Cuando el año pasado leí Los ignorantes en su «cosecha 2016», como ha tenido a bien La Cúpula ir titulando sus reediciones, me llevé una grata sorpresa por encontrar un tipo de cómic que se podría denominar de género documental. Como ya comenté en su día, se trata de un cómic en el que el autor narraba sus vivencias durante un año en una viña y cómo iba viviendo él el mundo de la viticultura. Un cómic que me dejó, nunca mejor dicho, un estupendo sabor de boca. Cuando La Cúpula anunció la edición de bolsillo (simplemente algo más recortada que la edición anterior) de Rural me lancé inmediatamente a por él. Un cómic original de 2013, y cuya primera edición en España data de 2014, y que, de manera similar a lo que sucedía con Los ignorantes, su autor dedica la obra a contar el año que pasó en una granja en una pequeña población francesa.
Y es que la obra cuenta el año de Étienne Davodeau en la campiña francesa, con la salvedad que durante ese año sucedió algo que alteró la vida de la granja. El gobierno había aprobado la construcción de la autopista Angers-Cholet-La Roche-sur-Yon que atravesaba Le Kozon, una pequeña explotación agrícola en Chanzeux, un pueblecito de Anjou. Así, gran parte de la obra versa sobre todo el movimiento que hubo por los afectados de la construcción de la autopista, de cómo los gobiernos locales y nacionales habían ido cambiando de cargos abriendo nuevas esperanzas a que todo el proceso se suspendiera, y a contar un poco por qué la construcción de esa autopista era un problema y que zonas vecinas influyentes económicamente habían conseguido eludir la autopista por modificaciones en el trazado inicial. Durante todo el libro, acompañaremos a Étienne junto a los socios de la Asociación Agrícola de Explotación en Común (A.A.E.C.) de Le Kozon, Olivier, Étienne y Jean-Claude; y al matrimonio Soresi, probablemente los más afectados por la construcción de la autopista que tuvieron que vender la casa que habían construido con sus propios recursos durante años y por una cantidad dudosamente justa.
Y para mí eso es principalmente lo que menos me ha llegado de la obra. Incluso siendo algo presumiblemente más interesante que la idea que uno puede pensar que tendría en un principio, yo iba esperando otra cosa. Como digo, es algo a priori más interesante, porque se trata de un conflicto importante, con mucho de injusticia, aportando datos de recortes de prensa y testimonios de los afectados, en la que se vieron afectadas diversas escalas de autoridades, y que apunta maneras de ser una trama de lucha por los derechos sociales con o sin final feliz (no spoilers)… Pero para mí hubiera resultado mucho más interesante si no hubiera leído antes Los ignorantes. Mi problema fue que iba con una idea preconcebida e iba preparado para encontrarme un documental sobre la vida en la granja y de cómo funcionan las huertas ecológicas. Y sí, todo eso aparece, pero se puede decir que como complemento de toda la trama del conflicto, o al menos que se ausenta durante un buen tramo del libro. Además, el inicio del cómic me hacía pensar que es lo que me iba a encontrar: Étienne se apresura corriendo a la granja porque le han dicho que una de las vacas está pariendo a un ternero, y narra de primera mano cómo es todo el proceso y cómo lo que para él es algo emocionante, para los socios de la A.A.E.C. no merece ni su atención…
No quiero ser injusto, no pretendo decir que todo el cómic verse sobre el conflicto porque no es así. Y mucho menos que no vamos a encontrarnos con detalles de cómo es la vida en la granja porque tampoco es así. De hecho, mientras hojeo el libro para repasar algunas cosas para la reseña, me doy cuenta de que ocupa mucho menos de lo que pensaba. Rural nos transporta al campo. Gracias a sus páginas vamos a entender cómo es la vida en Le Kozon, cómo es una explotación ecológica, cuáles son las condiciones para ello, cuáles son las ventajas y beneficios, cómo es todo el proceso. Vamos a ver cómo se eligen las vacas lecheras, qué sucede si los terneros son machos en lugar de hembras, cómo se les alimenta, se prepara el heno… Esa es la parte que más me gusta. Es lo que iba buscando, esa especie de documental en el que te muestran cómo es todo ese proceso. Y lo tienes, aunque no es el único tema de la obra.
El dibujo es sencillo, pero efectivo. Con sombreado en grises, no necesita más, simplemente ir narrando todo el proceso. Lo que más he disfrutado son las escenas de la naturaleza, muy bien narradas y aderezadas con un texto que en ningún momento se hace sobreexplicativo ni pesado. Cuenta lo justo para que te enteres de todo el proceso, incluso en la parte de la autopista, donde sería sumamente fácil perderse entre tanta burrocracia.
En resumen, Rural.
Una obra en la que se narra la vida rural a la que se suma el autor de la obra durante todo un año de su vida, en la que nos cuentan cómo de atareada es una explotación agrícola y más si quieres recibir la denominación de Agricultura biológica. También vamos a vivir el duro proceso de lucha de toda la zona al ver cómo verán sus propiedades afectadas, ya que el hecho de reestructurar la granja pone en peligro todo el trabajo realizado para conseguir la categoría de granja ecológica. Y mucho más dramática a la hora de personalizar la historia en el matrimonio Soresi, con toda una vida de trabajo a punto de irse al traste por la dichosa autopista.
Lo mejor: Lo bien que documenta la vida en la explotación agrícola.
Lo peor: La parte de la autopista… por no esperarla.
Para los que siempre se han preguntado cómo es la vida en una granja. Para los que disfrutaron del género documental de Daodeau en Los ignorantes. Para lectores de campo… XD