Más allá del mundo del cómic en librerías, existe en España un universo de ilustración que se mueve a un nivel “invisible” para el gran público. Este universo se muestra a través de pequeñas ferias de autoedición y del movimiento DIY, que por mucho que muevan a un público bastante amplio, no deja de estar apartado del mundo editorial y del circuito habitual de librerías. Este círculo de la autoedición sirve como plataforma de lanzamiento de muchos autores que, inquietos y siempre en continua búsqueda de voz, han experimentado y desarrollado al máximo sus voces narrativas y están más que preparados para entrar en el sector editorial.

Así decía la nota de prensa con la que DeHavilland Ediciones daba a conocer su colección La Mansión en Llamas. Y como para rubricar esta afirmación, han publicado a primeros de este mes el cómic de Thomas Wellmann “Pimo & Rex“, un delirio visual lleno de colores y desbordante de imaginación.

Los protagonistas de este cómic habitan una tierra llena de criaturas mágicas en la que viven aventuras descerebradas protagonizadas por musas con carácter y bibliotecarios coléricos. De entrada, uno podría pensar que se trata de Hora de Aventuras, y es cierto que las similitudes son evidentes: dos amigos, locas aventuras, un mundo mágico y dibujos llenos de color. Pero ahí acaba todo. Wellmann insufla a su obra un toque más delirante si cabe, y su habilidad en el entintando y el color convierte cada página en una explosión de creatividad y un orgasmo visual.

En la primera aventura, “Magret”, nuestros héroes deben ayudar a una musa con mucho carácter a escapar de un malvado nigromante con ínfulas de artista. Y en “El farsante de oro”, el archibibliotecario persigue incansablemente a Pimo para que devuelva un libro que pidió prestado a la biblioteca… y que ya está fuera de plazo.

Las dos aventuras que componen este tomo de Pimo & Rex se puede leer de un tirón, o bien deteniéndose a disfrutar de cada viñeta, de todos los detalles, del coloreado, e incluso del fidedigno rotulado que se ha llevado a cabo para la edición española.

Si bien este tebeo está pensado para lectores adultos, no hay nada en su contenido que lo haga inapropiado para lectores más jóvenes. De modo que podría ser también una lectura perfecta para los niños, que quedarán prendados de las aventuras tan disparatadas de sus mágicos personajes.