Es la hora de las tortas!!!

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Reseña Ragnarök nº1

Ragnarök portada

Ragnarök: El último dios en pie

Guión y dibujo de Walter Simonson.
Color de Laura Martin.
Panini Comics.
2016.

¿Quién dijo que Walter Simonson estaba en horas bajas? Ragnarök es la última obra que nos ha traído el de Knoxville y no sólo nos demuestra que está en una forma increíble, sino que su fórmula sigue siendo la misma de siempre, pero sigue funcionando como el primer día.

Con esa última afirmación no quiero decir que repita historia. Que nadie se espere una continuación de su Thor, porque la historia no va por ahí. Sin embargo las cualidades que hicieron grande esa historia y las grandes obras de Simonson están presentes en Ragnarök.

Ragnarök 01

Antes de hacer un repaso a los ingredientes del éxito de Simonson, hagamos un alto para situar este tomo. Ragnarök recopila los números 1 al 6 de la serie que trajo originalmente IDW en los USA. En ellos no nos van a contar los últimos días de los dioses nórdicos, sino lo que llega después de ese crepúsculo. Seguimos en los nueve reinos, pero ya no quedan dioses… o tal vez sí. Uno de los viejos dioses asgardianos, nada menos que Thor, aguarda dormido y con aspecto cadavérico, apenas con vida. Ahora ha despertado y tendrá que enfrentarse al nuevo mundo tras el Ragnarök.

Todo esto es la excusa para que Walter Simonson nos traiga de nuevo a sus tipos duros, a sus bad girls, a sus malos deformes y tontos y sus diseños más locamente fantásticos al servicio de la más pura épica. No dejéis que os engañen las arquitecturas imposibles, las armaduras recargadas y los espadones inmanejables. Esta historia es un western de manual. La única manera de hacer aún más épico un western era mezclarlo con la fantasía y los mitos nórdicos, así que aquí que nos lo trae Simonson.

Ragnarök 02

La palabra que definiría esta obra sería “desbordante”, como la mayoría de la obra de Simonson. Todo en esta obra es pura hipérbole: el diseño de personajes, la planificación la narrativa desmesurada…todo se mueve y sucede de forma más intensa en este tebeo. Y eso que la trama de este tomo es tan solo la primera puesta de piezas sobre el tablero. Al terminar, ni siquiera tenemos la sensación de haber leído un arco completo, pero el solo derroche visual y narrativo ya merece el dinero. Sólo por ver lo bien que le sienta la técnica del lápiz quemado sin tinta, que usa en algunas páginas, habría valido la pena. pero además la historia de Ragnarök deja con muchas ganas, lo que suele ser indicativo de que algo se ha hecho bien

Ragnarök nos da ese Simonson en plena forma que quizá nunca se fue. Si lo que te apetece es una buena dosis de épica hiperbólica, no lo dejes escapar.