Hablábamos ayer de la mediocridad general (por ramplones, ni demasiado interesantes ni demasiado insoportables) de los nuevos tebeos Marvel ambientados en el universo Star Wars. La esperanza es que la cosa vaya mejorando número a número, colección a colección, y al menos podamos cruzarnos con alguna serie de verdadera calidad, como sí ocurrió (aunque en contadas ocasiones) en el periodo Dark horse. Pues bien, aquí está Lando. Seguramente la primera pica en Flandes.

Guion: Charles Soule.
Dibujo: Alex Maleev.
Editorial: Planeta Cómic.
Serie limitada de 5 tebeos de grapa.
Precio: 2’50 € cada uno.

La miniserie de 5 números, escrita por Charles Soule y dibujada por Alex Maleev, narra algunas de las aventuras vividas por el astuto Lando Calrissian durante el periodo comprendido entre la traumática pérdida de su querido Halcón Milenario en la famosa partida de Sabaak contra el contrabandista Han Solo, y los echos narrados en El Imperio Contraataca. La acción está ambientada en los tiempos en los que el tahúr, ladrón y buscavidas más famoso de la galaxia aún no se había convertido en un hombre respetable, tiempos previos a su estatus como administrador de Ciudad Nube. Junto a su inseparable compañero Lobot (visto en el mencionado Espisodio V cinematográfico, pero mucho más locuaz en esta ocasión), Lando diseña un golpe tras otro para intentar devolver parte de la deuda contraída con los gánsteres más chungos de los bajos fondos del borde exterior. Engaños, robos y tretas de todo tipo parecen ser la única vía para que Lando reúna los créditos suficientes.

Como en una comedia de enredo, cada posible solución a las situaciones planteadas supone la caída en un fregado aún peor que el anterior. Llegado el momento, en uno de esos golpes maestros organizados por Lando, nuestros protagonistas roban lo que no deben y acaban metiéndose en el lío definitivo. De Guatemala a Guatepeor, y así todo el rato. Como si por intentar no pisar lo fregado acabaras metiendo el pie en el caldero y tropezando de forma desastrosa. Una dinámica perfectamente apropiada para el tipo de personaje del que estamos hablando, al menos en los dos números que llevan publicados en España (Editorial Planeta Cómic).

Charles Soule ha entendido a la perfección la personalidad de Lando Calrissian, captando el espíritu de lo que deben ser sus aventuras e incluso ajustándolas inteligentemente a la edad que debería tener el personaje durante los sucesos que se narran. El hecho de que el guionista neoyorkino haya tenido la oportunidad de desarrollar un periodo y unos acontecimientos no tan encorsetados por los eventos fundamentales de la cronología canónica del universo Star Wars, hace que esta serie se lea con mucha más frescura que las anteriores. La sorpresa y la expectación son casi inexistentes en series como Darth Vader o la propia Star Wars. En Lando todo suena distinto y, aunque no deje de estar correctamente atado al canon, parece novedoso.

Si bien la historia resulta sencilla y efectiva, lo que verdaderamente destaca del tebeo, siempre en mi opinión, es el dibujo de Alex Maleev. La línea se aleja un poco de ese estilo noir por el que el dibujante búlgaro es más popular (recordad su Daredevil, junto a Bendis) Esta vez el entintado es bastante más claro, aunque manteniendo ese toque de suciedad, que se descubre sorprendentemente eficaz a la hora de plasmar un universo de fantasía en el espacio lleno de seres alienígenas y naves espaciales. La paleta de colores, con predominio de un solo color en función del tono dramático de la secuencia, está elegida de forma soberbia. En general la combinación de dibujo y coloreado retrotrae al polémico trabajo del para mí genial Cam Kennedy en una de mis series favoritas de la era Dark Horse (ahora Leyends): Imperio Oscuro.

Luego están las discutibles instrucciones marvelitas de procurar retratar fielmente los rostros de los actores que encarnaron a los personajes en la sagrada trilogía. En este sentido tengo que decir que el resultado se me hace más digerible en la medida que el dibujante de turno se aleja de esta recomendación. Podemos decir que Alex Maleev sale bien librado.

En resumen, aun habiendo leído apenas dos números de la serie limitada y a la espera de la mini sobre Chewbacca, puedo decir que Lando es el mejor tebeo Star Wars de la nueva era Marvel que ha caído en mis manos.