Es la hora de las tortas!!!

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Reseña: Star Wars. Tarkin

Con la impetuosa intención de reinstaurar y reconstruir el universo de Star Wars tras la compra de sus derechos, Disney y Del Rey publicaron de la mano de James Luceno (veterano en las Legends warsies), Star Wars: Tarkin – entre otras muchas novelas, claro.

Con tanto bamboleo y ataque liminal y súper-liminal de que se acerca el estreno de The Force Awakens, y aun reticente de separarme del Universo Expandido, Tarkin ha sido mi elección para re-adentrarme en el universo que tan bien ha tratado Rebels (2014 -) durante todo este año pasado. Y he de adelantarme diciendo que he acertado.

El Grand Moff Wilhuff Tarkin interpretado por Peter Cushing en A New Hope (1977) es probablemente uno de los más impecables villanos en la historia del cine – aun habiendo durado poco su puesta en escena.  Sin embargo, y quizá por el amplio abanico de su target, el trato del personaje en The Clone Wars (2008-’14) y Rebels sabe a poco más que el de “malote serio estandarizado”. Era necesario que alguien le diera un trasfondo de calibre a alguien que tan bien ha servido al Imperio.

Los sucesos de la novela tienen lugar cinco años tras el final de Las Guerras Clon. La galaxia está en plena recesión económica, sobre todo en el Borde Exterior, mientras que en Coruscant el Imperio toma partido de la situación y crece exponencialmente. La carrera militar de Tarkin, así como su favorable relación con el ex Canciller Supremo Palpatine, le han otorgado una misión más allá de la expansión, pacificación o militarización del Nuevo Orden: la supervisión del proyecto secreto de construcción del Arma Definitiva en Geonosis. Sin embargo, su cometido se ve entorpecido cuando un inesperado ataque a las instalaciones secretas bajo su supervisión da a entender que el proyecto no es tan secreto, y que hay disidentes dentro de las fronteras imperiales que están empezando a alzarse en contra del Emperador…

Lo primero que sorprende de la novela es ver cómo, siguiendo el modus operandi de algunos episodios de The Clone Wars, Luceno y los directores creativos de Disney consiguen enlazar sin-sentidos y cabos sueltos de la trilogía original y las precuelas de Lucas. Así, se entiende mejor la relación de Dooku con Poggle el Menor y por qué comienzan Las Guerras Clon; cómo evolucionan personajes como Motti o Yularen de la serie al Episodio IV; quiénes eraN exactamente la Federación de Comercio, por qué poseían un planeta entero y un ejército de droides; y cómo y por qué empezó la Crisis de Naboo que vemos en The Phantom Menace (1999), etc.

Por otro lado, podemos observar una agradecidamente leve transición del universo que nos muestran las precuelas al de la trilogía original, con la presentación de nuevos conceptos, entidades y organigramas que conforman la galaxia; el porqué de la precariedad de los mundos que vemos visitar a Luke comparados con la magnificencia y tecnología de las películas modernas; y, lo más importante: cómo Wilhuff Tarkin llega a ser el despiadado líder territorial que vemos en A New Hope y de dónde viene esa lealtad de Darth Vader hacia él cuando, la última vez que les vimos juntos, el entonces capitán juzgaba por traición a Ahsoka Tano, la estimada aprendiz de Skywalker.

La novela pues juega tres papeles: en primer lugar, se trata de la biografía de Tarkin desde que empieza su adiestramiento cuarenta años atrás en su planeta natal, Eriadu, hasta su proclamación como Grand Moff, como le vemos en el episodio IV. James Luceno refuerza así la imagen del personaje que admiramos en sus breves aportaciones a la captura rebelde en ANH.

Por otro lado, nos cuenta cómo, poco a poco, a través de la mente de un solo hombre se modela un Nuevo Order, el Imperio Galáctico, y todo mientras persigue, en una enrevesada trama de persecución y batallas de ingenios (Wilhuff Tarkin vuelve a ser Sherlock Holmes), a los perpetradores disidentes que quieren amargarle el día. ¡Es fantástico ver otra buena historia narrada desde el punto de vista de los malos! Quizá, después de todo, la Rebelión se equivocaba y Darth Sidious tenía razón…

Y por último, Luceno desarrolla y detalla como nunca antes cada miembro del triunvirato que gobierna la galaxia – El Emperador, Darth Vader y el mismo Tarkin -, enriqueciendo así unos personajes de los cuales saber mucho sabe a poco.

¿Lo peor? Extrañamente, a veces se trata a Vader y Tarkin como una versión interestelar de la extraña pareja, aprendiendo a respetarse mutuamente a cada aventura que pasan juntos a través del Borde Exterior… Podría dar para un par de sketches para el Robot Chicken de Seth Green.

Y, aunque los personajes principales son realmente interesantes, ni los propios adversarios ni sus propias aptitudes consiguen captar la atención del lector, y eso que de vez en cuando tienen sus propias páginas de punto de vista narrativo. El desenlace de sus respectivas tramas los convierte en un ratón más divertido de cazar que de atrapar (como la mayoría de veces en estas tramas), un punto y aparte en las páginas de la Historia de la Galaxia.

En definitiva – James Luceno consigue en Tarkin profundizar en uno de los más elaborados villanos de la historia del cine, creando estabilidad entre las trilogías cinematográficas y todo a través de una narración corta pero enrevesada y entretenida que deja con ganas de más Lado Oscuro, más Imperio Galáctico y más Grand Moff Tarkin. Por otro lado, consigue salvar del abismo conceptos que se creían perdidos en las novelas y cómics de Legends – cosa que los lectores veteranos agradecemos de corazón.

Star Wars. Tarkin está anunciado publicarse a través de Planeta Cómic para este 2016.