que Todo Miau puede ser disfrutado por cualquiera, será especialmente exprimido por aquellos que hayan vivido bajo los dominios de un gatete. De hecho, se antoja un tebeo perfecto para regalar o prestar a aquellos (y especialmente a aquellas) que no leen comics.
En la parte más negativa me veo obligado a advertir que Todo Miau peca de repetición de chistes y es que tampoco son tantas las moñadas graciosas que puede hacer un gato. Pese a que esto es algo innegable al leer el recopilatorio, Fonollosa hace un gran trabajo para que resulte lo más variado posible. A veces los gatos son gatos, pero otras son felinos humanizados. A veces los chistes son sobre los gatos y otras sobre las personas que viven con ellos… e incluso algunas veces son chistes de moscas. Fonollosa se esfuerza por enfocar todos los puntos de vista posibles para sacar el máximo partido a su obra y esto se refleja también en la parte más puramente relativa a la narrativa gráfica, con algunos experimentos francamente curiosos.
No puedo evitar pensar que Guía gatuna es una especie de vuelta de tuerca para ofrecer el mismo producto a un nuevo público en otro formato, por eso tengo mis dudas de que las tres obras que componen Todo Miau estén hechas para recopilarse juntas.En cualquier caso, terminas el tomo con ganas de más y una sonrisa. El juego de Todo Miau no es la carcajada sino una sonrisa que a ratos es un “Ay, qué mono”, a ratos un “qué cabrón” y otras complicidad pura.
Muy entretenido si eres lector de comics o vives con un gato, pero si combinas las dos cosas, te lo vas a pasar de cine.