Saludos, mis queridos lectores. Hoy tenemos un cómic verde. ¿Y cómo de verde? ¿Qué tono de verde? ¿Verde, superverde, megaverde?  Verde linterna y verde flecha, realmente. Hoy hablaremos de Green Lantern-Green Arrow.

ECC nos ofrece un volumen que reúne a Flecha Verde y a Linterna Verde en su época más social, más cercana, más humana.

Seamos sinceros, queridos lectores. Doctores tiene la Iglesia más cualificados que yo para hablar de ese caballero rubio y con perilla que vive en Star City. Seguro que otros os hablarían mejor acerca del dibujo, del guión, de las diferencias entre los entintadores…Yo os hablaré desde el punto de vista del lector que no lee superhéroes.

Llega un momento en el que piensas que lo tienes todo, que eres el mejor. Tienes el Poder, la Razón, la Justicia…Y entonces un hombre te hace una pregunta: Si te han dado el Anillo los de piel azul, y has salvado a los de piel naranja, y ayudado a los de piel púrpura, ¿por qué no te has preocupado nunca por los de piel negra? Y NO tienes una respuesta.

Así empieza esta serie. Así de dura, así de potente. Quizás no nos lo parezca ahora, pero dejadme recordaros algo, queridos lectores. Esto se publicó en USA en 1971… en dos series que se supone que eran cómics para adolescentes.

De golpe, el héroe miraba a su alrededor y veía un mundo que nunca había visto. Un mundo enfermo, donde el mal y los perdedores están en todas partes. Pero no estamos ante una historia de caída del héroe seguida por su renacimiento. Esto no es Born Again. Esto es la vida real, y puede ser peor.

Habréis notado que no he hablado nada de Adams ni de O’Neil. Porque lo importante aquí es la historia, ese trabajo en común que nos ofrecen. Esa historia pensada y creada para hacernos pensar, para sacarnos de la pureza y neutralidad de la evasión que buscamos en los cómics y darnos un puñetazo de realidad en el estomago.

Porque puede que Linterna Verde y esos Guardianes perfectos ignoren la suciedad de las calles, puede que nunca se hayan manchado con el lodo del polvo tras la lluvia, ni rebuscado en la basura. Pero aquí está Flecha Verde para enseñarles eso que nunca han visto. Y a nosotros con ellos.

Tenemos historias cortas. Empezamos con un “viaje por América” que pronto deja de existir y se convierte en diferentes historias. Cortas en el tiempo y en la acción. Casi aristotélicas, si me permitís el término.

Tenemos historias donde a los héroes les dan una paliza,los dejan medio muertos, los ignoran…y entonces la historia los coge por la camisa y les dice: Levántate o muere.

Y tenemos historias llenas de viñetas míticas, de escenas que se nos quedan grabadas en el cerebro, en el corazón y en el estómago. ¿Cómo olvidar esa escena inicial sobre el problema racial? ¿Cómo olvidar el problema con las drogas de Speedy?¿Cómo olvidar esa escena donde le preguntan a un héroe si podría haber salvado a una niña?

Y son viñetas que no solamente están cargadas de sentido, de guión. Sus imágenes pueden ser duras, pero también icónicas. Ese Flecha verde con Luther King y Kennedy a sus espaldas, ese guardián apuntándonos con un dedo cual Tio Sam de Cartel de reclutamiento, ese antifaz en el suelo mientras un hombre y una mujer se alejan hablando de lo que solamente a ellos importa, ese hombre que llora en un funeral.. Todas son escenas que te golpean con fuerza y buscan un sitio en tu memoria.

Pero tanto el dibujo como la historia nos dejan pequeñas joyas visuales, lejos de la épica. Los pies de una niña en la esquina de una viñeta, la búsqueda de un médico de alguien con una flecha clavada, el abrazo de una mujer que no es madre ni hermana ni amiga o quizás todo a la vez, un primer plano de una mujer con serpientes en vez de cabellos, la cara de quien ha sido arrojado al mar para que se ahogue…

Esta obra está llena de maravillas visuales y de concepto. Podría llenar mi armario con camisetas hechas solamente con viñetas o páginas de esta obra.

Dibujos fuertes,creados alrededor de unas viñetas que concentran la fuerza de la narración. Pero no como enormes espectáculos visuales, sino como representación de ese punto de la historia donde todo gira o cambia. Esa parte que en los cuentos los hijos piden que les cuenten una y otra vez a sus padres. Esas son las mejores viñetas de esta obra.

Y a día de hoy, podemos leerla no solamente como una hija de su tiempo y espacio. Lamentablemente, muchos de los temas que trata, pobreza, discriminación, odio, abuso, contaminación… siguen vigentes para el lector que se acerque a estos dos héroes verdes. Que por suerte no están solos. Tienen amigos, compañeras, gente que los mira y ve en ellos los héroes que fueron o que pueden ser…

Esto es lo que un lector que no lee mucho de superhéroes piensa, mis queridos lectores. Y le damos las gracias ahora a Dennis O’Neil, Cary Bates, Elliot S. Maggin y Len Wein (guiones), a Neal Adams e Irv Novick (dibujos), a Cory Adams y a Jack Adler (colores), a Dick Giordano, Frank Giacoia, Dan Adkins, Mike Peppe, Frank Mclaughlin y Bernie Wrightson (tintas). Y a Cristina Bracho Carrillo por la traducción.

Y casi no os he hablado de la edición. Más de 350 páginas a color, con tapa dura de esas que podemos usar para jugar al tenis. Con las páginas cosidas, para que no se escapen por mucho que abramos el tomo. Con un recopilatorio de portadas originales al final.

¿Por qué leer Green Lantern/Green Arrow?

Buenas historias y buen dibujo. historias duras pero realistas, de las que te dejan pensando cuando cierras el tomo.

¿Por qué no leer Green Lantern/Green Arrow?

Buscas simplemente evasión en tus lecturas. La vida real ya es lo bastante deprimente e injusta.