Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña Nuestro universo en expansión

Llevábamos desde 2008 sin nuevas obras de Alex Robinson y parecía como se nos hubiera olvidado lo bien que este señor hace tebeos. En su día, se hizo un hueco con su Malas Ventas y aunque ha tocado otros géneros, es en el género del slice of life donde se ha labrado un nombre, género con el que vuelve en Nuestro universo en Expansión.

Nuestro universo en expansión portada

Nuestro universo en expansión

Guión y dibujo de Alex Robinson.
Rústica, 256 páginas. Blanco y negro.
20
Astiberri Edciones. 2016

En esta ocasión Alex Robinson se centra en Billy, Brownie y Scotty, tres hombres en la frontera entre la treintena y la cuarentena, que de uno u otro modo tienen que vivir con el lance de la paternidad. Quien conozca la obra de Robinson sabrá que las mujeres tienen un lugar destacado y siempre haciendo gala de esa tridimensionalidad que caracteriza a todos los personajes del neoyorquino. Sin embargo, el foco iluminará más en esta ocasión al reparto masculino para explorar de una manera simpática pero no exenta de profundidad ese cierto síndrome de Peter Pan tan común en nuestros días entre los nuevos adultos varones del primer mundo.

Nuestro universo en expansión 01

Scotty, Billy y Brownie son los tres estados o modos en los que un hombre se enfrenta a la paternidad. Scott ya tiene un hijo y está esperando el siguiente. Vive totalmente sumergido en la paternidad. Billy aún no es padre, pero los hijos se presentan en su horizonte cercano. Brownie es un divorciado con ciertas tendencias misantrópicas más centrado en su idea de la realidad que en perpetuar su linaje.

Ninguno de ellos es un gran triunfador tal como se suele entender en la cultura occidental y más concretamente en la yanki y los tres se sienten un poco fuera de ese juego, pero los tres tienen una vida con un día a día que podríamos llamar normal. Algo me dice que Alex Robinson sabe quién lee sus historias.

Ya en Malas Ventas, Alex Robinson desarrollaba unos personajes magistralmente cimentados para ser muy parecidos a sus lectores y aunque, Nuestro universo en expansión no es una continuación de Malas Ventas, espiritualmente funciona como tal. Los personajes son otros, pero casi puedes jugar un pequeño quién es quién con los de una y otra obra. Si Malas ventas hablaba de ese momento en el que empezamos a vivir aquello llamado edad adulta, Nuestro universo en expansión avanza en el siguiente momento vital.

Nuestro universo en expansión 02

Nuestros tres personajes son amigos desde hace tiempo, pero los conocemos en un momento en que a cada uno la vida le ha sucedido de manera distinta y aunque siguen quedando a menudo para jugar a box ball, podemos ver que las cosas no son como eran, algo ha ido cambiando.

Esos incipientes achaques que te recuerdan que no tienes 20 años, la sumisión a la rutina de las obligaciones diarias, la insistencia en recordar los viejos tiempos… ¿os suena? Incluso trabajando con un montón de puntos de vista distintos, cada diálogo y cada recoveco en la historia suenan completamente sinceros. Si le añadimos alguna que otra reflexión curiosa y un montón de pequeños detalles de caracterización, conseguimos esos personajes tan atractivamente precisos que son la marca de fábrica de Robinson.

No es un dibujante cuyas portadas vayan a decorar tu habitación pero es capaz de desarrollar narrativamente esos recursos que sólo un autor completo puede dar. Historia, aspecto visual y narrativa forman un todo que no funcionaría de manera independiente. Muchos juegos narrativos no funcionarían con un dibujo más realista y muchos momentos de la historia no lo harían tan bien sin esos juegos narrativos.

Nuestro universo en expansión 03

Esa vieja máxima de que un hijo “te cambia la vida” no por rancia deja de ser menos cierta y ante ese hecho nuestros personajes son una contradicción con patas. Billy es quizá el personaje central y más cercano al común de los mortales (entendiendo esto dentro del lector potencial de esta obra) y quiere dar ese paso que supondrá una nueva vida pero a la vez quiere seguir jugando al box ball, hablar de viejas batallas con sus amigotes, jugar a la consola y seguir siendo joven. Scotty y Brownie también tendrán su postura y sus propias contradicciones, pero sería entrar en terreno spoiler. Ante dichas contradicciones la única respuesta es el mensaje general de la obra, que es el que estado natural de todo es el cambio y no sirve de gran cosa aferrarse a lo contrario.

Con todo esto, la obra está plagada de pequeños detalles listos para dejar volar un poco la cabeza a medio camino entre la reflexión y la ensoñación, de pequeños detalles visuales que funcionan como pequeñas metáforas de apoyo al mensaje, pequeños detalles repletos de ironía… en definitiva, una obra cuidada, sincera y envuelta en esa falsa sencillez de aparente fácil digestión que termina dejando poso, como sólo los buenos tebeos lo hacen.