Es la hora de las tortas!!!

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Reseña: Rogue One. Una historia de Star Wars

Título original: Rogue One. A Star Wars story
Director: Gareth Edwards
Producción: Kathleen Kennedy, Tony To, (otros)
Guionistas: Chris Weitz, Tony Gilroy (historia de John Knoll y Gary Whitta)
Con: Felicty Jones, Diego Luna, Ben Mendelsohn, Mads Mikkelsen, Forest Whitaker (otros)
Música: Michael Giacchino
Año y duración: 2016, 133 mins.

Atención: esta es una reseña breve y sin spoilers. Una versión más extensa y detallada podrá encontrarse en mi página personal más adelante.

Fuera de todos aquellos retoques subjetivos, Rogue One. Una historia de Star Wars es una aventura extremadamente emocionante y muy digna de ser la primera en ser llevada al cine más allá de la saga principal. Gareth Edwards y su equipo han hecho realidad una visión común del clásico de 1977 de George Lucas, y creo que en general podemos quedar contentos y satisfechos con el resultado.

Llevo horas haciéndome a la idea de que ya la he visto. De hecho, la han visto mis dos yoes – el espectador cineasta y el espectador fan. Ambos tienen un opinión bastante similar, pero ambos la han sentido de forma muy, muy diferente. Y es que:

Ambos sabían cómo iba a empezar la película y cómo iba a acabar, cuál era la estructura, por dónde iba a pasar, qué personajes iban a morir y dónde. Tan sólo nos faltaba saber si el cómo era diferente a todo aquello que se había visto ya. Digamos que el cineasta esperaba ver algo nuevo y el fan algo referente, y sólo se han encontrado ambos al final de la cinta.

La introducción y el desarrollo de los personajes es estereotípico y predecible, pero no por ello aburrido. Ambos Felicity Jones (Jyn Erso) y Ben Mendelsohn (Orson Krennic) son brillantes y la cumbre de la película a nivel interpretativo, y el resto, como ellos, son estrellas que no se les deja brillar lo que podrían en esta nueva entrega de la saga galáctica.

La narrativa pues, funciona pero no destaca, al igual que los personajes y con ello los diálogos. Sin embargo la puesta de escena es fantástica: Edwards le da a Rogue One un tono casual, mucho menos hollywoodiense y épico de lo que sus antecesoras fueron. Consigue realmente entregarnos una película de guerra en las galaxias.

Porque, hablando de guerra, las dos escenas de guerrilla y batalla espacial son de lo mejor.

Sorprende que junto a los personajes funciona el comic relief sutil que envuelve a dos o tres personajes y se enmascara muy bien con la oscuridad y crudeza que rodea el filme. Y es que por fin, desde hacía tiempo, los buenos son buenos aunque no quieran, y los malos son malos y son temidos. Como Vader.

Oh, Vader.

Aunque la banda sonora de Giacchino, aun siendo fantástica, te haga salir de tanto en tanto de la pantalla (se nota que no es John, aunque lo intenta), el arte es lo que realmente te hacer sentir en el Star Wars que solías conocer. Hay un gran cariño detrás y, como en El despertar de la Fuerza (J. J. Abrams, 2015), se traen de nuevo cosillas de la trilogía original que se echaban de menos en las precuelas.

La película es funcional para todos los públicos, pero he de decir que los momentos que más me han hecho saltar de la butaca son las referencias a las trilogías vieja y nueva, las novelas, Catalyst (James Luceno, 2016), Star Wars Rebels (Dave Filoni, 2014 – ¿?) y los cómics. ¿Os habéis fijado cómo mencionan a los Whils? Flipante.

Me gustaría comentar muchas cosas, analizar escenas, personajes, CGI, referencias y todo aquello que me parece que hace de la película algo peor de lo que podría ser, ponerme tiquismiquis y crear algo de hateo, pero decir que tan sólo vale la pena verla por disfrutar del grandioso tercer acto de la película. Una obra maestra del cine de fantasía y aventuras.

Rogue One. Una historia de Star Wars es una película fantástica, con todo el significado de la  palabra y, pese a sus contados defectos, uno de las mejores películas de la saga.