Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

¡Oh, genio! Edición integral

¡Oh, genio! Edición integral
Guion
Ralf König
Dibujo
Ralf König
Formato
16 x 22,6 rústica, 328 págs. Blanco y negro
Precio
21,90€
Editorial
Ediciones La Cúpula. 2016
Edición original
Dschinn Dschinn: Der Zauber des Schabbar, 2005, Dschinn Dschinn 2: Schleierzwang im Sündenpfuhl, 2006

Considero a Ralf König uno de los maestros de la comedia en viñetas y un claro ejemplo de que los alemanes, a pesar de los tópicos, tienen un gran sentido del humor. A finales de los noventa y principios de los dos mil leí mucho de lo que había publicado de König en España: Konrad y Paul, Lisístrata, El hombre deseado, El condón asesino, Huevos de toro… Disfrutaba un montón con sus historias y las devoraba entre sonrisas y carcajadas. Y, de paso, me sirvió para quitarme de encima algunos prejuicios homófobos estúpidos, algo que siempre le agradeceré a este autor. Sin embargo, por ningún motivo en especial, llevaba mucho tiempo sin leer nada suyo. Así que cuando La Cúpula publicó esta edición integral de ¡Oh, genio! decidí que ya era hora de volver a sumergirme en el particular mundo de Ralf König.

¡Oh, genio!

Hace muchos, muchos años, en un pueblecito del desierto arábigo vivía Mufti Abdulah Abba. Su vida transcurría tranquila, oprimiendo a las mujeres e imponiendo su radical visión religiosa a sus vecinos. Hasta que un día, tras un desafortunado encuentro con Salmonela —un diseñador de zapatos hindú— y su novio Shabbar —un ifrit—, acaba convertido en un genio encerrado en una tetera. Mufti, ahora con el cuerpo de un hermoso joven y experto en los placeres de la carne, está condenado a satisfacer los deseos sexuales de todo aquel que posea la tetera.

Las vicisitudes del destino harán que la tetera de Mufti acabe en Europa, en la corte de Carlomagno. Y finalmente, tras muchos años, terminará llegando a manos de una pareja de amigos que comparten piso en la Alemania actual. Manfred —un chico gay— y Dörten —una chica hetero— rondan los 40 años y su vida amorosa está lejos de ser la que desearían. La llegada del genio Mufti a sus vidas es el revulsivo que necesitaban para enmendar su situación romántica, dejando por el camino unas cuantas situaciones descacharrantes.

Como os cuento en esta breve sinopsis, la historia discurre en dos escenarios. Por un lado, el entorno “histórico” donde transcurre el relato de Mufti y su conversión en genio, y por otro el de la época actual, con Manfred y Dörten de protagonistas. Ambas historias funcionan, son entretenidas, divertidas y se complementan perfectamente. La parte histórica me resulta quizá algo más graciosa, en gran parte porque juega estupendamente con los anacronismos y con el tópico de los europeos medievales sucios e ignorantes (el running gag del jabón es tronchante).

La corte de Carlomagno, versión Ralf Konig.

La corte de Carlomagno, versión Ralf Konig.

Ralf König utiliza esta historia, mezcla de fantasía y costumbrismo, para hablarnos de la búsqueda del amor. Ese amor que parece que nunca llega, aunque a veces lo tengamos muy cerca y no nos demos cuenta. Como contrapunto, también nos advierte de los peligros de la pasión desatada. Una pasión que puede convertirse en obsesión e incluso anularte completamente como persona, mientras te impide alcanzar el verdadero amor. Conseguir tratar este tipo de temas sin convertir la historia en un melodrama, no es nada fácil. La mezcla de humor y drama romántico es algo que König controla como nadie.

Otro de los aspectos que mejor domina König es la creación de personajes y en este ¡Oh, genio! tampoco falla. En unas pocas páginas te encariñas de la pareja protagonista. Manfred y Dörten, como la mayoría de personajes de König, son un poco neuróticos, con sus taras y sus manías. Pero enseguida conectas con ellos y sus problemas. Y la galería de secundarios que presenta resulta muy divertida: la terapeuta de Manfred, las vecinas bordes lesbianas, Götz el pretendiente de Dörten… todos tienen su momento cómico.

Otra cosa destacable del tebeo es su crítica sin sutilezas a los fanatismos religiosos. Tal vez no sea del gusto de todo el mundo, pero este autor nunca se ha cortado a la hora de criticar ciertas situaciones, y aquí tampoco lo hace. Los integristas musulmanes se llevan la peor parte, pero tampoco los cristianos se salvan de algunos palos. En particular su denuncia de los abusos de la mujer en el mundo islámico es notable, y nunca está de más recordarlo. Además lo hace con mucho sentido del humor marca de la casa… aunque ya sabemos como las gastan algunos locos intolerantes con ciertas bromas, desgraciadamente.

Para concluir, destacar que la edición de La Cúpula es muy correcta. Aunque en rústica, el tomo de más de 300 páginas aguanta perfectamente la lectura y la encuadernación no sufre. La traducción de Wladimir Padrós es excelente y se agradece el no encontrar prácticamente erratas en el texto, algo cada vez más difícil en estos tiempos.

En definitiva, ¡Oh, genio! es otra muestra más de la maestría de Ralf König. Tal vez no sea una de sus mejores obras, pero es una lectura divertida que se pasa volando, siempre con una sonrisa en la cara. Tras terminar de leerla, sólo me pregunto una cosa: ¿Por qué llevaba tanto tiempo sin leer a König? Quiero más.