Cuesta empezar a hablar de un libro como Marvel Comics: La historia jamás contada, no sólo por su envergadura, sino por la cantidad de datos, matices y registros que contiene. Al tratarse de una reseña sobre su segunda edición, publicada el pasado octubre, supongo que ya sabréis que en este libro, Sean Howe nos cuenta la historia de Marvel desde los tiempos de Timely, hasta el estreno de la película de Los Vengadores.
Marvel Comics: La historia jamás contada
De Sean Howe.
Capitulo Marvel en España de Julián M. Clemente y Alejandro M. Viturtia.
Cartoné, 560 páginas.
24€
Panini Cómics. 2016
Es posible que también hayáis oído que para su elaboración Howe llevó a cabo más de 150 entrevistas, además de un estudio exhaustivo de hemerotecas y archivos de tele y radio, con lo que os hacéis una idea de que estamos ante el estudio más completo que se ha hecho nunca sobre la historia de la Casa de las Ideas.
Sean Howe ha saltado a la fama con este libro, pero no es un recién llegado. Para cuando lo escribió, ya había sido editor de Entertainment Weekly y The Criterion Collection y había publicado en el New York Times, Los Angeles Times, Spin o Village Voice.
Pero más allá de los mil detalles y chascarrillos (unos más conocidos que otros), lo mejor de este libro es su manera de relatarlo. Mientras lo lees casi puedes visualizar el documental o incluso la serie de televisión. Los diferentes protagonistas de esta historia funcionan casi como en una película: Puedes entenderlos, identificarte con ellos, amarlos y odiarlos. No son meros datos, sino carne, hueso, pasiones y pulsiones. Sean Howe se desvincula de la quimera de la objetividad periodística y de manera sutil se posiciona a través de los ojos de sus protagonistas. Un paso por delante de la crónica, Marvel Comics: La historia jamás contada está narrada como un relato vivo, trascendiendo con mucho un frío reportaje. De acuerdo, la historia de la que parte ya tiene miga, pero Howe sabe dosificarla y enfocar los giros como si fuera una gran novela.
Marvel Comics: La historia jamás contada es un libro que derriba el gran mito de Marvel y lo engrandece a la vez. Más allá de la cantidad y la calidad de los datos que aporta, veo esta obra como una mezcla de Mad Men y Juego de tronos con tebeos, un relato trepidante donde además tenemos el añadido de que los sucesos son ciertos. En primera instancia encontraremos los datos de rigor histórico de todas las etapas de la Casa de las Ideas: la era premarvel, la edad de plata, los locos 70, la era Shooter, los 90 y sus niños terribles, la Marvelution, las primeras películas… pero es que además nos ayuda a entender de dónde salió todo eso, ya que la mayoría de las veces no fue el fruto de una peregrina luz en las cabezas de los guionistas y dibujantes.
Marvel: La empresa
Pese que que Sean Howe hace un repaso cronológico de los acontecimientos, hay temas que son transversales a toda la obra y a cualquier momento histórico. Quizá el más relevante es el aspecto empresarial. Todos conocemos a Marvel como La Casa de las ideas y seguro que somos muchos los que en uno u otro momento de nuestra vida hemos tendido a idealizarla. Este libro da fe de que Marvel es ante todo una corporación muchas veces hasta niveles insospechados. Muchos de vosotros os sorprenderíais de hasta qué punto las aventuras y devenires de las vidas de vuestros héroes favoritos han venido dictaminadas por las cifras y las estrategias empresariales.
Marvel siempre ha sido una pequeña parte de un conglomerado mayor y los tebeos siempre han sido una especie de baja colateral de los movimientos de los grandes directivos, muchas veces totalmente descabellados. En las páginas de Marvel Comics: La historia jamás contada somos testigos de tácticas mafiosas, huidas hacia delante, caprichos de la directiva, expolios y todo tipo de juegos de tronos.
Tras alegre Bullpen siempre hubo un nido de tiburones buscando el sueño americano a cualquier precio y por encima de todo y de todos.
Lee y Kirby
No quiero obviar a Ditko, Everett, Colan, Buscema, Romita y todos los demás, pero las dos figuras que mejor encarnan el origen del Universo Marvel son Stan Lee y Jack Kirby. Durante todo el libro y en todas y cada una de las épocas tendrán algo que aportar la historia. Sin embargo, este dúo indisoluble casi nunca fue tal.
Ya el mismo prólogo es una declaración de intenciones marcando la oposición entre ambos. Pese a que Howe se cuida de no caer en maniqueísmos, Stan Lee, aparece retratado como todo un estratega, dispuesto a todo para triunfar bajo su jovial y dinámica actitud.
Kirby y Ditko son las verdaderas fuerzas creativas del Universo Marvel, pero ambos eran incansables trabajadores artesanos sin más ambición que crear grandes conceptos e historias.
Kirby era un genio creativo, pero también hosco, retraído y gruñón. Stan Lee era un vendedor nato, alguien capaz de meterse en el bolsillo a quien fuera, pero también dispuesto a cualquier cosa para cumplir sus objetivos. La historia de ambos es la historia del Universo Marvel.
Las Eras Marvel
No tengo intención alguna de recontar lo que magistralmente relata Howe, pero sí me gustaría dejar algunos apuntes muy generales sobre las distintas épocas y los enfoques del autor sobre las mismas.
Si bien Lee y Kirby seguirán dejando su presencia en resto del libro, en los años 70 una nueva generación de autores entra en escena adueñándose del papel protagonista.
De nuevo Howe romperá mitos. Mientras Stan Lee se ceñía a los quedabienes publicitarios en los asuntos más comprometidos, un nueva pléyade de autores aprovechaba el relajamiento editorial para colar algunas de las propuestas más transgresoras que jamás se han llevado a cabo en Marvel. Steve Englehart, Steve Gerber, Jim Starlin, Marv Wolfman, Len Wein, Don McGregor o Doug Moench serán los protagonistas de la etapa más psicodélica de la andadura de la Casa de las Ideas. De todas las épocas recorridas, ésta es sin duda la que está más llena de curiosidades delirantes.
Jim Shooter es probablemente la figura más prominente del libro tras Lee y Kirby. Es la época de los mejores trabajos de Frank Miller, John Byrne, Chris Claremont o Walter Simonson, pero Shooter es la estrella. La semblanza que Howe hace de este antaño niño prodigio del cómic no tiene desperdicio. Su importancia en la industria sólo es comparable a su ego y de su mano salen no sólo algunos de los mayores hitos de la historia del cómic americano, sino también algunas de las mejores anécdotas. Pasará a la historia como el responsable de algunas de las historias más grandes de toda la historia Marvel y de algunos de sus episodios más oscuros.
Nos pilla más cerca y es mucho más conocida esta época donde los siete niños terribles de la industria de la época terminarían fundando Image y el mercado se superpoblaba de portadas alternativas y ediciones especiales. Pero Marvel Comics: La historia jamás contada traspasa los estereotipos y se detiene en contarnos que tal vez los movimientos empresariales tuvieron mucho más que decir que un puñado de dibujantes con gusto por las hombreras, los pistolones y los dientes apretados. La década de los tebeos más vendidos de las historia fue también la de la bancarrota. Las fantasías de poder iban más allá de los marcos de las viñetas y los métodos extremos lo eran más aún en el mercado financiero que en las páginas mutantes.
Incluso con un periodo tan cercano como la primera década del siglo XXI, Sean Howe, puede sorprendernos. Para la mayoría de nosotros fueron Joe Quesada y el cine los que salvaron Marvel, pero el libro casi pinta a Quesada como un mandado de Bill Jemas y del jefazo supremo de éste: Ike Perlmutter, que aún sigue al mando de Marvel Entertainment y que asesora al mismísimo Trump en asuntos de veteranos. La figura de Perlmutter es tan importante como la de cualquier autor o editor para entender la Marvel actual. La línea Ultimate, Max o incluso la ideas de temporadas terminadas en crossovers nos son presentadas como fruto de fríos cálculos estadísticos . Es una pena que se quede en 2012 porque sería muy interesante ver la etapa actual bajo el prisma de Howe.
Marvel en España
Mención aparte merece el capítulo dedicado a Marvel en España a cargo de Alejandro M. Viturtia y Julián M. Clemente. Si bien no se puede negar el rigor de los datos que dan, se echa en falta el pulso del relato de Howe. No hay declaraciones, ni más chascarrillos que una descafeinada versión de la guerra Forum-Zinco. Nada de decisiones polémicas de las altas esferas, nada de personajes vivos y peculiares… el mundillo que rodea a Marvel en España no ha estado exenta de polémicas y se pasan de soslayo o se omiten directamente. Pero en España el mundillo es más pequeño que en los USA y ya se sabe lo que puede pasar con las polémicas.
En cualquier caso, más allá de análisis, de datos ocultos, de personas y personajes apasionantes, Marvel Comics: La historia jamás contada está repleta de momentazos. Me gustaría dejaros un pequeño listado de cuatro o cinco para que tengáis una muestra, como cuando queman un muñeco de Jim Shooter en una fiesta en casa de John Byrne o escriben “Ding dong, la bruja ha muerto” cuando lo despiden, como cuando el férreo Perlmutter intenta escatimar pasta a Stan Lee y sale escaldado, cuando se deja sugerido que el Capitán América de Liefeld pudo tener que ver con el ataque al corazón de Mark Gruenwald, cuando descubres que casi toda la etapa de Ed Brubaker en el propio Capi ya estaba en una propuesta que se rechazó a DeMatteis 30 años antes y el que probablemente sea mi favorito, por reflejar la mejor imagen que he podido leer jamás sobre El Hombre y El Rey: Kirby refunfuñando en la mesa de dibujo mientras un joven Stan Lee toca una ocarina en la redacción.
No suelo usar la palabra ‘imprescindible’ y si Marvel Comics: La historia jamás contada lo es, no es por su valor documental, que también, o porque te ayude a entender mucho mejor este mundillo que amamos, sino porque si no lo lees, te estarás perdiendo una de las historias más disfrutables de los últimos años.