Es la hora de las tortas!!!

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Reseña: Pura maldad: Joker

Reseña: Pura maldad: Joker
Guion
Bill Finger, Chuck Dixon, Dennis O´Neil
Dibujo
Bob Kane, Brian Stelfreeze, Don Kramer, Graham Nolan, Neal Adams, Paul Dini
Formato
Cartoné. 208 páginas. Color
Precio
20.50 €
Editorial
ECC Ediciones. 2017
Edición original
Batman núm. 1, Detective Comics núm. 168, Batman núm. 251, Joker: Devil's Advocate, Detective Comics núm. 726, Detective Comics núm. 826

Hoy vamos a hacer payasadas.

¿Os imagináis un Gotham sin el Joker? Puedo visualizar a Batman todo tristón, haciéndose un batido verde a media tarde, por hacer algo emocionante, y sin un plan para la noche. Sin los quebraderos de cabeza originados por el “Príncipe Payaso del Crimen”, seguramente a estas alturas ya habría solventado todos los conflictos pasados, presentes y futuros de la ciudad. Sí, me imagino a Alfred diciéndole algo como: «Bruce chico, sal de la batcueva. Gasta algunos de los millones en… no sé, un dron nuevo. Esto no puede seguir así. Te tiene que dar el aire muchacho». “Jokie” da mucho trabajo, y qué gran pérdida hubiera supuesto que se lo hubiesen cargado en su segunda aparición. En un principio la trayectoria del payaso en las viñetas iba a ser más bien corta.

A principios de este mismo año, ECC Ediciones ha comenzado la publicación de Pura maldad, una colección en la que cada número estará dedicado a un icónico villan@ deceíta, recogiendo algunas de las historias con las que poder apreciar la evolución que han sufrido desde sus primeras apariciones hasta nuestros días. Y digo apariciones y no génesis, porque hablar de génesis cuando el primer número de la colección está dedicado al Joker, es pillarse un poco los dedos. Espero que nunca se llegue a cercenar ese misticismo sobre su origen, que claramente es uno de los motivos que hacen tan especial a este personaje.

Pura maldad: Joker, publicado por ECC Ediciones, hace su primera parada en el Batman núm. 1 (1940), número dibujado por Bob Kane y apoyado en ideas de Bill Finger, en el que Joker hizo acto de presencia por primera vez. Debo admitir que no lo había leído hasta ahora, y es una verdadera pasada de tebeo teniendo en cuenta que estamos hablando de 1940. En unas pocas páginas, ya podemos observar gran parte de los elementos que definen al malvado de pelo verde y traje malva: una espléndida sonrisa para mostrar al mundo entero lo que disfruta con sus fechorías, maestría para el disfraz y el birlibirloque, y una capacidad excepcional para elaborar planes con una complejidad tan solo superada por lo macabro de los mismos.pura maldad: joker 1

En la siguiente parada degustamos la primera aparición de Capucha Roja. Detective Comics núm. 168, escrito también por Bill Finger y con los lápices de Lew Sayre Schwartz, no está en esta colección simplemente por ser otro digno relato del murciélago con algún que otro giro de guion resultón, sino porque nos brinda la primera explicación al origen del Joker: un trabajador de una fábrica que cae a un tanque con químicos en su huida con dinero robado de la empresa.
Puede que esta sea la idea más extendida entre el público general, debido en gran parte a que dos de los productos relacionados con el payaso más consumidos ofrecen una explpura maldad: joker 4icación similar: La broma asesina de Alan Moore (que aprovecha un montón de los elementos de este Detective Comics núm.168 incluyendo el concepto de Capucha Roja) y la primera película sobre Batman dirigida por Tim Burton (con el que tan buenos momentos hemos pasado últimamente debido a sus comentarios sobre cierta animadversión hacia el noveno arte).

Tanto el Batman núm. 1 como el Detective Comics núm. 168 son una buena muestra de la necesidad que tenemos los lectores de ver toda la Edad de Plata de DC bien recogidita, en la medida de lo posible, en unos buenos tomos. ¿Enciclopédicos? Sí, sí… enciclopédicos… y póngame dos copias por si pierdo una. Son entrañables y divertidos, además de rebosar ese encanto del tebeo heroico añejo, repleto de viñetas con un humor especial. Y para muestra un botón.

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Próxima estación: Neal Adams. No podía faltar en Pura maldad: Joker un relato dibujado por el señor Adams con Dennis O’Neil al guion. Batman núm. 251, La quíntuple venganza del Joker, es una pequeña muestra de una de las etapas que, aunque no son tampoco santo de mi devoción – cada uno tiene sus «cadaunadas» – sí es una etapa bastante recordada del murciélago. De hecho, creo que es la historia que menos aporta al personaje del Joker dentro de esta antología, y la única que sustituiría por otra diferente en Pura maldad: Joker. Ojo que nos conocemos, no digo que sea un mal número, simplemente que hay tanto donde elegir para definir a este personaje, que hubiera escogido otra que mostrase algún aspecto nuevo que no aporte el resto de la colección. Eso sí, nos deja un chascarrillo entre Batman y «sonrisitas» para recordar.

Los dos siguientes números guardan una inquietante simetría en cuanto al mensaje. No obstante, son del mismo guionista: Chuck Dixon. Estoy hablando de El Joker: Abogado del diablo, con los lápices de Graham Nolan, y Detective Comics núm.726, con Brian Stelfreeze.

En el primero se muestran varios conceptos estupendos sobre el Joker. El villano deja claro que ganar notoriedad y mostrarse al mundo como el tipo más despiadado y audaz del mundo, es mucho más importante para él que ser acusado por delitos que no ha cometido, incluso a riesgo de acabar en el corredor de la muerte. Abogado del diablo pone en relieve ese desmedido culto del Joker hacia el dolor que le lleva a rechazar la sedación en situaciones de sufrimiento extremo, o a impartirlo de un modo ultraviolento cuando se le cruzan los cables, y también esos cambios de humor, con las visitas de Batman, en las que parece tener cierto miedo a la muerte. Echaría demasiado de menos no poder seguir divirtiéndose en su enfrentamiento con el encapuchado.

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El segundo relato, titulado A contrarreloj es mucho más cortito, con un desarrollo bastante estándar, pero con un final glorioso, donde se pone en perspectiva la genialidad y el grado de maldad de las acciones del payaso. Un relato donde lo incoherente se torna coherente cuando comprendes las profundas y retorcidas motivaciones que impulsan el cuerpecillo de ese paliducho de nariz afilada.

Decía anteriormente que hay cierta simetría entre estos dos últimos números… y es que la hay. El que parece ganar, pierde, y el que parece perder, gana; y estos papeles se invierten en ambas historias. Es necesario tanto en un número como en el otro, conocer en profundidad la filosofía de vida de Bruce Wayne así como del Joker. Dos relatos que se complementan a la perfección, y un acierto de la antología.

Para terminar, Detective Comics núm. 826 es la última de las estaciones del personaje en Pura maldad: Joker. Un relato de uno de los artistas que mejor han sabido siempre trabajar con el elenco gothamita, Paul Dini, que en esta ocasión cuenta con Don Kramer al dibujo. El cometido de este último número, titulado Masacre sobre ruedas, es muy claro: mostrar la vena más sanguinaria del Joker. Atropellos, disparos a sangre fría con una aleatoriedad que da verdadero miedo, y sangre y violencia en cada esquina de cada viñeta.

Nunca he sido de colecciones y popurrís con historias sueltas, pero este Pura maldad: Joker me ha sorprendido gratamente. Sé que algunos pensareis: «¡Pero si no están ni Amor loco ni La broma asesina ni El hombre que ríe ni… ni…!». No caben todos, y esos tebeos son tan representativos que, la mayoría de los que nos gusta Batman, ya los tenemos o los hemos leído. Además, creo que salvo por uno de los números, la selección es bastante buena para comprobar la evolución del villano estrella.

Pura maldad: Lex Luthor será el próximo número de la colección, y está al caer. ECC Ediciones también ha anunciado que habrá entrega dedicada a Dos Caras y Brainiac… entre otr@s. Por mi parte, seguiré picando, aunque soy consciente de que Joker siempre deja el listón demasiado alto. Este payaso da para muchas carcajadas.

«Hazles reír. Hazles llorar. Hazles esperar. Esa es la clave de un buen espectáculo, Batman»

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