Publicada a finales de 2015 por el dueto Timun Mas|Planeta Cómic (que publican de la mano las novelas de las galaxias desde que Disney adoptó la saga), y como parte de la colección transmedia Rumbo a Star Wars: El despertar de la Fuerza, El arma de un Jedi es una de esas historias que, si tienes un rato, vale la pena leer.

Situada poco antes de los eventos acaecidos en los cómics Star Wars. Poe Dameron (Marvel Comics, 2016), Jason Fry (autor ya de varias novelas e historias cortas de la saga galáctica) nos explica a través de C-3PO y la piloto del Escuadrón Negro Jess Pava cómo Luke Skywalker aprendió a dominar el sable de luz heredado de su padre. El grueso de la historia tiene lugar entre los episodios IV y V de La guerra de las galaxias y toma como protagonistas al joven piloto de Tatooine, el charlatán androide de protocolo, y su complemento R2-D2.

Dejando de lado el hecho de que la historia esté situada antes del episodio VII sea un reclamo sin más excusa que para publicar una serie de novelas y merchandising, es muy interesante y de agradecer la historia que nos cuenta Jason Fry. Interesante porque, que recuerde, en las Leyendas jamás se explica esta historia (la primera novela tras Una nueva esperanza es El ojo de la mente y en ella esto no tiene lugar), y de agradecer porque siempre ayuda traer de nuevo a Luke como héroe. ¿Lo oyes Disney? ¡Queremos más Luke!

Es muy agradable encontrar de nuevo el joven e inexperto Luke que se queja por todo, más parecido eso sí al de El Imperio que su predecesora. Fry toma un personaje cuya línea de desarrollo ya conocemos y le da una pincelada curiosa, junto a una historia entretenida, relativamente corta, y que no está de más conocer.

Volvemos a encontrar Devaron, el planeta de esos bichejos cornudos, los ‘demonios’ de la cantina de Mos Eisley. Planeta que por cierto no veíamos desde The Clone Wars – ¡y ni tan sólo descendían a él! Pero claro, lo más interesante y que han recuperado tras el fiasco de las precuelas, es la concepción mítica de la Fuerza y los Jedi. Y ese es quizá el aspecto más interesante del viaje de Luke y lo que consigue transmitir Jason Fry al lector: ambigüedad en referencia a la Orden y ganas de conocer más acerca de su pasado…

… y futuro, y es que la pista que nos da el androide dorado hacia el final de la novela nos rellena un hueco sobre qué hace Luke con la Orden Jedi y dónde. Interesante.

Sarco Plank y los happoboars de El despertar de la Fuerza tienen un pequeño rol en la historia, como las increíbles ilustraciones de Phil Noto publicadas por ahí pueden haberos mostrados. Pero no lo suficiente como para funcionar siquiera como reclamo. Luke es suficiente.

El arma de un Jedi es entonces una historia digna de ser leída si tienes un momento. No es la mejor novela de la saga, pero interesante para pasar una tarde de verano.