Es la hora de las tortas!!!

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Reseña – Hellboy: La Oscuridad Llama

Hellboy: La Oscuridad Llama

Edición original: Hellboy Volume 8: Darkness Calls TPB (Dark Horse)
Guión:
Mike Mignola
Dibujo:
Duncan Fegredo
Tinta:
Duncan Fegredo
Color:
Dave Steward
Formato:
Libro rústica, 184 págs. / Libro cartoné, 200 págs
Editorial:
Norma Editorial
Precio:
17 € (rústica)/ 20 € (cartoné)


Casi a la vez que el estreno en España de la segunda entrega fílmica de la saga de Hellboy, nos llega de la mano de Norma Editorial un nuevo tomo de las aventuras de este diablo rojo, que surgiría en 1994 de la mente de Mike Mignola bajo el sello Legend de la Dark Horse.

En La Oscuridad Llama veremos germinar las distintas semillas que se han ido plantando a lo largo de la serie y, pese a que sigue el tono habitual al que nos tienen acostumbrados, viene con un puñado de novedades. En su peregrinación tras dejar la Agencia de Investigación y Defensa de lo Paranormal, Hellboy parece haberse establecido, al menos temporalmente, en un viejo caserón en Inglaterra. La tranquilidad no durará demasiado, ya que los distintos fantasmas de su pasado parecen estar preparando algo grande. Baba Yaga o Hécate serán algunos de los enemigos que le complicarán las cosas en una trama llena de conspiraciones y misterios, que hacen vaticinar un futuro oscuro para nuestro antihéroe.

Leyendo esta breve sinopsis a uno le puede asaltar la duda de cuáles son las novedades que citábamos en un argumento que no puede estar más dentro de los cánones de la saga de Hellboy. Una de las sorpresas que encontramos es que las páginas de esta historia no vienen dibujadas por Mike Mignola, padre de la criatura, sino por el británico Duncan Fegredo. Ya antes Mignola se había hecho acompañar por otros dibujantes como Richard Corben en Makoma o P. Craig Russell en La Bruja Troll y otras historias. De hecho, Fegredo no era ni siquiera la primera opción para esta saga que originalmente iba a caer en manos de Lee Bermejo. Sin embargo la conocida lentitud de este último hizo que Mignola se decantará por este británico, acertando de pleno. De todos modos, ampliaremos el apartado gráfico un poco más adelante.

La otra novedad se cierne en el desarrollo de la historia. Por lo general, Hellboy se centraba en contarnos distintas historias cortas en las que Mignola tomaba distintos mitos procedentes de cada rincón del mundo y los incorporaba al universo de su personaje. En alguna ocasión se nos daba algún detalle como la infernal procedencia de Anung un Rama, nombre verdadero de Hellboy, o algún detalle sobre su curiosa Mano Derecha del Destino. Sin embargo, el peso de la serie venía de esas historias aparentemente intrascendentes en las que veíamos el espectacular despliegue de imaginación y erudición en folklore de Mike Mignola. La Oscuridad Llama marca un punto de inflexión varias de las semillas que se habían plantado en historias como Despierta al Demonio o Baba Yaga van dando sus frutos y van creciendo en una misteriosa conspiración que amenaza con un futuro oscuro para Hellboy pero prometedor para nosotros, los lectores. La única pega de este espectacular salto en el desarrollo de la historia es que esta es que, pese a que se intenta explicar en cada momento de dónde viene cada trama, el lector primerizo que llega picado por la curiosidad tras ver en el cine Hellboy: El Ejército Dorado, se puede perder con bastante facilidad.

Volvamos ahora al aspecto gráfico del tomo a cargo de un injustamente desconocido Duncan Fegredo. Quizá la culpa de que este dibujante no sea actualmente una estrella, tras más de 20 años de carrera, la tiene su tendencia hacia los comics menos comerciales, sobre todo acompañado por el guionista Peter Milligan en títulos como Girl o Enigma. Sin dejar de lado su personal estilo, Fegredo integra el de Mike Mignola. Consigue así una total coherencia en la serie, pero conserva ese trazo suelto y quebrado tan característico, su potente uso de la mancha y una puesta en escena que poco tiene que envidiar a la del padre de Hellboy. Si le sumamos la increíble movilidad de sus composiciones y su capacidad narrativa, el resultado es una elección mucho más acertada que la inicial, cuando Lee Bermejo se iba a encargar de la serie limitada original.

Por lo demás, fantasmas, brujas, muertos vivientes, deidades precristianas, monstruos y viejos mitos de todo tipo se dan cita de nuevo en esta entrega que supone un punto de inflexión para un Hellboy que pocas veces había lucido tan bien.