Es la hora de las tortas!!!

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Reseña: Star Wars. El despertar de la Fuerza

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Star Wars: El despertar de la Fuerza es la mejor experiencia de entretenimiento cinematográfica que he vivido hasta la fecha. 

Diez años tras las últimas fatídicas entregas de la saga galáctica de George Lucas, el director y guionista J. J. Abrams (Star Trek, Lost)  junto al escritor Lawrence Kasdan (que ya co-escribió El imperio contraataca y El retorno del Jedi), y la productora Kathleen Kennedy (nueva CEO de Lucasfilm), nos traen de la mano de Disney la séptima entrega de esta épica en el espacio. Funcionando como secuela en un espacio de tiempo similar en la realidad y la ficción (casi treinta y cinco años, estos son), El despertar de la Fuerza vuelve como prometían los tráilers añejos que era La guerra de las galaxias

¡Acción! ¡Drama! ¡Aventura! ¡Bien contra el mal! ¡Batallas espaciales! ¡Alienígenas de un millar de planetas!

Y, como no podía ser de otra manera, con Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Peter Mayhew, Anthony Daniels y C-3PO.

Pero esto ya lo sabemos, esto ya lo conocemos. Y es que como dijo Hammill, “es todo exactamente igual, pero a la vez no lo es“. Así que, ¿qué es lo que hace de El despertar de la Fuerza algo nuevo?

Siguiendo la premisa de un guión sencillo de aventuras y forja heroica, como lo ha sido siempre y siempre lo será, Star Wars nos trae una serie de nuevos personajes que rápidamente hacen que te olvides de los Héroes de la Rebelión y desees más y más de ellos en pantalla.

Oscar Isaac (Poe Dameron) y John Boyega (Finn) se convierten al instante en dos mitos de la saga, emocionando cada uno con su aura, personalidad y química en escena. Las escenas de acción que protagonizan desde un principio son un retorno a la trilogía original in situ.  El trío de héroes de aventura se cierra con la aparición de Han Solo, como no… ¡aunque las nuevas adquisiciones no tienen nada que envidiarle!

Sin embargo, si hemos de destacar héroes en esta epopeya, sin duda recalcar al increíblemente adorable y carismático BB-8, que roba todas las escenas en las que aparece;

Adam Driver como Kylo Ren, que se convierte al instante en el villano por excelencia de la saga tras Vader, tanto por su presencia en pantalla como por el acting del actor británico;

y, sobre todo, el personaje de Rey de Dasiy Ridley, que destaca por encima de cualquier personaje principal de esta película y me atrevería a decir que cualquiera de las anteriores.

La decepción: todos los villanos planos de los que tanto se esperaba y tan poco han dado, con vagas ambiciones y un extraño trasfondo que esperemos se solucione en próximas entregas.

Dejando de lado la trama (como comentaba sencilla y predecible, pero no por se disfruta menos), Abrams trae consigo el Star Wars que queríamos ver. La ambientación y efectos especiales prácticos son una maravilla, es casi imposible apartar los ojos de la pantalla, ¡tanto detalle, tanta calidad cinematográfica! Todas y cada una de las nuevas razas, bestias, naves y planetas están ahí – el universo de La guerra de las galaxias es más tangible que nunca.

Las batallas espaciales y las escenas de acción son puro deleite coreográfico, y lo acompaña la mejor Banda Sonora de John Williams (que ahora mismo estoy escuchando) de la última década.

Decir también como, como comentaba el cómico y actor Patton Oswald, esta película tiene el mejor fotograma final de la saga.

Con mucho más que discutir y con ganas de comentar los detalles, giros de trama, y posibilidades de continuidad, añadir que Star Wars: El despertar de la Fuerza entra en mi TOP 3 de películas en la saga. J. J. Abrams ha recuperado el espíritu, a los fans, y ganado a toda una nueva generación con seguridad.

Star Wars ha vuelto.